Double Rainbow

Capítulo 1

Primer día de Escuela, es mi último año en este lugar, debería considerarlo como un Alivio, me libraría de la persona que mas daño me ha hecho, ella sabe mi secreto y siempre me amenaza con decirlo a los demás estudiantes si no hago lo que quiere.
Lo bueno es que tengo a Fin y a Jake que siempre me defienden, realmente son como mis ángeles guardianes.
Nada puede ir mal este día.....
O eso creía.

Todos estábamos en nuestros respectivos asientos, el maestro aun no llegaba y yo no podía evitar dejar de sentirme nerviosa, nuevos maestros y alguno que otro compañero nuevo, no dejaba de observar mi mesa de trabajo, cosas nuevas pasarían y mi abdomen me lo recordaba a cada momento, sentía que algo iba a pasar, en el pasillo se escuchaban unos pasos apresurados, debía ser el maestro y así fue, el entró, pidiendo disculpas por el retraso y justo después de el, llego una chica con una cabellera obscura, realmente larga y bien cuidada, conocía a esa persona y eso era malo, una mala señal, ella no podía estar aquí.
-Marceline- dije con una voz temblorosa, otra vez el infierno, ¿Cuando acabaría esta pesadilla? La típica chica que ama tener la atención de todos, arrogante y algo engreída, si bien me gustaban las chicas y ese era mi tan odiado "secreto" ella en definitivo no era mi tipo y/o estilo, era simplemente detestable para mi, no era nada dulce, era demasiado "salvaje".
La capitana del equipo de baloncesto.
La chica más popular de la escuela, seguida por Grumosa y Phoebe.
Todas tenían la misma forma de ser, vacías, sin sentimientos o compasión por los demás, y que mejor, las tres eran mejores amigas.
-¡Basta!- dije para mis adentros, pensar en ellas o en "ella" me hace de alguna manera daño.

La clase transcurría de buena forma, realmente estaba muy tranquilo y no me quejo, nunca sentí tanta paz en mi interior, después de clases tenía que ir a los "dormitorios" para acomodar mis cosas, si, esta escuela tenía para quedarse a dormir y a vivir en cierto modo, lo único malo es que tienes que compartir con alguien mas tú amada habitación, la cual consistía en un baño completo y una habitación lo suficientemente grande como para que dos personas vivieran ahí, conocería a mi compañera, no podía ser tan malo, tenía que ser bueno, pasaría el último año con esa persona la mayoría del tiempo.

Cuando sonó el timbre que anunciaba la hora del almuerzo salí detrás de Finn y Jake.

-¿Quien será su compañero de habitación?-Pregunte mientras daba una mordida a mi Sándwich.

-No vas a creerlo pero, me ha tocado con Jake- respondió Finn con una mirada de complicidad dirigida a Jake.

-¿Y a ti Bonnibel?-

-Aún no lo se, lo averiguare después de clases-

-Solo diré que no creo que te guste tanto quien será tu compañera- dijo algo nervioso.

-¿A que te refieres Finn?-

-Ah.... Solo olvídalo, estoy algo nervioso-

-Recuerda que se pone todo Raro cuando piensa en Phoebe- dice al fin Jake.

-Así que ¿aún te gusta?-
Pregunta con una sonrisa picarona.

-Eh...no.....claro que no....- el chico rubio tocaba su nuca, mientras veía al suelo.

-Bien, quisiera quedarme chicos pero tengo cosas que ordenar en mi Habitación, nos vemos luego-

-¿No entrarás a las siguientes clases?- pregunto Finn.

-No, solo que realmente tengo muchas cosas que hacer, nos vemos mañana-

Se dirigió a la habitación que le habían asignado, por lo regular en la puerta venía el apellido de las dueñas de la habitación.

La chica pudo leer ~Bubblegum y Abadeer~

El apellido le era Familiar, ya lo había escuchado antes, tenía que ser muy importante como para que Ella pudiese recordarlo.

-¡Diablos!-

se trataba de Marceline nuevamente, esto se pasaba de lo extraño y debía ser una broma de muy mal gusto, claro, se quejaría al día siguiente con el director.
Ahora lo único que pasaba por su cabeza era acomodar sus cosas, darse una ducha y dormir.

Abrió la puerta lentamente y su nariz fue invadida por el perfume de la otra chica que estaba dentro de la habitación dormida en su cama, se veía tan.....indefensa y adorable ahí.....

¿¡PERO QUE RAYOS ME PASA?!
hay mucho que hacer y yo pensando en eso, además es la tipa que me ha hecho sufrir por cuatro míseros años.

Las siguientes horas, la chica se la paso acomodando sus pertenencias, tratando de no hacer tanto ruido para no despertar a la chica de cabellera negra que aún seguía dormida.