La noche estaba tranquila, una leve brisa movía los arboles levemente, el aire frío no era sorpresa en Inglaterra, tampoco la cantidad de gente que transitaba a esas horas por las calles. Era día sábado, día preferido por los jóvenes para irse de fiesta.
Alec sonrió mirándose al espejo del baño, su cara estaba completamente blanca, no había ningún rastro de otro color en ella, en su mano sostenía una máscara de payaso que había mandado a hacer especialmente para la ocasión. Por la puerta del baño, entró Doll con su clásica sonrisa, su cabello rubio estaba atado en una coleta alta, sus ojos azules resaltaban aun más al estar rodeado de delineador negro. Caminó hasta Alec, y puso su mano en el hombro del chico, miró su reflejo en el espejo y sonrió también, habían esperado mucho por eso, estaban ansiosos, emocionados.
-es hora...- murmuró ella, sus tacones ayudaban a que ella quedara justo a la altura de Alec, lo que facilitó la tarea de atrapar los labios del chico con los suyos en un beso apasionado, lleno de deseo.
-avisa a los chicos.- habló él después de romper el beso. Sus ojos miraban fijamente los labios de la chica, podría besarlos todo el tiempo, pero habían planes para esa noche, planes que habían esperado por mucho tiempo.
Doll obedeció , asintió con su cabeza, formó una media sonrisa y salió del baño, los demás estaban esperando en la sala, preparando los últimos detalles.
-Estamos listos, ¿terminaron ya?.- el tono de voz cambió de repente, cuando estaba con Alec era más suave, sumiso, nada autoritario, pero cuando el chico no estaba ella era la que mandaba, la que daba ordenes y respetaban.
Vin y Nate asintieron ambos se hicieron a un lado, dejando a la vista la mesa llena de armas que ocuparían esa noche. Doll levantó su barbilla con superioridad, avanzando hasta la mesa. Sus tacones resonaban al chocar con el piso de madera, inundando el silencio que había en la sala.
Doll estiró su mano tomando una de las pistolas, era un revolver, muy bonito y adornado, lo guardó en su cinturón y comenzó a guardar algunos cuchillos en sus ligas, las cuales tenía en cada pierna. Los chicos miraban atentamente a la chica, hasta que ella se detuvo, frunció el ceño y miró a los chicos, alzó sus cejas y rodó sus ojos.
-muévanse , no tenemos toda la noche.- habló firmemente y continuó con su acción, la cual se vio interrumpida nuevamente por la llegada de Alec a la sala, aun traía su mascara en la mano y su expresión era seria, fría e intimidante, podía intimidar a todos en la sala, menos a Doll.
Todos guardaron silencio, esperando pacientes a que Alec abriera su boca y dijera algo, porque sabían que lo haría.- Esta noche, comienza nuestro legado. Comienza nuestra historia. La gente hablará de nosotros, nos temerá, despertará gritando por las noches debido a horribles pesadillas donde nosotros seremos protagonistas. Algunos nos adorarán, se querrán unir a nuestro grupo, algunos nos odiarán, pero no nos importará, porque no pasaremos ningún segundo más en las sombras, viviendo como los demás quieren que lo hagamos, es hora de vivir como nosotros queremos hacerlo, pónganse sus mascaras, tomen sus armas, vamos a revolucionar el mundo.- finalizó su discurso, y se puso la máscara. El resto del grupo lo imitó de inmediato, todos sonriendo, todos seguros de lo que hacían, de lo que harían.
Desde esa noche, sus vidas cambiarían, el mundo los conocería y nunca olvidarán sus nombre.
The Clowns.
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multimedia: máscara de Alec.