—¡Bájame ahora!- Grite, lo mas que pude. Mi garganta estaba ardiendo, por tratar de gritar y no poder. Me quedaría afónica pero no importaba. —¡Mierda que me bajes!- Comencé a golpearle la espalda, pero solo recibí una nalgada y esta fue mas fuerte que la anterior. James carcajeo y siguió caminando sin importarle el silencio y las miradas que se producían en la cafetería.
Al llegar al estacionamiento, el cual estaba solo. James me bajo y lo primero que hice fue darle una cachetada, dejándole mi mano marcada en su mejilla.
—¡Uy! Que gatita- Dijo sobando su mejilla.
—Te mereces eso y mucho mas. ¿Qué piensas? No tienes derecho sobre mi James, no puedes hacer algo que yo no quiera. No eres nada mío.
—Pero bien que compartiste "Sexo secreto" conmigo.
—¡Cállate! ¿Lo recordaras todos los días de mi vida?
—No me digas que te arrepientes.
—Pues si! Si me arrepiento- James levanto una ceja sínicamente y me tomo por la cintura pegándome a el.
—Pues eso no lo decías cuando estabas gimiendo de placer. Y aceptémoslo Megan.- Se acerco a mi oído y con voz ronca dijo. –Te mueres por que entre en ti una vez mas- Lo mire asombrada. ¿Dónde estaba el James del fin de semana? "Patán, es como los demás".
—Pues no, fíjate que no.
Me pego a el y pude sentir su gran erección. Gemí al instante y me aventure a mirarlo a los ojos. Negros de pasión. Sus labios estaban tan cerca de los míos, solo con acercarme un poco y podía sentirlos. Pero no, yo no daría el primer paso.
—Te mueres por que en este mismo momento te bese- Murmuro diciendo toda la verdad.
—Si- murmure. James sonrió. —No cantes victoria, es solo que Joseph me a dejado un mal sabor de boca- Levante mi ceja y James me soltó bruscamente. Casi aventándome. Lo mire sorprendida, el estaba furioso. Llevo sus manos a su cabeza y despeino su cabello, como si estuviese frustrado. Luego se acerco a su carro y golpeo el vidrio. El sonido del vidrio quebrado me hizo tapar mis oídos y estremecer. Lo mire confundida. ¿Qué mierda le estaba pasando? Luego mire su mano, estaba ensangrentada. Mi corazón se acelero mas de lo normal.
—¡Dios mío James!- Corrí hasta el tome su mano. La respiración de James estaba agitada, pero seguro que no era por dolor.
—Déjalo así.
—¿Qué? No me pidas eso. Vamos inmediatamente a la enfermería.
—No- Murmuro seco. —No queremos que las porristas ni mucho menos Joseph nos vean juntos. ¿Oh si?- Mi estomago se retorció al escuchar eso. Había estado mal lo que dije.
—Mierda, James no seas infantil ¿Quieres? Anda- Trate de moverlo pero fue imposible. Seguía con su actitud. Bufe estresada lo mire fijamente. —Por favor, James- Suplique y dicho esto, con delicadeza junte nuestros labios. Era un cálido beso, mis manos se enredaron atrás de la nuca de James, dio una leve mordida en mis labios. —Por... favor- Susurre sin dejar de besarlo. Esos labios eran perfectos. Suaves y tan deliciosos.
—Bien- Susurro. Me separe de el lentamente para verlo a los ojos. La furia se había ido, y un lindo brillo había aparecido en estos. Le sonreí y este me devolvió la sonrisa.
**
—Bien, hemos llegado- Dije mientras me estacionaba frente a la casa de James. Lo había ido a dejar a su casa, ya que su mano derecha estaba fracturada y su auto sin vidrio. —Quiero que te cambies las vendas de acuerdo a como te dijo la enfermera.
—Si, Megan, ya te he dicho que así lo hare.
—Bien- Sonreímos.
—Oye. ¿Por qué no te quedas a comer?
—¿Qué? ¡No, no!- Negué rotundamente.
—Anda Megan. Solo es una comida.
—No James... No, yo no puedo...
—¿Por qué no? ¿Tienes una cita con Joseph?- Reí ante sus "celos".
—No, pero. Tengo algo de pena...
—Anda Meg, mi familia te agradara... Por favor- Hizo un puchero fingido. Lo mire algunos segundos, dude pero al fin acepte.
—Solo a comer- Dije poniendo mis ojos en blanco, James sonrió.
—Por eso me encantas- Dicho esto dio un beso tronado en mi mejilla, y bajo. Sonreí bobamente y después baje yo.
Nos detuvimos frente a el gran portón y James introdujo una clave. Estaba de espaldas, y aun así se veía perfecto. Las ganas de abrazarlo por atrás me invadieron. Y no pude evitarlo, así que mientras James insertaba la clave, lo abracé por atrás. Me miro sobre su hombro y sonrío. Luego el portón se abrió y pudimos entrar.
—De día es mas hermosa- Dije observando la casa, diciendo totalmente la verdad, ya que la primera vez que había estado ahí, no la había apreciado tan bien. Caminamos por un pasillito lleno de piedras y flores y luego llegamos a una gigante puerta, la cual James habrio. Al entrar sentí un cosquilleo en mi estomago, y mis mejillas se sonrojaron. Recordando la noche del viernes pasado.
—¿Lo recuerdas?- Me dijo, mientras se volvía a mi con una sonrisa picarona.
—Si- murmure y agache la cabeza.
—Que no te de pena, preciosa gatita- Fruncí el seño, y poso su mano izquierda en mi cintura, lo mire sorprendida. ¿Me besaría en su casa? Y mis dudas se aclararon cuando sus labios se posaron en los míos. Al instante le seguí el beso, y cerré mis ojos. Me deje llevar por la sensación de tener sus labios junto a los míos. Su respiración era lenta, al igual que el beso. Mis brazos fueron atrás de su cabeza, mientras comenzaba a jugar con su cabello. Sentí como me pegaba mas a su cuerpo, y mis pezones se hincharon al sentirlo tan cerca. Aun que llevara camisa, sentía como su cuerpo me quemaba por dentro. Mordí levemente su labio inferior, y este no lo impidió, luego su miembro bucal entro al encuentro del mío, donde tuvieron una pelea entre ellos. Estaba tan perdida en el beso, que no me percate de que su mano estaba en una de mis nalgas. Rápidamente la subí a mi cintura de nuevo y el soltó una risita.
—¿James?- Escuche como lo llamaba, una voz femenina. Rápidamente me solté de el algo brusco, y acaricie mi frente agachando mi cabeza. James se giro.
—¡Mama!- Dijo entusiasta. —Mira ella es Megan- Dicho esto levante mi vista hacía el, con terror. Me sonrió cálido y me tomo de la mano, luego me acerco a el y me encontré con una señora realmente muy hermosa. Era de baja estatura, su cabello era castaño y liso, sus ojos hazel, y tenía una sonrisa dibujada.
—¿Megan?- Pregunto. —La chica de la que le hablabas a Gemma, hace unas semanas?- Alargo. Mire a James confundida, y su cara estaba pálida.
—Si- murmuro. —Bien, Megan, ella es mi madre Kathy.
—Un gusto señora- Sonreí, dándole mi mano.
—El gusto es mío, Megan. Me alegra conocerte al fin.
—¿Por qué?- Pregunte confundida.
—Mama, Megan se quedara a comer- Interrumpió James.
—¡Perfecto!- Sonrió. —¿Y son novios? Por que James, ya te he dicho sobre las relaciones en libertad- Lo miro furiosa y James abrió los ojos a tope, luego me miro nervioso.
—Si- Intervine, James y Kathy, me miraron sorprendidos. —Somos novios, desde hace una semana.
—¿En serio? ¡Me alegro tanto! Después de que James hablo tanto de ti, al fin se le hizo!- Tapo su boca incrédula. —Dios, y eres tan hermosa como el lo menciono.
—Gracias- Sonreí, mientras brincaba por dentro. ¡Había dicho que era hermosa! Y lo que era mejor. ¡Había hablado de mí, a su familia!
—Bien, bien, iré a terminar la comida, James lleva a Megan a tu cuarto, los llamo cuando la comida este— Me estremecí por completo. Iríamos a su cuarto solos.
—De acuerdo- Dijo sonriendo, Kathy salió de ahí, y James me tomo de la mano. —Anda, "novia"- Comenzamos a subir las escaleras.
—Debía salvarte de un castigo, James..- Llegamos a su habitación y este le abrió.
Me dio el paso para entrar primero, luego entro el y seguido cerro la puerta. Lo primero en mirar, fue en su cama. Y al instante el rojo tomate, invadió mis mejillas.
—Amo cuando te sonrojas.
—¿Qué? Pero si no estoy sonrojada.
—Vamos, te sonrojaste al ver la cama- Se acerco hacía a mí, y me abrazo por detrás.
—James- murmure. —James, no...Espero les haya gustado.
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Sexo Secreto | James Maslow | Terminada
Fiksi PenggemarJames Maslow, el típico chico mujeriego que todas quieren. Megan Stone, la típica chica con encantos aún no descubiertos. Dos polos opuestos. Ella lo odia, el la desea. Después de que James, le dice un par de insultos, ella no está dispuesta ah volv...