Clockwork

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Una pequeña niña se sentó en su habitación. Tenía un desordenado pelo, con dos coletas, así como ojos de color avellana que miraban a la puerta. Ella atrajo fuertemente su jirafa de peluche contra su pequeño cuerpo, y escuchó con atención los fuertes gritos de su padre y madre.-¡Nunca debí tener ningún maldito hijo! - Gritó una fuerte y grave voz.-Todo lo que hacen es desordenar, quejarse, pintar en las paredes...- Fué interrumpido por los gritos de la madre de la pequeña.-¡Son niños, David. No saben hacer nada mejor!-Oh, maldición Marybeth. ¡No quiero escuchar ninguna de tus tontas excusas! He tenido suficiente de ellas.-¿Y qué esperas hacer con todo esto?La pequeña escuchó unos fuertes pasos que iban hacia su habitación y apretó más fuerte a su jirafa. La puerta fué violentamente abierta, y en la entrada se paró, enfurecido, alto y gordo padre. En una de sus carnosas manos, traía un gran libro de texto.-¡David, detente! - Gritó su madre-.Pero el padre ignoró los llantos de su esposa. Tomó a la pequeña por el cuello, y ella gritó y pateó al aire. Temblando y sacudiendose del miedo. El padre de la niña llevó duramente el libro de texto hacia arriba.-¡Esto es por rayar las paredes, pequeña perra!___________________________________________



Años después, la pequeña niña, ahora conocida como Natalie, tenía 9 años ahora. Pasando por la pubertad, ella era naturalmente un poco gordita. Como siempre, se sentó en su habitación a ver televisión. Su padre vociferaba algo sobre alguna estupidez económica a lo que a ella le importaba menos que una pelusa, así como ella comía sus palomitas de maíz. Ella también estaba dibujando, había un poco de sangre, pero inusualmente, a ella le gustaba dibujar cosas así. Le daba una extraña satisfacción. Además, hacer muchas cosas a la vez, no era un problema. Se volvió aparente para ella a una temprana edad. Después de tener que trabajar duro, para ella era un pan comido. Dibujar había terminado siendo uno de sus pasatiempos y más grandes talentos. Era su manera de escapar de lo común, cada vez que pasaba algo malo, o simplemente cuando estaba aburrida.De repente escuchó como la puerta de su habitación se cerraba. Miró a su izquierda, deteniendo el masticar de sus palomitas. Ahí estaba su hermano Lucas, quien tenía 14 años.- ¿Qué pasa?- Ella aún podía oír el sonido de su padre gritando- ¿Papá te asusta?- Él dejó escapar una risita.- Ni modo. Yo creo que a estas alturas, nos acostumbramos a sus gritos.- Hubo una gran pausa- Así que, ¿Por qué estás aquí?- Parecía que él estaba jugando con sus mangas, y tenía unos pocos tics.- Te tengo que preguntar algo... -Puso sus ojos sobre ella. Ella frunció el ceño ligeramente ya que su impaciencia crecía. Él la había interrumpido.- ¿Qué? - Él se movió más cerca.- Tu dijiste que querías ser genial, y crecer como una adolescente, ¿no? -Ella afirmó con su cabeza lentamente- Bueno, tengo una oferta.- ¡Suéltalo ya!-Tu sabes... tu sabes lo que los chicos y las chicas hacen juntos a veces, ¿no?_____________________________Al otro día en la escuela, Natalie no dijo una palabra. Ella no habló en el día entero. Ella no tenía con quien hablar aún así. Nadie puede saber. Nadie debía saber. Así que, nadie lo sabría. Su maestra logró ver algunas miradas perdidas. Pero ella pensó que sólo no había entendido la lección. Además a Natalie le dolía mucho. Nunca pensó que le dolería. Sintiéndose asustada, caminó a su casa, silenciosamente, y fué a su habitación. Pero más tarde, fué recibida otra vez por su hermano.Nadie lo sabría.En la escuela decidió finalmente contarle a alguien. Aunque no tuviera amigas, pensó que debía hacerlo. Ella caminó hacia un grupo de chicas que ocasionalmente veía en el pasillo. Parecían buenas niñas, y Natalie había hablado un par de veces con ellas.-Oye, Mia... -La pelirroja miró por sobre Natalie, con una dura mirada.-¿Sí?-Yo, uh... Necesito contarte algo... Ha estado pasando por un tiempo, y tú y tus amigas parecen ser las únicas en las que puedo confiar. - Mia y sus amigas parecieron sonreír por un momento, sólo un momento. Y Natalie lo supo, estaban hambrientas por los chismes.-Está bien, puedes confiar. ________________________________Un día después, eso fué todo lo que tomó.
Ella había tenido comentarios constantes en las redes sociales, como Feizbuk. Una vez, incluso la llamaron puta. Sin mencionar que en la hora de comer, su almuerzo terminó en su cabello. Y ésto iba a ser el menor de sus problemas, pero Natalie, teniendo tan sólo 9 años, no podía hacer nada más que estar completamente molesta.De todas formas, jamás se cortó. Jamás miró mal a nadie. Nunca dijo nada sobre eso. Como puedes recordar, en esta historia, ella se ha guardado todo dentro. Pensó que sería mejor. No dejaría que ningún dolor la consumiera._______________________________3:00 AM, noche de escuela. Su madre la iba a matar. La chica conocida como Natalie, tenía 16 años ahora. Era muy productiva en la escuela, cerca del cuadro de honor. Por una vez se sentía feliz y tranquila. Aunque usualmente, ella se convertía como en un 'ermitaño' en su habitación, escondiéndose de su padre, quien aún le gustaba gritar, hablar sobre economía y estupideces de la que ella estaba cansada de escuchar.Sus ojos se empezaron a sentir pesados. Tenía una asignatura en la que trabajar, pero ese no era su mayor problema. Todo en lo que podía pensar era en dormir. Cerró su laptop, ajustó sus ojos a la oscuridad y pudo ver, su desgastada jirafa de peluche en un rincón. Se le quedó mirando, en completo silencio. Los recuerdos pasaron por su mente y sus ojos empezaron a llorar. Pero sus ojos pestañearon y contuvieron las lágrimas. "No me derrumbaré" se dijo a sí misma. Pero continuó mirando la jirafa. "¿Qué mierda estoy mirando?" Ella se paró y fué a buscar a su pequeña jirafa. - Lo- lo siento- Le dijo en susurros. Algunas lágrimas corrieron. Ella abrazó la jirafa, así como se tendía en la cama.Se despertó de pronto por los gritos de su madre. Cansadamente abrió uno de sus ojos.- No me puedo creer que se me haya olvidado quitarte la laptop anoche. ¡¿Estuviste toda la noche en ella, o no?! - Su madre suspiró y se fué. Así como Natalie tomó una ducha, cepilló sus dientes y comió su desayuno rápidamente antes que su tiempo se acabara. Saltó en el auto y dejó que su madre la conduciera a la escuela.Debido a la falta de sueño, apoyó su cabeza en el vidrio y comenzó a soñar. Tener pesadillas mejor dicho, que consistían en su abuso físico de su hermano Lucas, el que duró 4 años, hasta que tuvo las agallas para pararlo. Su madre nunca se enteró, nunca.De pronto, fué despertada por su madre.- Estamos aquí.- Ella miró el letrero de su escuela "Instituto Walkerville Para Las Bellas Artes".- Te veré más tarde.- Se despidió Natalie.____________________________________Su profesora de Inglés molestamente puso su mano sobre el puesto de Natalie.- ¿Dondé esta su trabajo, señorita Natalie?- Natalie tragó.- Los he olvidado en casa. Perdón señorita Homenuik.- Su tiempo se acabó, señorita Natalie. No me decepcione.- Natalie se sintió perpleja por un momento. Esas palabras. Ignoró ese sentimiento y trató de escuchar la clase, en la que se quedó dormida, por su puesto. Luego ella salió de clase y caminó hasta su casillero. Cuando de repente encontró a su novio Kris parado al lado de él.- Hablemos después de clase, ¿sí?- Dijo él. Ella sólo sonrío, le encantaba hablar con Kris. Nunca sospechó nada, era un buen chico.Durando sus clases de francés, se atrevió a no poner atención. En vez de eso, prefería dibujar. Sangre, gore, masacres, gente siendo apuñalada. La gente decía que era muy oscuro de su parte dibujar tales cosas. Para ella siempre fué normal.- Señorita Natalie.Natalie rápidamente cubrió sus dibujos y miró a su profesora, tratando de ocultar el miedo.- ¿Sí señorita LeVasseur?- Muéstreme su trabajo. -Natalie tuvo que quitar el brazo del dibujo de alguien siendo apuñalado por un hombre sin cordura. La profesora la miró perpleja.- Borre eso y comience a trabajar- Dijo con una extraña calma en su voz. Natalie suspiró, así como su profesora se alejaba.- Y señorita Natalie...- Dijo dándose la vuelta- Su tiempo casi se acaba, le sugiero que empiece a trabajar ahora.- Natalie gruñó, el tiempo nunca parecía estar a su favor. Caminó fuera de la escuela, feliz porque iría a hablar con Kris, eso le alegraría el día. Cuando lo vió, ella sonrío, pero él no le devolvió la sonrisa.- Kris, ¿Qu- qué pasa?, ¿De qué me querías hablar?- Él suspiró.- Creo que es tiempo de que... nosotros... conozcamos a otras personas.- Sintió como su corazón se partía en dos.- P-pero... ¿Por qué?- Es tu mentalidad. ¡Tus dibujos!, me asustan, Natalie. Además nunca me has dicho porque actúas así, me haces sentir irresponsable. No puedo más con esto, lo siento. -Kris se alejó caminando. avellana, que miraban a la puerta. Ella atrajo fuertemente su jirafa de peluche contra su pequeño cuerpo, y escuchó con atención los fuertes gritos de su padre y madre.-¡Nunca debí tener ningún maldito hijo! - Gritó una fuerte y grave voz.-Todo lo que hacen es desordenar, quejarse, pintar en las paredes...- Fué interrumpido por los gritos de la madre de la pequeña.-¡Son niños, David. No saben hacer nada mejor!-Oh, maldición Marybeth. ¡No quiero escuchar ninguna de tus excusas de mierda! He tenido suficiente de ellas.-¿Y qué esperas hacer con todo esto?La pequeña escuchó unos fuertes pasos que iban hacia su habitación y apretó más fuerte a su jirafa. La puerta fué violentamente abierta, y en la entrada se paró, enfurecido, alto y gordo padre. En una de sus carnosas manos, traía un gran libro de texto.-¡David, detente! - Gritó su madre-.Pero el padre ignoró los llantos de su esposa. Tomó a la pequeña por el cuello, y ella gritó y pateó al aire. Temblando y sacudiendose del miedo. El padre de la niña llevó duramente el libro de texto hacia arriba.-¡Esto es por rayar las paredes, pequeña perra!___________________________________________

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