Prólogo.

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Cuando yo era pequeña, mi mamá me contaba historias acerca de cómo se había creado éste planeta. Un planeta que nació desde la ocuridad del universo.

Antes de la creación de este mundo, existía una estrella que deambulaba por el vacío mientras tocaba una dulce melodía con sus destellos, pasando libremente por lo que creía ella que era el universo.

Mientras la estrella vivía en aquella pecera que lucía como el mismo universo, no encontraba un hogar, solo deambulaba en busca de un lugar donde ella pudiera libremente tocar su canción, muy triste, la pequeña estrella solo flotaba sobre el vacío, no había nada más que hacer que tocar la misma canción hasta el final de los tiempos. Ni siquiera sabía si algún día iba a terminar.

Sola y sin poder hacer nada al respecto, poco a poco iba perdiendo destello y su música se calmaba, a un grado de casi dejar de tocar. La estrella necesitaba encontrar un hogar con vida y libertad para sentirse viva pues, lo que a ella le inspiraba a tocar era pensar que existía vida y armonía.

Esa era la vida de aquella estrella, sola y vacía como su interior. No le servía de mucho tocar una canción cuando nadie más podía escucharla, aquella estrella, muy triste y sola, comenzó a llorar por su soledad.

— Hermosa estrellita, ¿Por qué estás llorando?. — preguntó una voz misteriosa.

La estrella sin poder ver ni sentir el origen de aquellas palabras, escuchó muy atentamente. Era una voz profunda y muy grave.

— Yo solo quisiera tener a alguien que pudiera escuchar mi canción, quisiera tener compañía y conocer los límites de éste universo. — contestó entre sollozos aquella estrella.

Y entonces no se volvió a escuchar la voz dentro de mucho tiempo...


Sola y desesperada la estrella buscaba una escapatoria o un lugar donde pudiera quedarse, ya que solo habitaba en una pecera, encerrada y limitada, su unico objetivo era tocar esa canción hasta que aquella voz le dijera cuando parar. De alguna forma u otra, estaba muy encariñado con esa estrella.

La estrella enun intento de darle un giro a las cosas decidió tocar otra canción, improvisando una nueva melodía para crear una armonía placentera y apacible para ella misma, de esa forma ella estaría tranquila y podría seguir con su destino.

Pero aquella acción estaba provocando que el oscuro vacio comenzara a llenarse de grietas, tarde o temprano esa bola de cristal donde ella se encontraba esclavizada se iba a romper si seguía tocando esa canción.

— Estrellita... Sabes que si destruyes tu hogar yo moriré, ¿verdad?. — comentó aquella extraña y misteriosa voz. — Yo he estado cuidándote de todo peligro, pues tu traes alegría y significado a mi existencia desde que te protegí, has sido mi única amiga. 

La pequeña estrella, confusa y sin mucho que decir, pensaba que si rompía aquella bola de cristal donde la misteriosa voz la tenía encerrada podría conocer por fin la libertad y la armonía.

Pero a un alto precio, perdería a la unica cosa que sin saber que era, escuchaba su canción y se deleitaba con ella.

— ¿Quién eres? ... ¿Y de qué me proteges?. — preguntó la estrella.

— Soy tu guardián, siempre has vivido dentro de mi caja músical y mi unico objetivo a sido protegerte de tu futuro. — contestó la voz preocupado por la estrella.

— ¿Cómo puedes protegerme de mi futuro?, ¿corro peligro? — volvió a preguntar la estrella, pues se encontraba llena de dudas.

— Tu melodía es la más hermosa que he escuchado, y yo fuí creado a partir de ella. Mientras tu deambulabas por todo el universo yo decidí ponerte a salvo en una esfera que imitaba otro universo, si tu sales de esa bola de cristal entonces yo moriré y jamás podré volver a escuchar tu canción de nuevo. — contestó la voz, mientras las paredes de cristal se agrietaban más y algunos pedazos comenzaban a caer, la canción aún continuaba y no podía ser detenida.

Legends: Una nueva aventuraWhere stories live. Discover now