Mi sufrimiento...termino.

Capitulo 3

— Haz hecho muchas tonterias y me estas desesperando, creo que quieres ganarte la muerte-dijo pasando lentamente la navaja por mi cuello pero no lo suficiente para hacerme alguna herida.

Las lagrimas comenzaron a caer recorriendo mis mejillas, Nash me avento a la cama y comenzo a besar mi cuello, su mano recorrio mi cuerpo hasta que llego a mi feminidad, desabotono y bajo el cierre, junto sus labios con los mios y fue quitando mis jeans, quite sus manos, el solo me miró y siguio quitandolo preferi no hacer nada.Quito mi blusa lentamente y comenzo a besar mi cuello. Quito sus jeans y camisa para despues quitar su boxer, volteo a verme y yo solo baje la mirada el desabrocho mi sujetador y lo tiro aun lado de la cama, tomo mis pechos y comenzo a masajearlos introdujo uno a su boca lo cual hizo que me estremeciera, cerre mis ojos fuertemente hasta que sentí sus labios con los mios mientras quitaba mis pantis. Yo solo lo observaba sus gestos, saco un pequeño paquete, lo abrio y lo coloco en su miembro que a estas alturas estaba erecto, tomo mis piernas y lo introdujo cerre mis ojos y aprete las sabanas con todas mis fuerzas, no se porque, pero sentia que era muy delicado a comparacion del dia anterior, se acerco a mi y besó mis labios delicadamente, no se que me habia pasado, esta vez no luche tanto como la primera vez pero solo era por que no queria que me dañara. Al terminar se vistio y salio de la habitacion, me meti al baño y abri la llave para ducharme, una vez que se lleno me meti, me hundi aguantando la respiracion, cerre mis ojos y solo pensaba en todo lo que me habia pasado en estos dias, sali para tomar aire y comence a llorar, me seque y me vesti con la misma ropa, era obvio que ya no traia mas, me mire en el espejo que estaba en el baño y vi que la puerta no estaba, fue asi como volvi a recordar lo que paso anoche,:todo me recordaba a algo, baje mi mirada hacia el lavamanos y recargue mis manos en el, cerre mis ojos y puse mi mente en blanco, claramente senti unas manos en mi cintura, abri mis ojos y voltee rapidamente y vi a un tipo mas alto que yo y moreno.

— ¿Qui-quien eres tu?-dije con miedo- el tipo rio.

— Soy alguien que no olvidaras-dijo para luego besarme en los labios, yo lo separe de mi y le di una bofetada con todas mis fuerzas, mi mano quedo doliendo y con ardor-¿¡Que te pasa?!-grite.

-No debiste haber hecho eso-lo mire confundida, y me devolvio la bofetada e hizo que cayera al piso, yo comence a llorar sobando mi mejilla aun en el suelo, el me tomo del cabello e hizo que me pusiera de pie, yo solo lleve mi mano hacia donde tenia la suya para tratar de quitarla.

— Esta noche te haré mia-me grito en el oido, me llevo arrastrando hasta la cama, rompio mi ropa y yo rompi en llanto, no podia creer lo que me estaba pasando, por mas que trate de que ese tipo no me hiciera nada lo hizo, solo fueron golpes y dolores entre mis piernas, cuando termino se fue, yo solo me quede llorando. Primero Nash y ahora él. Llore toda la noche hasta que me dormi, a la mañana siguiente me desperte, mas bien los rayos del sol que entraban por la ventana me despertaron, me sente en la cama, Nash estaba a mi lado aun dormia, ni siquiera me di cuenta cuando entro, ya que dormi profundamente, gire mi cabeza hacia en frente y la puerta del baño estaba puesta, note que estaba en ropa interior pero realmente no se en donde habia quedado mi ropa, ademas ese tipo la habia roto, ya no tenia nada que ponerme.

— ¿Que pasa?-dijo Nash. Me sobresalte.

— ¿De que? -Pregunte un poco tensa.

— Te noto algo extraña, pero tambien quiero hablar contigo-dijo tomandome de las manos.

— ¿Sobre que?-dije confundida y nerviosa.

— El tiempo que estaras aqui...Tienes que estar con algunos muchachos-dijo serio.

— ¿Que?-grite aventando sus manos-¿No te basta que este contigo?

— No es eso, ve el lado bueno, ganaras mucho dinero-dijo con una sonrisa muy falsa en su rostro.

— Entiendo...¿quieres que me prostituya?-dije con un tono de voz fuerte.

— Pues, no lo veas asi, velo del lado bueno solo estaras con unos cuantos.

— No, por favor- comence a llorar-Si quieres estare contigo y no te dire nada. Te lo juro, es mas si quieres lo hacemos ahorita dije quitandome las sabanas y besando su cuello.