Capítulo 31

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*narra melo*
Llegamos a casa, María seguía llorando, y yo seguía abrazándola fuerte. Delicadamente la dejé en la cama, le acerqué el pijama y esperé a que se lo pusiera.
No podía decir nada, lo que acababa de pasar, era demasiado. Para no pensar en ello, fui al lavabo, me miré en el espejo, parecía otra Melo, mi camiseta estaba llena de sangre, me saqué la camiseta. En el momento en que me la saqué, sentí como unos brazos me rodeaban la cintura y me abrazaban.

Cadepe:- gracias... *dije susurrando*

Empecé a llorar, mis piernas flojearon y María y yo nos sentamos en el suelo. La abracé lo más fuerte que pude, quería dejarle claro que la amaba, que no dejaría que le pasara nada malo. *narra maria*
Melo, estaba llorando, y me abrazaba fuerte. Porque es tan perfecta? Quiero olvidar lo que acababa de pasar hace unos minutos en la calle. Ella seguía llorando, con la llema de mis dedos le sequé sus lágrimas, y pude ver el moratón que tenía en el ojo.

Cadepe: -Melo... Tu ojo...
Melo: - no importa, lo importante es que tú estés bien.
Cadepe: - también es importante que lo estés tú. Oye...
Melo:- dime...
Cadepe: *me acerqué a sus labios y los besé*
Melo: *le seguí el beso* *narra María*
Me levanté del suelo y ayudé a Melo a levantarse, fui a por hielo para su ojo y la metí en la cama, la tapé y me metí yo, me acerqué a ella y la abracé. *narra melo*
Después de lo que acababa de ocurrir pensé que María no querría que la tocara, así que no intenté de abrazarla. Todo contacto físico con ella fue de ella hacia mi. La quiero...

Un amor incondicional Donde viven las historias. Descúbrelo ahora