El chico nuevo

Capítulo 2

Varias semanas habían transcurrido y todo lo que Shuuya conocía cambiaba poco a poco ¿Cómo era posible? Una simple persona podía alegrarle el día, era un tanto extraño.

―y ¿Qué harán después de clases? ―mencionó Midorikawa mientras caminaban

―nada interesante ¿Y ustedes? ―respondió el peli azul mientras revisaba los mensajes de su celular

―pues ¿Por qué no vamos a mi casa? Mis padres no están así que quizá podamos hacer algo

―lo que pasa es que el bebé no quiere estar solito―dijo burlón Goenji

―no es eso―se rascó la cabeza―lo que pasa es que no quiero estar aburrido

―pues a mí me parece buena idea―sonrió Shirou―yo iré ¿Y tú, Goenji?

―no lo sé, a lo mejor sí o no sé, quien sabe

―anda, Goenji, si sabes bien que después de clase no tienes nada que hacer

―y tú ¿Cómo sabes eso?

―lo intuí―sonrió

―está bien―devolvió la sonrisa―y tú Kazemaru ¿Iras? ¿Kazemaru?

―es inútil―dijo Midorikawa mientras lo abrazaba―ha estado toda la semana pegado al celular mensajeandose con su nuevo novio

―NO ES MI NOVIO―se quejó―es un amigo que conocí, es del club de fútbol

―pues ¿Por qué no le dices que venga? Sirve que lo conocemos ¿No? ―propuso Shirou

―no creo que esa sea una buena idea...

―LO SABÍA, es horriblemente feo―interrumpió Midorikawa

―POR SUPUESTO QUE NO...lo que pasa es que llevamos muy poco de conocernos y el presentárselos sería algo como muy raro

― ¿Raro? ¿Sabes que es muy raro? Estarse mensajeando y hablando todo el tiempo con alguien que apenas si conoces

―nunca creí que diría esto pero Midorikawa tiene razón además somos tus amigos no tus padres así que ¿Qué tiene de malo que nos presentes a tu nuevo "amigo"? ―dijo Goenji

Las últimas horas de clase pasaron más lento que de costumbre, era normal ya que los exámenes estaban cerca y la lluvia pegando en la ventana hacían más tedioso el momento, el último timbre sonó anunciando la hora de salida, la pequeña lluvia no era impedimento para los estudiantes quienes salían apresuradamente de la institución.

―Oye, Shirou―gritó a la distancia el peli verde― ¿Vendrás con nosotros?

―debo entregar unas cosas pero yo llego a tu casa directo ¿Te parece?

―de acuerdo pero ¿No quieres que te acompañe? Puede que caminar solo sea algo peligroso

―no te preocupes, será rápido, yo llegaré directo―añadió mientras continuaba con su camino

― ¿A dónde va? ― preguntaba extrañado Goenji mientras se acercaba al chico

―dijo que tenía que entregar unas cosas pero que después iría a la casa

― ¿Y lo dejaste ir solo?, estás loco―regañó al peli verde―iré con él no quiero que le pase algo

El moreno salió corriendo, le preocupaba que el chico caminara solo por la calle y más aún cuando empezaba a oscurecerse, tuvieron que pasar algunas calles antes de poder encontrarlo

― ¡Shirou, espera! ―gritó el peli crema―por fin te alcancé

―Goenji ¿Qué haces aquí?

―bueno pues me preocupe por ti, ¿Sabes lo peligroso que es andar así por las calles de noche? Es muy peligroso, muy peligroso―respondió apenas recuperando el aliento― ¿Y? ¿Qué vas entregar?

―voy a devolver algo que compré en una tienda, nada importante, muchas gracias por acompañarme

Goenji solo sonrió y ambos entraron a la tienda, una plática sencilla mientras el encargado revisaba la bolsa y garantías, salieron unos minutos después aunque afuera la lluvia ya caía con más fuerza.

― ¡No puede ser! Y ahora ¿Cómo se supone que nos vamos a ir? ―pregunto el peli plata

―no lo sé―se frotó las manos―quizá sea buena idea quedarnos aquí a esperar que la lluvia se calme un poco aunque hace mucho frio―miró al otro de reojo―estás temblando, toma mi chamarra

―no, estoy bien es solo que...

―No, tú no estás bien y lo sabes―le entregó la chamarra―anda, póntela y no protestes, la lluvia no tiene para cuando parar y cada vez hace más frio así que...no sé, podemos correr e ir a mi casa, está dando vuelta y ahí esperar que se calme para poder llevarte a tu casa

― ¿A tu casa?

―sí, bueno es más bien un departamento, vivo yo solo así que no habrá problema...suena feo lo sé pero te juro que es con la mejor intención del mundo

―está bien pero solo si prometes portarte bien―habló divertido Shirou

―lo prometo―sonrió el moreno