Capítulo 5

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Capítulo 5...


Por un momento nadie dijo nada, el peli plata había cometido un error que podía ser muy grave.

― ¿Vas a contestar? ¿Por qué estabas en casa de Goenji?

―bueno pues―guardó silencio por un rato―fuimos ahí porque estaba lloviendo

―ya veo pero estuvo lloviendo hasta muy tarde ¿Por...? NO ME DIGAS, Fubuki por favor dime que no pasaste la noche en su casa

―yo no pasé la noche en su casa―mintió lo mejor que pudo el menor

― ¡NO PUEDE SER!―corrió en círculos―es increíble que hayas pasado la noche en casa de Goenji ¿En qué rayos estabas pensando?

―él ofreció su casa y yo no lo vi mal además él se portó muy lindo

― ¡Oh por dios! Pasó algo entre ustedes ¿No? ―se apresuró a preguntar el peli verde

―claro que no, como crees... ¿Cómo dices eso?―respondió bajando la cabeza

―increíble―agitó las manos―nunca en mi vida lo hubiera pensado de ti, Fubuki

― ¿CÓMO ES QUE SACAS ESAS CONCLUSIONES? ―gritó el chico―además tan solo nos besamos y ya, no pasó nada más

―Y ¿Te gustó?

―pues sí, fue muy lindo―se sonrojó―pero no se...tengo muchas cosas en la cabeza

―mira no quiero ser chismoso, verdad―miró a su alrededor―Goenji es un tipo algo extraño, hemos sido amigos mucho tiempo y lo conozco y puedo casi asegurarte que tú le gustas mucho

― ¿De verdad? entonces ¿Crees que sea buena idea hablar sobre lo que pasó?

―no lo sé―se rascó la cabeza―puede que sí, Goenji suele ser muy torpe con esas cosas así que no creo que se enoje si tomas un poco la iniciativa

Unas palmadas en la espalda bastaron para sacarle nuevamente una sonrisa, la clase de deportes comenzaba, Ryuuji se apresuró a alcanzar al peli azul quien se concentraba en correr las veinte vueltas obligatorias lo más rápido que pudiera.

―no puedo creer que no te canses―apenas pudo decir el otro intentando alcanzarlo―espérame, creo que me va a dar un infarto

―se nota―disminuyó el paso―y ahora ¿Qué quieres?

― ¿Cómo que qué quiero? Somos amigos, ¿No puedo simplemente acercarme a platicar?

―por eso mismo lo digo, somos amigos y te conozco, mientras menos corras estás mejor pero aquí estás intentando seguirme el paso así que mejor nos ahorramos tiempo y me dices que quieres ¿No?

―bueno―suspiró―sabes que a mí no me gusta pedirle favores a la gente pero esta semana alguien llegará a nuestra escuela, un nuevo alumno y aunque no estará en nuestro grupo digamos que me ofrecí como voluntario para mostrarle la escuela

― ¿Voluntario? Vaya, eso sí me sorprende pero ¿Y yo que tengo que ver en todo esto?

―era eso o que me castigaran por romper una ventana, la cosa es que precisamente tengo algo que hacer a esa hora y no podría mostrarle la escuela así que quería saber si tú podrías hacerlo...como un favor ¿Si?

―No además ¿Qué gano yo con eso?

―pues―se quedó pensando―mi más grande agradecimiento y cariño

―ni loco―respondió el peli azul antes de seguir corriendo

―está bien―lo alcanzó nuevamente―haré lo que tú quieras

― ¿ves? Esa es la actitud, de acuerdo, lo haré

La última hora comenzaba, para su fortuna hora libre, los chicos estaban en el patio cerca del estacionamiento esperando el último toque.

― ¿Y tú desde cuándo juegas fútbol? ―preguntaba Shirou al ver a su compañero intentando patear el balón―no eres para nada bueno

―se lo dije pero no entiende y menos ahora que Endo le prestó un balón―habló Kazemaru

―lo que pasa es que me tienen envidia―dijo de broma―es más, Endo me enseñó a hacer un truco con el balón, miren, les mostrare como se hace, solo tienes que patear el balón y...

Tremendo golpe el que recibió el Ichirouta en pleno rostro, su enojo hacia el otro chico no se hizo esperar aunque éste ya había huido.

―ahorita me las va a pagar―decía antes de salir corriendo tras él

―Hola―saludó alguien tras el peli plata―siento interrumpir pero estoy buscando a Kazemaru ¿Lo conoces?

―precisamente acaba de salir corriendo―respondió Fubuki dándose la vuelta para mirarlo― ¿Es algo muy urgente?

―no mucho―sonrió―lo que pasa es que me dijeron que él iba a mostrarme la escuela y...

―sí, escuché algo sobre eso, ¿Así que tú eres el nuevo?, bien, no te preocupes, yo te ayudaré― respondió con una sonrisa el peli plata 

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora