Prólogo

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Estaba agotado pero sabía que tenía que ganar esta pelea,Gabriel me dijo que si lo hacía atraería a patrocinadores. Tenía que hacerlo necesitaba el dinero, así que acumule toda mi fuerza en mi puño y  fue directamente en el rostro de mi contrincante pero eso solo lo hizo enfurecer y el me dio un golpe más fuerte que hizo que cayera, ya no podía seguir me dolía todo así que sólo me quedé acostado en el ring, pude ver el rostro de Gabriel gritándome que me levantara, empecé a escuchar como el referí empezaba contar.

--10
Recordé aquella vez tan sólo tenía 17, mi padre...

--9
Mi padre golpeándola una y otra vez sin parar no podía hacer nada solo me quede mirando.

--8
Ella me gritaba que me fuera que saliera de hay que si no me mataría a mi también, pero yo no podía dejarla sola...

--7
Vi lágrimas recorriendo sus mejillas, no pude más y avance hacia ella, seguía gritandome--¡¡Nooo!!¡¡Vete!!¡¡Vete!!¡huye!
No sabía que hacer...

--6
Lo único que se me ocurrió fue poder tomar una lámpara que estaba cerca pero el fue más rápido y me soltó un golpe en el estómago y otro en el rostro que me hizo caer al suelo, se dio la vuelta pero mi madre estaba de pie en frente de el...

--5
Ella sostenía la lámpara que antes quería tomar, así que la estrelló con fuerza en su cabeza haciéndolo caer.

--4
Mi madre se acercaba a mi ella se veía muy mal estiro su mano frente a mi para ayudarme a levantar pero mire hacia tras de ella...

--3
El se estaba poniendo de pie así que yo también lo hice y me abalancé sobre el...

--2
Me puse de pie en el ring furioso me acerqué a mi contrincante, sólo miraba el rostro de mi padre  sorprendido al ver que me dirijia así el. Entonces pasó con mi mano forme un puño y lo golpee en la cara, cayó al piso y ya no volvió a levantarse. Mi madre me miró y después me abrazo, me susurro al oído y me dijo...
--Todo estará bien, ahora lo estará...

Fue hay cuando reaccione, el referí alzaba mi brazo en forma de victoria, mi contrincante yacía en el suelo inmobíl.
Todo el mundo gritaba mi nombre y aplaudía. Pero de pronto todo el ruido despareció y la mire, su mirada mostraba orgullo y felicidad, ella lo era todo para mí y yo lo era todo para ella.

Una Vida Por DelanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora