Diciembre 16 de 1915
Una dama de alta sociedad, caminaba por la calle de noche, tenía una larga capa con capucha puesta para evitar que alguien la reconociera, lentamente se fue adentrando al bosque.
La señora Vanessa Blackwell era una dama de sociedad muy distinguida entre todos ricos de la ciudad, y no había quien no la conociera, era una señora elegante, de clase y belleza. Sin embargo ella tenía un problema.
Había perdido la cabeza, por su frustración al no poder tener un hijo, había intentado de todo, y aun así nada había dado resultados, ella no entendía cuál era el problema, deseaba con todo su ser poder tener aunque sea un hijo.
Poco a poco, la señora llego a una cueva que se encontraba en las faldas de una montaña, se decía que era una cueva milagrosa y que podía conceder casi cualquier deseo.
Se adentró poco a poco en ella mientras se descubría la cabeza.
-hola?... vine aquí por un milagro- dijo de manera insegura en la soledad de la cueva, no escuchaba nada mas que el eco de su propia respiración y el aire que iba y venia.
-creo que solo era un mito...- resignada dio media vuelta y se topó con una horrenda criatura, intentaba parecer humano, pero solo era un ser deforme, ojos inyectados de sangre y mandíbulas gigantescas.
-estas dispuesta a pagar un precio?-
-si... si lo estoy- respondió un tanto mas segura pero aun asi atemorizada. La criatura guardo silencio, y de la nada todo se torno negro.
El trato estaba hecho, y después de nueve meses, la promesa fue cumplida.
La señora había dado a luz a dos niñas, gemelas casi idénticas, y aunque no podría disfrutar el estar con ellas, nunca se arrepintió de nada.
Ahora estando viudo, Nicolas Blackwell se encargó de la crianza de sus dos hijas, y siempre se aseguró que nuca les faltara nada, el dinero no era problema, eran una de las familias mas ricas de todo el estado.
Los años fueron pasando y las niñas iban creciendo en un ambiente muy peculiar, entre criadas y sirvientes, siempre antendidas hasta en las menores necesidades.
Pero su verdadero dolor estaba por llegar.
Iris y Elizabeth Blackwell, dos niñas hermosas y de buenos modales, a pesar de ser gemelas habían salido totalmente diferentes.
Iris era de cabello rubio, ojos color verde manzana, de carácter dulce y muy encantador. Por otra parte Elizabeth, de cabello rojizo y ojos color plateado, era más retraída, siempre se empeñaba en separarse del resto de la gente, aunque siempre se le obligaba a convivir con otras personas.
Todo se veía normal, pero el padre estaba preocupada por Elizabeth, la menor de sus hijas, porque había cosas que no le parecían para nada, y era que Elizabeth tenia comportamientos extraños, hablaba sola, caminaba sola en la noche por toda la mansión, y cuando iban a misa, Elizabeth siempre se comportaba de manera muy agresiva.
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MIS CREEPYPASTAS (historias oficiales)
Horror"Una historia, es un conjunto de acontecimientos y hechos vividos por un individuo, marcan su conducta y es la base de todo lo que hace, involucra sus razones y motivos, sus temores, es el inicio de todo lo que es, y es el cause que lo lleva hacia t...