El Violinista

Capitulo 1: Sentimientos

— ¿En serio? ¿Tan solo quince? —Ellen se quedó mirando a todos lo que conformaban el círculo fuera del salón de clases.

— Si, dos se retiraron y los otros cuatro reprobaron —comento Bradley.

— Ya es normal —soltó Leo—. Esto no es para todos.

— Aquí nos quedamos los que somos —soltó Park. Tanto él como Leo se chocharon las manos entre sí.

Era algo normal que cada semestre algunos se retiraran o no lograran pasar, sobre todo porque la Ingeniería no es algo que fuera muy fácil.

Hace dos años cuando Connor ingreso a la carrera, la Ingeniería era la faculta con más personas, con alrededor de noventa estudiantes. Hoy tan solo quedaban treinta. Quince de ellos pertenecientes a informática, en la cual él se encontraba.

— Y otros no se sabe cómo lo lograron —soltó al aire una chica que estaba a unos metros de ellos; pocos escucharon pero comprendieron. Así mismo como cuando el vago de secundaria pasa a siguiente año sin hacer nada, solo pasa. Algo misterioso.

— ¿Alguien sabe algo de Cisco? —pregunto Brad. Todos negaron mirándose el uno al otro.

— Bien, ya pasaron los quince minutos —Miss. Collins pasó por su lado para dirigirse a la puerta del salón de clases-. Todos a dentro.

Los chicos entraron y se organizaron de nuevo en sus lugares, todos a diferencia de alguien. Clark no estaba sentado a su lado si no Ellen.

Piel canela como si el sol la hubiese besado y cabello ondulado coloreado de un rojizo oscuro. Era a quien más confianza le tenía Connor. Pero la confianza del tipo "Me hare contigo porque sé que no me dejaras hacer el trabajo a mí solo".

— Intentas impresionar —dijo Connor mirando en dirección a la pizarra.

— ¿Qué? —pregunto confundida. Connor giro a verla con una mirada obvia.

— Estas usando tacones —señalo con su mirada debajo de la mesa-. Y ese labial rojo... de seguro lo compraste en ganga.

La chica se llevó los dedos a los labios y Connor creyó ver lo que parecía lo más cercano a un puchero.

— No intento nada, solo es el primer día, quien no quiere verse bien el primer día de clases —se defendió.

— Los primiparos seguro sí —comento el chico—. Pero es porque eso mismo son. Primiparos. Tú, pareces... bueno, no se...

— ¿Urgida? ¿Desesperada?—pregunto la chica.

— Los has dicho tú, no yo.

Ellen era la típica chica inteligente que aunque no es hermosa tiene características que la hacen ser lo que es. Una chica que estudia Ingeniería. Eso no se ve todos los días.

Pero desde el semestre pasado su obsesión por la belleza comenzó al darse cuenta que Peter, un chico de otra carrera, estaría en varias de sus clases el periodo pasado y muchas más en este.

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— ¿Cómo es que no se llena? —pregunto Brad mientras él y los demás en la mesa observaban comer a Park.

El chico verdura. Bueno, en realidad ese no es su apodo, pero así le llamaba Connor. Todo en base a que su apellido es el nombre de un vegetal, el cual nunca se memorizo pero sí pudo relacionarlo con una verdura.

— Somos un barril sin fondo —dijo Leo en defensa de ambos.

Leo era la otra mitad de Park, como si ambos hubieran sido separados al nacer o su padre hubiera sido muy juguetón en la adolescencia. Pues ambos eran como la versión freak de Drake y Josh. Siendo Park la bola de grasa y Leo el chico que se cree cool por usar gafas oscuras.