¡Un deseo de Navidad!

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Un deseo de Navidad

El orfanato “Liartt”, ubicado en Londres, era un lugar, que a pesar de ser humilde, albergaba a más de 40 niños con necesidades especiales.

Tiffany era una de las infantes que se alojaban en aquella “casa-hogar”, había sido encontrada en la afueras de la ciudad cuando era tan solo una bebe.

Como ya se ha mencionado anteriormente, el orfanato carecía de recursos económicos, por lo tanto, el viejo edificio se encontraba prácticamente en ruinas.

Sin embargo, eso no impedía que en ese lugar rebozara el amor y la alegría infantil.

Tiffany tuvo un accidente hace algunos años; cuando una viga cayó encima de su pierna, provocando que la pequeña sintiera un agudo dolor, símbolo de que se había fracturado esa extremidad. Por los años siguientes, tuvo que movilizarse por medio de un par de muletas mal fabricadas.

A pesar de eso, Tiffany solía ser una niña muy dulce y agradable. Tanto niños como novicias la apreciaban mucho.

Los niños de “Liartt” eran muy risueños, pero, la mejor época del año para ellos era sin duda alguna: La Navidad.

Las novicias preparaban regalos y recaudaban donaciones durante todo el año para complacer a sus queridos niños en la nochebuena.

Como era costumbre, hornearon el pavo, cocinaron las galletas y adornaron el edifico como pudieron con la cooperación de los entusiasmados infantes.

Llegaron las 12 pm y ya se comenzaban a ver las estrellas en el cielo nocturno en aquel clima nevado.

Los copos de nieve caían y el viento se hacía cada vez más gélido.

En aquel tiempo tan frío, una figura varonil y tambaleante se acercaba lentamente hasta el Hospicio. Se trataba de un ladrón que había escapado de la prisión.

Al ver las luces encendidas del Orfanato, decidió ir ahí y buscar alojamiento tan solo por unos minutos.

Mientras más se acercaba, mas escuchaba los villancicos que los niños entonaban alegremente. El hombre toco la puerta y al poco tiempo una anciana le abrió y lo dejo pasar con la condición de que se vistiera de Santa Claus para animar su celebración navideña.

Él accedió y cumplió con el trato. A cierta hora, las novicias decidieron que ya era demasiado tarde y se retiraron junto con los niños a dormir.

El ladrón, aprovechando la total oscuridad y que las novicias se habían retirado ; cogió todo lo que pudo y se dispuso a fugarse.

Pero, antes de abrir la puerta y salir por ella, sintió un tironeo en su roja chaqueta. Al ver hacia abajo, noto la presencia de una niña.

Tiffany observo el bolso que contenía una multitud de cosa y saco de su bolsillo una cajita de terciopelo rojo.

-Tenga!-se la entregó-…Esto también es para los otros niños-dijo con inocencia pensando que el bolso contenía los regalos para el resto del mundo…Pero, quiero un deseo a cambio.

El hombre se arrodillo hasta quedar a la altura de Tifany y vio la pierna fracturada. Supuso que su deseo seria poder volver a caminar.

-Y cuál es tu deseo?-interrogó.

-Quiero que mis amigos consigan ser adoptados-dijo decididamente.

El ladrón enarcó una ceja. Nunca pudo pensar que la pequeña pediría eso.

-Estas segura??

-Si-asintió con la cabeza-¡Ese es mi deseo de Navidad!

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