El sillon viejo

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Mis hijos, son lo único que me queda desde que murió su madre, los cuide por años sin que les faltara nada, siempre hiba a casa en la hora de el almuerzo para poder verlos, hice a unas personas admirables, estoy tan orgullosos de su avance en la vida, ellos eran muy agradecidos de tener un padre como yo, me sentía querido por ellos, no necesitaba nada mas.

Hasta... Que caí en una enfermedad, tenia problemas de digestión, es decir que, mis necesidades salían en cualquier momento, y como yo ya estaba viejo, me costaba moverme, en casa mis hijo me cuidaban, parecía un bebe cuando ellos me hiban a cambiar, pero ellos siempre me repetían cuanto me querían.

Hibamos por la feria y veo un sillón, eran un sillón viejo, un poco sucio, pero me gusto, con el dinero que me quedo de mi jubilación lo compre, mientras escuchaba susurros que venían de mis hijos, quienes ahora me miraban con despresio, llegamos a la casa, acomodamos el sillón y me senté, sinceramente, era muy cómodo, podría estar todo el día sentado en el, sin pensar en los problemas, sin siquiera darme cuenta que el tiempo pasa, olvidando por un momento de las personas que se alejaban, solo pensando en mi, y en lo cómodo que me siento, hace mucho que no me sentía hací.

Hasta que se hace de noche, no esperaba dormir tanto, pero, escucho la voz de mi hija, estaba hablando por teléfono, me asomo por un momento para escuchar mejor, y consigo escuchar que dice.
"Si yo creo que debería ser mañana", y se detiene un segundo, solo reacciono golpeando la puerta y pasando, ella me sonríe, con una sonrisa forzada y me dice.
"necesito dormir, buenas noches", entendiendo la indirecta salgo de su cuarto y me voy al mio.

Me levantó, es temprano, pero escucho sonidos abajo, bajo para ver que ocurre, estaban mis hijos hablando con dos hombres, en eso me llaman para decirme que baje; apenas bajo me dicen que me vaya con ellos, me niego y me alejo, se acercan lentamente diciéndome que tengo que ir con ellos, miro a mis hijos y ellos solo apartan la vista de mi; corro, tropiezo en la cocina, los hombres me agarran pero sigo forcegeando con ellos, en eso llega mi hija y me grita.
"¡¡puedes dejar de hacer un maldito escandalo, ya estoy aburrida de ti, de tener que cuidarte como a un bebe, de tener que preocuparme de ti a cada hora, de ese maldito olor a mierda, de tus caprichos, ya no te aguanto, estos hombres te vienen a buscar porque no te queremos aquí!!", esas palabras me doliero mucho, decidí dejar de forcejear y me pare, me afirmaron de los hombros, les dije.
"se caminar por mi cuenta, ¡¿vale?!" me soltaron, empecé a caminar sin mirar a mis hijos, no podía mirarlos a los ojos, a fuera había una furgoneta, entre con miedo, empezó a acelerar, me recoste en el suelo hasta quedarme dormido.

Al llegar me di cuenta de que mis pantalones estaban sucios, *maldita enfermedad*, pense con odio, en cosa de segundos el auto se detiene bruscamente, desde el asiento del conductor me gritan. "¡ya llegamos viejito!", se bajan y abren la puerta trasera del furgón y al verme dicen.
"¡a vamos¡, ¿enserio viejo?, no puedes, no puedes hacerte ahí, después tengo que limpiarlo, ahora entiendo porque tus hijo ya no te querían en casa, ¡ten!, ponte esto, te llevaremos en una camilla a tu habitación, para que los demás viejos no te vean en estas condiciones", me subí a la camilla sin decir nada y me pusieron un chal encima, entramos, era un lugar grande, blanco, un poco descuidado, pero, vacío, ni un solo anciano, sólo enfermeros y enfermeras, me llevaron a mi habitación, me pusieron en la cama, salieron y cerraron la puerta, por fuera de la puerta uno dijo.
"en una hora sera la hora de la comida, hay podrás salir", paso una hora y salí a almorzar, en ese momento no me esperaba ver lo que ahí pasaba, habían abuelitos llorando, otros que gritaban nombres maldiciendolos, otros que daban sus plegarias a Dios, habían algunos que corrían como niños mientras que los guardias se les tiraban encima para contenerlos y otros que simplemente parecía que estaban muertos, me dio mucha rabia y pena porque probablemente lo mismo me pase a mi, y no quiero que eso pase, quiero seguir en mis cavales, almenos por ahora, no quiero volverme loco, me dolería mucho pensar en lo que me e convertido, en un demente.

~Un tiempo después~

Hace como 3 años que estoy aquí y es horrible, te dicen que hacer, cuando hacerlo, no te dejan hacer lo que ellos no quieren que hagas y sales de la habitación cuando ellos quieren que salgas, quiero salir, ya se que haré, cada mes nos dejan llamar una vez y ya se a quien llamare, pero, solo es una llamada, tengo que pensar bien en que dire, porque si me corta la llamada, estoy perdido porque no podría llamar de nuevo, y no tendría mas oportunidades hasta el próximo mes.

~3 días después~

La puerta se abrió, y una voz femenina dijo.
"te toca" me dijo mientras hacía señas de que saliera, salí y llegue al teléfono, les pedí privacidad y se alejo solo un poco, no me quitaría el ojo de encima, marque el numero y espere a que respondiera, hasta que escuché la vos qué esperaba.
"¿quien es?", pregunto con una voz muy desafiante, respondí temeroso.
"so... soy yo ¡Enrique!", se quedo en silencio por un momento y despues dijo.
"pero eso es imposible, Enrique está muerto, hasta fui al funeral", me quede atónito, no podía creer que mis hijos fueran capaces de eso, me tranquilise y dije.
"malditos... no compañero, me enviaron a un asilo para enviar a esos viejos a los que no quieres volver a ver, pero por suerte te dejan hacer una llamada por si tus familiares se arrepienten, tal ves digas que no pero necesito un favor", no tardo en responder. "claro, lo que sea, menos dinero, eso no, y además, si llegas a estarme mintiendo haré tus días más miserables de lo que ya son", no tube miedo ya que decía la verdad, pero me quede un momento pensando en cual era el nombre del asilo, ya que no me sabia la dirección, pero después de pensar bien, dije.
"no tranquilo, no es dinero, esto es lo que tienes que hacer..."

~Al día siguiente~

De nuevo me tocan los malditos paseos, siempre quedo cansado y ellos fingen que no lo notan, después de un rato llega alguien y salimos a pasear, todo era como siempre, hasta que llega un auto y se frena frente a nosotros, se baja un tipo con pañuleta y golpea a mi acompañante, con una sonrisa en mi rostro le digo. "que bueno que viniste, sabía que lo harías", me mira, y sorprendido dice.
"entonces era verdad, estad vivo, esperaba encontrar a algún viejo mentiroso y también darle una paliza", sonreí un poco y dije.
"ya vámonos que en una hora mas, si no llego al final del recorrido sabrán que algo paso", nos subimos al auto y aceleró a lo mas que pudo hasta que logramos salir de lo que es el metro cuadrado del asilo, me miró y preguntó.
"estas seguro que quieres ir", lo mire y solo moví mi cabeza en un gesto de aceptación, en cosa de una hora, mire por la ventana, hay estaba, mi vieja casa, que ahora si que estaba vieja, me baje del auto, y mi viejo amigo dijo. "oye, cualquier cosa, tu solo buscame", me asome por la ventanilla y dije.
"pase lo que pase, aunque me lleven de nuevo tu no hagas nada, solo deja que me lleven", me miro y dijo.
"Bueno, siempre fuiste haci"
acelero sin bajar la velocidad hasta que se fue de mi vista, me doy vuelta y me acerco a la casa, agarro la manilla y me doy cuenta de que esta oxidada, simplemente empuje la puerta y se abrió, la casa, por dentro estaba vacía, todas las habitaciones estaban vacías, solo quedaba una cosa, en mi habitación, aun estaba mi sillón viejo, cerré mi habitacion con el seguro, me senté en mi sillon y me quede dormido, al despertar sentí como un auto frenaba fuera de la  casa, mire por la ventana y dos hombres se bajaron del auto, entraron a la casa y se sentía como recorrían toda la casa hasta llegar a mi habitación, hay, al darse cuenta de que estaba con seguro, empezaron a  golpear la puerta con todas sus fuerzas gritando.
"¡¡maldito viejo decrepito, abre la puta puerta sabemos que estas ahí!!", al notar la situación me pare de mi sillón, fui hasta una tabla que estaba en el suelo, donde escondía mis medicamentos, por suerte aun estaban hay, mire el sillón, pense en la sociedad de mierda que tenemos, me acercó a mi sillón, me siento, tome todas mis pastillas, salieron unas lágrimas de mis ojos y pude dormir.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2017 ⏰

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