Contención psiquiátrica, necesito su ayuda

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Fue en ese momento cuando Sandra se  decidió a pedir ayuda.
El momento en el se dio cuenta que la salud mental de su hija, Lucy, no era la de siempre.

Ya habían pasado tres meses del terrible accidente, desde ese entonces la vida había cambiado mucho para Sandra

-Mamá... ¿quién es el niño a tu lado?

-Cariño, ¿de que niño hablas? Aquí solo estamos tú y yo.

-Mamá está a tu lado, ¿no lo ves?

-¿Quién? Lucy aquí no hay nadie.

La niña comenzó a gritar entre llantos.

-¡Lucy aquí no hay nadie!-Sandra estaba desesperada, no quería admitir que su hija estaba desquiciada, no podía hacerlo-hija por favor.

-Mami, ¡dile que se vaya!

Sandra ya no pudo resistirlo y entre lágrimas tomó el  teléfono.

-Hola, ¿contención psiquiátrica? Mi hija necesita ayuda.

-Cálmese y descríbame que está sucediendo-dijo la voz de un hombre desde el teléfono .

-Mi... mi hija dice ver a un niño-Sandra no podía creer lo que decía entre sollozos- ella... ella solo dice eso, dice ver a un niño, esta temblando, llora y grita, por favor señor ya no se que hacer.

En unos cuantos minutos llegaron dos hombres con un carro quiénes decidieron llevarse a la niña al hospital psiquiátrico mas cercano.

La niña estaba en la camilla, dormida, apenas se movía su pecho cuando respiraba.

-Cariño te prometo que saldrás de aquí.

Sandra ya no podía controlar sus lágrimas.

En eso entro un hombre quién  ella supuso que era el psicólogo.

-Hola, yo soy Walter, yo atendí su llamada, ahora vendrá un psicólogo pero tenemos que salir de aquí.

-No me iré, no dejaré a mi niña sola aquí.

-Ella estará bien, pero tu no puedes estar aquí.

De pronto se abrió la puerta
-¿Usted que hace aquí?-una mujer  de unos 60 años y con cara poco amigable entro en la habitación-usted no puede estar aquí, salga.

-Te lo advertí-dijo Walter  saliendo de la habitación.

-Lo siento señora-Sandra se disculpo y salió de la habitación- Walter, ¿que se supone que le harán a mi hija sin mi consentimiento? Es solo una niña, tiene que estar con su madre.

-No puedes estar ahí, te aseguro que ella esta con los mejores profesionales en psicología infantil.

-No dejare a mi hija sin mi.

-Has lo que quieras, cuando te saquen nuevamente no me digas que no te lo advertí. Estaré en la cafetería por si me necesitas. Ya sabes, si vienes, yo invito-dijo Walter retirándose.

Sandra se detuvo a pensarlo, después de todo el tenía razón, la señora no la dejaría entrar y su niña estaba bien acompañada.

Sandra fue a la cafetería y ahí estaba el.

-Veo que viniste.

-No tengo mucho más que hacer.

-Tengo una idea, que dices si vamos a comer y mañana temprano vienes a ver como esta Lucy?

-Ella no me necesitara verdad?

-No podrás estar con ella hasta el horario de visita.

Y así Walter y Sandra se retiraron.

LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora