Oye, no sé qué me pasa, no sé si es la fiebre o qué pero solo tengo ganas de decirte todo el tiempo que me haces muy feliz, que aunque no te vea pienso en ti siempre, que sé que me has cambiado y no solo yo lo sé porque todos se han dado cuenta, porque siempre espero las 2 o las 3 para que llegues a tu casa y saber que estás bien. No sé ni porqué te digo esto porque me parece ridículo, pero aunque eres como un fantasma por el hecho de que no te puedo ver, te puedo sentir.
Gracias por enseñarme a amar, porque de algún modo sé que te amo, te amo sin importar la distancia, sin importar que no te pueda tocar ni la mejilla pero sé que hay algo bueno de eso porque la distancia sirve para acumular besos y abrazos.
Te amo como no he amado a nadie y creo que nunca te podré olvidar y ¿Por qué? Te preguntarás, pues simplemente porque has sido tú quien me ha salvado la vida.
