CAPITULO UNO
Daniel Lauder
Conocí a Daniel en el séptimo grado de la secundaria, cuando se transfirió desde Denver hasta Tempe, Arizona mas exactamente Jacksonville un pueblo tan pequeño que todos se llegan a conocer. Suficientemente grande para tener un centro comercial pero no suficientemente poblado para tener un Starbucks, el lugar donde yo Georgina Agner, o como todos mis amigos solían llamarme Gigi, había nacido y crecido,- al igual que mis dos hermanos mayores; Mason y Jacob-.
Daniel era la clase de chico con el que todos querían estar; agradable, divertido, libre... del tipo del que te sientes atraído por ese magnetismo de chico malo. Tratar de recordar la razón por la que nos volvimos amigos me resulta un poco desilusionador pues no lo hago, al mirar atras ya nos veo juntos desde una cierta etapa de mi vida, de alguna forma, en mi mente no esta claro, el entonces ya estaba a mi lado. No fuimos realmente cercanos si no hasta el ultimo año de la secundaria, justo antes de la universidad.
—Tienes que escuchar esta canción— dijo Daniel acercándome su auricular mientras ambos estábamos tumbados en el pasto de las canchas de la escuela junto al pequeño grupo con el que solíamos estar a la hora de los almuerzos y tiempos libres. Mi cabeza reposaba sobre su regazo mientras peinaba mi cabello con los dedos.
Un poco perdida entre la serenidad del momento y el sueño que repentinamente había golpeado mi cuerpo acomode el audífono en mi oreja y espere a que le pusiera play.
Una suave y pausada canción comienzo a sonar.
No era exactamente una experta en música o instrumentos se tratase pero por lo poco que había visto a Daniel practicar junto a su banda en la bodega abandonada en la que todas las tardes se juntaban, supe que se trataba de un bajo, seguido por una batería en un ritmo pausado y ligero, entonces la letra comienzo a sonar...
"I'm so happy because today I've found my friends ... They're in my head I'm so ugly, but that's okay, cause so are you..."
Mire a Daniel a los ojos mientras la canción sonaba en mi cabeza, el me sonrió casi entusiasmado y yo le correspondí la misma forma...
Ladee.
Daniel no era la clase de persona a la que se le puede decir "apuesto" el no era exactamente feo. De ninguna forma, nunca lo creí de esa forma, el simplemente tenia un atractivo... tosco, algo que el estándar de belleza para las chicas de Jacksonville no iba. Por alguna razón la generación de chicas, mi generación; había cogido un gusto por niños un tanto... femeninos, con rasgos finos y voces suaves. Y Daniel... Daniel era mas del tipo que te hace observarlo por la fuerza que su mirada azul lo hace, como te atrapa y te deja sin aliento. Por la confianza y seguridad con la que se mueve al llegar a un lugar; era alto de cuerpo fornido y una voz gruesa que te pone la piel de gallina
Habian muchas cosas que me gustaban de Daniel; desde su forma de defender su punto de vista; de doblegarte con palabras hasta que estés de su lado, hasta la forma en la que me hacia sentir pequeña entre su ancho pecho mientras me tomaba entre sus brazos y me estrechaba contra el. Me gusta la forma en la que tenia que ponerme de puntillas por que era mucho mas alto que yo y no conseguía llegar a el a pesar de ello, y la forma en la que sus dedos se entrelazaban con los míos, casi como si los estuviera protegiendo... Me gustaban muchas cosas de Daniel... sobre todo la forma en la que me miraba.
—Es buena— asegure mientras apartaba el auricular de mi oído y se lo daba de regreso.
El frunció el ceño.
—Dices eso de todas.
—Es que todas son buenas— reí.
—Aveces creo que solo me estas tomando el pelo, Gigi
—Hum..hum...— farfulle cerrando los ojos y acurrucándome— Todas son buenas, Daniel, créeme.
El no respondió. Llevo su mano a mi mejilla y rozo mi piel con delicadeza.
La relación que tenia con Daniel era de alguna forma... difícil de explicar, éramos amigos, buenos amigos. Pero era claro que sentíamos algo mas fuerte que una amistad. Era una inexplicable necesidad de estar juntos, de aferrarnos el uno al otro en cada abrazo y de apartamos cuando todo estaba pasando el limite que ambos habíamos marcador, ese cuando las cosas comenzaban a salirse de nuestras manos y comenzamos a sentir que nos asfixiabamos. Si me lo preguntaran nunca entendí como es que las cosas pasaron entre nosotros; un día éramos mejores amigos, al otro enemigos y al siguiente amantes. La palabra era; inestables, éramos inestables como las estaciones del año, pero a pesar de todo, a pesar de la inestabilidad, aun llevo la plumilla de Daniel en mi bolsillo trasero.
![](https://img.wattpad.com/cover/78996271-288-k91839.jpg)
ESTÁS LEYENDO
A Pesar de Todo
Romansa"Por que son ustedes los únicos responsables de amar y dejarse amar, así como son ustedes los únicos responsables de herir y dejarse herir."