.Capítulo dos.

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-Baek, es más fuerte

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-Baek, es más fuerte.- mis ojos estaban concentrados en una sola cosa, el lápiz y mi dibujo.

-¿Como?, ¡Hací esta bien!.- grite, dejando el lápiz de lado, siendo tomado por mi compañero.

-Si lo vas a querer personificar, debes de tener trazos perfectos.- pronunció, dejando me ver su cabeza, y percibir su aroma a chicle.

Las manos de mi amigo comenzaron a remarcar los trazos, más fuerte, como me había dicho, y tengo que decir que quedo perfecto, sus trazos siempre lo eran, soltó el lápiz y me miro con una sonrisa cálida y tierna, apretando una de mis mejillas.

-¿Ves?, quedo mejor.- tomó la hoja poniéndola delante de mis ojos, me crucé de brazos y realicé un puchero.

-Lo dices por que tu ya eres experto.- baje mi mirada, un poco molesto, pues mi amigo SeHun, era un artista en el bajo mundo del arte, además de ser escultor profesional.

-Oh Baek, no pongas esa cara, ¡Tu eres mejor que yo!, ¡Tus manos fueron bendecidas por dios!.- alzo las manos hacía arriba, haciéndome soltar una carcajada pequeña, una mano cálida tomo mi quijada, alzándola y viendo a un SeHun con una tierna y linda sonrisa.-Venga quita esa horrible cara, hoy, iremos a comprar material para esculpir y dibujar, y no cualquier instrumento, si no de los mejores.

-¿Qué?, SeHun, no tengo esa cantidad de dinero, además hoy tengo que ir a la cafetería.- pronuncié levantando me de la silla, tomando la chamarra que el gigante me prestó.

-Yo si tengo el suficiente dinero, así que vamos, y por la cafetería no te preocupes, hoy es mi día libre iremos a ayudarte.- hablo en plural.

-"¿Iremos?"- me gire mirándolo con duda.

-¡Si!, JongDae, JongIn, Minseok, SuHo tu y yo, es nuestro día libre, además de que ayer fue tu cumpleaños y no te regalamos nada.- se levanto tomando su cartera y saco negro, con una sonrisa no tan notoria.

-SeHun, sabes que no es necesario algo material, con su simple amistad me basta.- abrí la puerta, sintiendo el frío de afuera, desapareciendo con un abrigo de tela gruesa y olor a chicle, tomado de la cintura, siendo abrazado por mi amigo, recargando me en su cabeza que quedó en mi clavícula.

-¿Por que tienes que ser hací?, Baekie.- mi cuerpo se estremeció al sentir los labios de mi amigo muy cerca de mi cuello.

-Porque hací soy, y no empieces. - una carcajada se escucho detrás de mi, dejando me salir, espere afuera de la puerta, mientras que SeHun apagaba las luces y se colocaba otro saco negro.

Al salir, comenzamos el rumbo hacia el centro comercial, siendo molestado por este, bromas y a lagos de parte de este.

El clima era demasiado frío, a pesar de no estar tan cerca del fin de año, el frío ya se sentía.

El camino fue corto, después de todo nuestra casa no estaba tan lejos de Seúl, al llegar a este, mire por todo el lugar, edificios grandes de cristal, carros, demasiadas personas, vistiendo finas ropas, mirándome con algo de curiosidad, tanto que apreté en brazo de SeHun al sentir todas las miradas sobre mi pequeño cuerpo.

-¿Qué tienes?.- su voz se escucho como un susurro.

-¿Por que me ven de esa manera?, ¿Tengo algo en mi rostro?.- conteste con más preguntas viendo con temor a la gente que me veía con curiosidad.

-Oh, eso solo que, tus ropas no van con el lugar, aparté de que miras alrededor como si fueras un niño recién nacido, mirando todo el lugar con alegría.- alzó sus manos, volteando me a ver con una sonrisa picara.- Además, eres como un niño lindo en un campo de batalla.

Realicé un puchero, me mire a mi mismo, portaba el saco de SeHun, la chaqueta de ChanYeol, una playera gris con algunos agujeros y mis pantalones rasgados, nada especial a mi parecer.

-Pero...- mi palabra se vio interrumpida por gritos, gritos que ya conocíamos, y de un momento a otro, JongDae me abrazo con un cariño y fuerza tremenda, haciendo me reír, era muy cariñoso.

-Chicos, ¡Al fin llegan!.- nos mostró su típica sonrisa gatuna, detrás de el, se encontraban Minseok, con una sonrisa tierna mirando a JongDae, después SuHo y al final de todos JongIn con una cara sería, que cambio al verme, corriendo hacía mi, quitando a JongDae de un empujón y abrazando me con más fuerza.

-¡Dongsaeng!, ¡Feliz cumpleaños!.-Palmeo mi espalda antes de separarse de mi, le sonreí.

-Gracias Hyung.- realice una reverencia.

El tiempo paso, pasamos por varios he incontables locales de pintura, de arte y más, he incluso fuimos a la casa de SeHun, por algunas cosas de principiantes que él ocupaba en su época de entrenamiento, me sentí mal al ver que mis amigos gastaban enormes cantidades de dinero en algunos lápices italianos, y algunos cuadernos alemanes, pinturas y demás.

Con bolsas en mano nos dirigimos a mi cafetería, por suerte JongDae había traído su automóvil y sin ningún problema llegamos, para mi gusto, era demasiado tarde, los doce de la tarde, baje veloz mente del coche y abrí mi local, el olor de café invadió mis fosas nasales.

Mesas de madera malgastadas, y una enorme estantería y máquinas de café, no visibles a los clientes, pase por detrás de la caja registradora, me coloqué mi mandil negro con toques rosas, comenzando a preparar las cosas, limpiando y acomodando los manteles en su mesa correspondiente, mis amigos hicieron lo mismo, colocándose sus mandiles que habían comprado en alguna tienda de cocina, ayudando me con todo lo restante.

Les prepare un café a cada uno, mirando mi gran ventanal, observando a aquella floreria, con los ojos clavados en una sola persona, ChanYeol...

-¡BaekHyun, el café!. - baje mi mirada, el café se desbordaba ya del vaso, dejando de presionar la palanca, corriendo por servilletas para limpiar el desastre.

-¿A quién mirabas?.- preguntó curioso JongIn.

-A nadie. - respondí rápido, tirando el papel de un color café en el cesto de basura.

La campana de la puerta retumbo por todo el lugar, mi mirada y la de mis amigos se dirigieron a aquella puerta de color rosa, mostrando a la mujer más bella que haya visto.

Una chica de piel blanca, nariz respingada y delgada, casi imperceptible, labios delgados y de un color rosa, delgada, con un vestido largo de color blanco suéter beige, y un lindo y resaltante cabello rubio, mis labios crearon una pequeña abertura.

La chica mostró una sonrisa.-¿Ya esta abierto?. - preguntó mirando el lugar con una sonrisa deslumbrante.

-Si, ya esta abierto, ¿Que desea?.- pregunté.

-Un café...- sus ojos se clavaron en los míos, mirándome con una sonrisa, una sonrisa perfecta...

Besos Lin.

Love Poems .-ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora