Accidente Inesperado

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Las pesadillas me atormenta desde que puedo recordar con claridad, siendo honesta, tal vez no he podido soñar algo cautivador o al menos con algo de humor, aunque preferiría simplemente no soñar.

Despierto de un golpe inquieta y agitada, intento calmar los latidos de mi corazón sin esfuerza y con calma, agarro el vaso de vidrio que coloque en la mesa de la sala antes de quedarme completamente dormida. Bebo tragos cortos y pausados, miro el reloj que tengo en mi muñeca y noto que sólo he dormido por dos horas y son las 12:23 AM, levantó pesadamente mis pies del sofá cama y me voy directo a mi habitación. Ya mañana será un día largo y tedioso con muchas letras que desayunar, almorzar y  cenar, sin olvidar los aperitivos.

6:56 AM. Voy tarde al trabajo. Corro de prisa hacia mi auto, un llamativo Celica GT-S, cuánto agradezco ese regalo de graduación por parte de mis padres. Piso el acelerador con impaciencia, acto seguido el motor emite un brutal rugido y empieza a disminuir la velocidad. Demonios. Quedo parada en medio de la vía y doy gracias porque siempre a estas horas de la mañana aún no hay tanto tráfico, sólo pocos carros transitan.

Bajo irritada del auto y doy un fuerte portazo, intento mantener la compostura y no asustarme pero la mecánica no se me da muy bien, y no tengo muchos amigos a los que podría recurrir salvo a mi jefe de departamento o mi padre. Opto por la segunda opción y saco mi móvil y telefoneo a mi padre.

Lamentablemente no se encontraba en el estado así  que me hizo el favor de llamar a un viejo amigo de la agencia de seguros para que lo remolcara y llevaran a un taller de reparaciones. Camino de un lado al otro totalmente frustrada mientras hablo con mi jefe explicándole mi situación.

-Entiendo perfectamente, no te preocupes, de todos modos hoy no había mucho trabajo que hacer.. así que tomate el día y nos vemos el lunes entrante.-Su tono tranquilizador me hizo calmarme un poco. Es una muy buena persona a la cual respeto mucho, siempre me ha apoyado y entendido. Sonrio, aunque se que no puede verme.

-Gracias Jack, es muy amable de tu parte, espero que este asunto se resuelva pronto, no vemos, y disculpa nuevamente, hasta pronto.

-Hasta pronto, El..-Pero antes de que pudiera terminar de decir mi nombre la llamada se corta, miro la pantalla perpleja y me doy cuenta que no tengo batería.

Bien. Sin auto ni mi móvil. Me encamino hacia el restaurante más cercano dejando el coche asegurado.

Al entrar en el lugar, por primera vez, puedo notar lo pintoresco que es, tiene unos pequeños candelabros justamente arriba de cada mesa, las paredes están pintadas de un verde malaquita, las sillas y mesas decoradas con unos manteles color pardo, da la impresion gélida y muy propio de la naturaleza.

Entró y me siento en una una silla de las mesas más apartadas. No tarda en atenderme una camarera.

-Bienvenida, que desea ordenar?- Es muy simpática, tiene unos ojos apagados y un cabello lacio y brillante color azabache. Me sonríe cordialmente.

-Unos Hotcakes con sirope, tocino y unos huevos enteros, un zumo de naranja y unas fresas frescas.- Digo con normalidad mientras ella anota rápidamente.-Por favor.

Vuelve a dedicarme una sonrisa y se marcha.

Ya pasado 10 minutos y no llega mi orden, empiezo a detallar a las nuevas personas que llegaron al restaurante, una rubia coqueta con un traje ejecutivo esperando impaciente igual que yo su desayuno, unos ancianos muy tiernos tomados de la mano disfrutando de un buen café, una pelirroja con muchos piercings en su rostro leyendo y una chica morena, delgada de cabello lacio y  negro sentada con un hombre.. un hombre que me está mirando en estos momentos.

Desvío la mirada disimuladamente hacia mi móvil sin batería simulando que leo un mensaje de texto y al volver a levantarla me encuentro con su mirada fija y penetrante.

AlgofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora