—Eres un tonto...— le dije riendo pasando mis brazos por su cuello y poder unir nuestros labios...
—Te imaginas que tus padres llegaran y nos encontraran así...— me dijo riendo después de separarse de mis labios
—Creo que mi madre se desmayaría, mi padre se quedaría en shock y Ana se reiría...— le dije imaginando la escena —Pero... están a kilómetros de aquí... así que no hay nada de qué preocuparse...— le dije mordiendo mi labio inferior.
—Eso me agrada...— dijo pícara atacando mis labios, lo tomaba de la nuca para dar mayor intensidad al beso y que no pudiera alejarse de mis labios, aunque estoy cien por ciento segura de que alejarse no estaba entre sus planes.
Se acomodó sobre mí, siempre cuidando no lastimarme. Nuestros cuerpos se acoplaban perfectamente, tal como dos piezas de rompecabezas. Mientras el deleitan te roce de nuestros labios seguía, comencé a jugar con el borde de su camiseta, hasta que decidida, introduje mis manos por debajo de esta y así poder tocar su suave y tibia piel. Él no tardo en hacer lo mismo, sus manos paseaban de mi cintura a mi abdomen. Nuestras respiraciones comenzaban a acelerarse, su pecho se contraía a causa de la dificultosa situación. El beso cada vez era más salvaje, comencé a subir su playera, quería deshacerme de ella y poder sentir su piel en contacto con la mía. Tuvo piedad de mi, y se separo de mis labios para sacar el pedazo de tela, -a estas alturas bastante incómoda- y la lanzo a un lado. Aproveche para cargar mis pulmones nuevamente con ese aire vital que el beso me había robado.
Devoré nuevamente esos labios que ahora habían adquirido un intenso color rojo y un groso más notorio de lo común.
Subía mi blusa al mismo tiempo de que acariciaba mi piel que poco a poco iba siendo descubierta, dejo de subirla hasta que llegó al inicio de mi pecho, así que me separe de él y saque mi blusa para lanzara al mismo lugar donde estaba la de Liam.
.....
Escuche su risa mientras que me abrazaba pegando aun más nuestros cuerpos, era totalmente increíble sentir su tersa piel en contacto con la mía, giro haciéndome quedar nuevamente debajo de él.
—Sabes que soy tuyo... no necesitas dejarme marcas— dijo sensualmente en mis labios
—Lo sé... pero me gusta hacerlo— le dije ladeando mi cabeza para hacer otra en su cuello y luego regresar mi mirada hacia la suya.
—Me encantas...— me dijo mordiendo su labio inferior acentuando aun más el color rojo de estos
—No hables...— le dije sonriente atraiéndolo de nuevo a mis labios.
Los besos, caricias y miradas iban perdiendo inocencia, cada vez eran más intensas y extasiantes. Fue dejando un rastro de besos por mi mejilla y cuello.
Fijo su mirada a la mía, mientras comenzaba a sacar mi pantalón, fue recostándome poco a poco, con una mano me tomaba de la nuca y la otra se encontraba en mi pierna, esta última fue reptando por mi cadera, pasando por mi cintura hasta llegar a mi pecho donde se apodero de una de las partes más sensibles de mi cuerpo. Fue aquí cuando agradecí que estuviéramos completamente solos, y así no tener que retener los gemidos que Liam me producía.
Sentí como comenzaba a bajar la última prenda que cubría mi cuerpo.— ¡LIAM! — dije acelerada tomando sus manos, tratando de regular mi respiración. Volteo a verme algo extrañado —Y...yo no puedo...— tartamudeé
— ¿No puedes qué?— estaba igual de agitado que yo, me miraba fijamente
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¿Un Niñero?
Teen Fiction- Ya te abro... niña - soltó una carcajada y bajo para abrirme la puerta. Me tendió la mano sabiendo que ni de broma la aceptaría. - No es necesario que vengas...- le dije molesta. - ¿Por qué no? Te molesta que te vean conmigo - No... tu presencia...