La Princesa Del Olimpo

Capítulo 2

Salgo de la tienda después de haber dormido un par de horas,Nico sigue durmiendo,es difícil que se duerma pero una vez dormido no hay quien lo despierte.Saco unas cosas de mi mochila y como,no es una de las ricas comidas del Campamento o de la cocinera de la mansión pero es algo,como despacio disfrutando cada bocado,puede que alguno sea el último.

-Monstruos se acercan-dice una de las furias

Desenvainó a "Corriente" y me pongo en poscision de ataque,un grupo de empusas se acercan olisqueando el aire,si es que se le puede llamar así a esto,al parecer captaron nuestro olor,al acercarse reconosco a una,Lila,ella solía ser compañera de Estrella en el colegio cuando salí la primera vez del Tártaro fui a visitarla asta ahí y me encontré con dos empusas y una draccanae,me atacaron a la salida yo me defendí y las envíe de regreso al Tártaro. Ella se acerca y al verme sonríe.

-Nos vemos de nuevo Hardy-dice ella

-Eso veo Lila-sonrio como si fuésemos viejas amigas-No aprendes la lección

-Esta vez estas en mi territorio-dice una de las empusas

-Será igual de fácil

-No lo creo-hace una seña y atacan,Alecto me cubre mientras su hermana protege la tienda en donde está Nico,me escapó de la protección de Alecto y atacó,doy golpes, hago cortes y atravieso a varias pero aún quedan muchas.

-Creo que es tu fin Hardy

*En Nueva York*

'Narrador'

Frederick Hardy se encontraba luchando por mantener a salvo aquello que amaba,el sabía que no sólo su vida corría peligro si no también la de todos en el planeta tierra,mientras luchaba por sobrevivir también se encontraba vigilando a su sobrina Estrella, la chica había huido de la seguridad de la mansión para ayudar a su hermana.Giro un poco su cabeza para verla y con ese simple movimiento perdió la concentración y un golpe lo empujo a varios metros de distancia.

-Un joven cazador-dice una voz, profunda-Veo que no sólo Artemisa tiene a gente "capaz"

Frederick saca la espada que le entregó unos de los chicos del campamento y se coloca en poscision de ataque.

-No puedes enviarme al Tártaro soy un gigante,necesitas la ayuda de un dios,diosesillo-dice Orión carcajeándose, Frederick lo sabía pero no queria enviarlo al Tártaro sólo quería distraerlo para alertar a verdaderos semidioses.

-Lo se-dice el,dando un corte-Pero no pierdo nada con intentarlo

Ataca al gigante,los años de cazeria con fieras le han enseñado mucho, pero no es suficiente para luchar contra un ser inmortal de más de dos mil años de edad,el toma una flecha del suelo y con ella atraviesa a la criatura, no lo asesina pero es suficiente para que se aleje y el pueda tomar un respiro,de pronto una flecha y una lanza le atraviesan la cabeza a Orión y este se desintegra dando un alarido de dolor.

-Gracias Thalia,señora Artemisa-el muestra respeto a la diosa,aún cuando no le sirve a ella se lo muestra,ella es la diosa de la caza y el un cazador,ella es su patrona.

-Haz mostrado mucha valentía mortal-le dice la diosa

-Vamos Frederick, iremos a que te curen eso-Thalia lo lleva asta donde han montado una zona media,de todas las cazadoras Thalia es la que más amablemente se ha portado con el,el resto lo ve como si fuera una plaga.

Mientras ambos cazadores se alejan la diosa observa atentamente a su lugarteniente, la chica parece demasiado atento con el pero no muestra algo más allá de simple amistad,eso esta preocupando a Artemisa, no quiere perder a una de sus cazadoras.

"*Andrea*"

Atravieso el corazón de la última empusa y me desplomó en el suelo,crei que nunca acabaría,Nico sale de la tienda restregandose los ojos y un poco desorientado, su mirada se endurece al recordar dónde nos encontramos

-¿Me perdí de algo?-pregunta el y las furias y yo lo miramos con cara de 'encerio'

-Sólo una lucha contra empusas,nada importante-digo con sarcasmo

-¿Por que no me despertarte?-pregunta el

-Hicimos más ruido que el tráfico en Nueva York y tu parecías que no escuchabas,puedo matarte mientras duermes y no sería difícil-le digo

-Lo siento, llevaba días sin dormir-dice el

-Como sea,debemos levantar las cosas y movernos,las empusas venían de esa dirección-digo señalando la dirección de donde venían-Nosotros debemos ir por alli-digo señalando el camino que debemos seguir

Nico me ayuda a levantarme todo y una vez guardado nos ponemos en movimiento, me preocupa mucho lo que pase en el mundo mortal, me preocupa mi familia, mis amigos,me preocupan todos.

Caminamos por un largo tiempo asta encontrarnos con una burbuja que contiene el cuerpo de un monstruo, hago que reviente con la punta de mi espada,seguimos caminando asta que ya no podemos más,ninguno de los dos quiere dormir, estamos cansados pero este lugar es aterrador,siento como si nos observarán,como si alguien nos vigilara  y yo odio ser vigilada.

-¿Que edad tiene tu tío Frederick?-pregunta Nico de repente-Digo sin contar los años que estuvo en el Casino Loto

-Veintisiete-respondo,el me ve como si estuviese loca-¿Que?

-Se ve de diecisiete

-Cuando viajas por el mundo y te pasa casi todo el tiempo corriendo tras animales salvajes y comiendo plantas ti cuerpo es más saludable y más fuerte que si no lo hicieras.

El sólo asiente y seguimos caminando,nadie doce nada cada uno está perdido en sus pensamientos, lo que nos saca de ellos es el monstruo parado frente a nosotros.

-Doctor Espino-decimos Nico y yo al unísono

-Andrea,Nico,nos volvemos a encontrar-dice con su estupido acento inglés-Pero esta vez yo acabaré con ustedes

-No lo creo-hace Nico y ambos cargamos contra el,el doctor Espino sabe defenderse apesar de que no es una pelea justa,uno de sus espinas me alcanza y todo mi cuerpo comienza a dolerme,una de las furias me aparta y se une a la batalla,al verse superado Espino intenta uir pero Nico lo detiene y atraviesa su espada en su corazón,la Manticora se convierte en polvo y yo me desmayo.

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Frederick Hardy en la multimedia

Los quiere Karina Gonzalex