Nublado

Mal tiempo y fotos

El alba de la madrugada se extendía por toda la costa de Coral Cove, un pueblo de Oregon en el que habia una calle llamada Mockingbird Street, en el que había tres casas de colores, una magenta, una azul y otra amarilla, en una había una habitación desordenada de la casa magenta, que estaba repleta de libros de fantasía y un ordenador donde había ideas de fanfics y dibujos distintos entre ellos, unos coloridos y otros aburridos.
También había una cama con un montón de ropa encima, o más bien un montón de ropa sobre una cama, y bajó todo ese montón de montones hay una joven chica de diecisiete recién cumplidos que escribe un libro sin título y que todo lo escrito lo borra una y otra vez y se desespera.
El nombre de esta chica es Rebeca.

Ama leer y escribir, también le gustan las redes sociales y los selfies, aunque luego en verdad sea tímida, ella intenta ser social y estar en la calle haciendo cosas, pero también ama estar tumbada, tranquila con su taza de chocolate, en pijama y leer fantasía mientras llueve, justo cómo ese día.

Sabía que su madre subiría dentro de quince minutos a decirle que desayunara y que recogiera todos esos montones de ropa, y ella tenía dos opciones ser buena y recogerla o esconderlo todo debajo de su cama y luego con tiempo ordenarlo, y se decantó por lo segundo, se puso una chaqueta oscura con una camisa de cuadros y unos vaqueros rotos, y para no enseñar su descuidado pelo rojizo, se metió todo lo que pudo bajo un gorro de lana aunque, algunos mechones seguían sobresaliendo, pero bah, daba igual. Bajo las escaleras cuando su madre las subía para avisarla y dió media vuelta.

Hoy era sábado asi que era libre, desayunó y se fue a pasear a su perrita, una Yorkshire Terrier llamada Moonie que tenía apenas un año, y que llevaba una coletilla sujetada con un lazito rojo con puntitos blancos.
Llevaba también su cámara de fotos para fotografiar la hojarasca que a Moonie siempre le encantaba pisar y a ella le encantaba estar así, le relajaba.