Decisión.

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Shikamaru llegó a la casa de su madre, era tan extraño la puerta estaba abierta, miró a la mujer que le dio la vida tumbada en el sillón mirando al suelo.

- Madre - la llamó.

- Shikamaru, no puedes dejarla ir, se irá pronto debes detenerla - su voz apenas era audible.

- No se cuándo se ira, ni siquiera entiendo la razón para huir.

- Yo se - Ino parecía agitada, estaba en la puerta de la casa. - Imaginé que estarías aquí, hace poco hablamos - tomó una bocada de aire.

- ¿Cuándo? - alzó una ceja.

- Mañana mismo, temprano, debo decir que demasiado para un ... Bueno para ti - rió.

- Ya se para un vago como yo

- Exacto - sonrió satisfecha -  Sai nos llevará, se que tienes auto pero el sabe correctamente el camino

- Yo igual, el aeropuerto esta muy cerca de aquí, esto es problemático mucho más que eso - hizo una mueca.

- Shikamaru por una vez en tu vida busca tu felicidad - Habló Yoshino - Hazlo sin pensar lo fastidioso que pueda llegar a ser- Yoshino aun estaba perdida en sus pensamientos.

- No necesitas decirlo, lo sé, nunca más la alejaré de mi, tampoco permitiré que ella lo haga

-Se que es su asunto, ustedes se buscaron, se aman, tienen un hijo - movía sus manos de un lado a otro -  pero si no la traes de regresó contigo, te juró que te agarró a golpes - amenazó la rubia.

- Ino no me permitiré tenerla lejos de mí, ya lo dije, aunque necesitó un respiró - tomó las llaves del auto - Si me disculpan, tengo que hacer algo problemático.

- Claro el aire puede aclarar tus ideas - salió del lugar un poco frustado.

Temari, una chica que llegó en un segundo, conquistó su corazón, tuvieron sexo, ahora ambos eran padres. Esa chica cambio su vida por completó, si nunca la hubiera conocido no estaría en este enrolló. Eso la hacia especial.

Subió a su auto, recordó el primer día, recordó la razón por la cuál no creía en el amor. Por culpa de Tayuya, ciertamente no deseó guardarle rencor, sabía que ella fue quien los alejó. Si veía el lado bueno, era que no podía vivir sin Temari, su destino ya lo habían marcado, esto lo ayudó a comprobarlo.

Pasaron los minutos, ni siquiera sabía a donde se dirigía con exactitud, todo un respiró, pronto se vio frente al departamento de Temari.

Miró un segundo más, no era una gran idea espiarla, aunque sólo fuera un momento. Bajó del auto, ni siquiera le daría la oportunidad de irse. Si debían arreglar era en ese momento.

Frente a la puerta de Temari, dudaba si era buena o mala idea, demasiado para echarse atrás. Tocó, nadie respondió.

- ¿Busca a la señorita Temari? - habló una de sus vecinas.

- Si por supuesto - la miró, sin duda alguna era la chica del café - Tú - la señaló.

- Ella dijo que mañana saldría en un vuelo, la noche la pasará en un hotel pero no se cual - lo miró desinteresada

- Gracias, por cierto ¿cuál es tu nombre? - raspó su garganta - Eres la del café, sino mal recuerdo.

-  Claro que soy la del café, pero no tengo un nombre - rió la joven -  soy tu guía, estabas en el camino perdido, necesitaba que regresarás al correcto, mi misión es que seas feliz junto con tu mujer e hijo.

- ¿Éstas bromeando? - fruncía un ceño - No creó en eso.

- Tampoco creías en el amor - sonrió la chica - Menos charla,  mejor ve a buscarla.

Tal Vez ...  #NarutoAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora