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Nuria

Cogí el pan el cuál fui a comprar a un centro comercial que estaba a varias calles de la mía y me dirigí a la caja.
Una vez que coloqué la bolsa de pan en la cinta registradora el cajero se digno a cobrarme los cuantos euros que costaba.

— 3€ señorita–  me dijo amablemente el cajero

Saqué la cartera del bolisllo derecho de mi sudadera y le entregué los 3 euros, cogí la bolsa de pan y me la recalqué en el costado derecho sosteniéndola con mi brazo derecho.

Tuve que pasar un par de pasilllos hasta llegar a la puerta mecánica del supermercado, entonces, salí del centro comercial y un olor un tanto familiar llegó a mis fosas nasales.

Me quedé quieta en el sitio y lentamente me giré hacia atrás para así poder ver quien era la persona que llevaba tal perfume.

Y allí estaba.
Allí estaba una figura masculina que sería capaz de reconocer hasta en el fin del mundo; David

Y como si fuese notado mi mirada se giró.
Se giró y esos ojos verdes que tanto me habían ayudado se posaron en mi mirada azul.

Me quedé paralizada, quería hablar, pero un gran nudo se formó en mi garganta.
Las piernas me temblaban y por un momento pensé que me caería al suelo.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2016 ⏰

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La chica suicida|KajalNapalmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora