Ya no quedaba casi nadie en el mundo, muy pocos eran los que quedaban. Yo en mi tiempo libre le enseñaba hechizos al unicornio de la Dani, y le enseñe uno de volver a la vida.
Fuimos a donde estaban enterrados la Fran, la Dani, la Cony y el Rena, los sacamos de sus tumbas y el unicornio hizo el hechizo y ellos volvieron a la vida, yo y el unicornio nos pusimos súper felices por ver a nuestros amigos y dueña viva otra vez.
Volvimos a mi casa y yo tenía a sus mascotas los lleve a verlas, porque ellas habían estado súper deprimidas por la pérdida de sus dueños. Llegamos a mi casa y en la entrada estaba el lobo, el cual salto sobre el Rena y le lamió toda la cara, en el patio estaba la tarántula, el rinoceronte, el unicornio y mi pantera, estaban jugando y cuando los vieron fueron corriendo hacia ellos a recibirlos todos estábamos súper felices. Despues de toda esa felicidad decidimos irnos de paseo con nuestras mascotas a una casa que estuviera cerca de algún cerro durante ese trayecto volvieron los terremotos y la epidemia, nos quedamos solos, sin familia, solo nosotros juntos. Caminamos hasta llegar a una casa que había en un cerro, la casa era bastante grande y tenía bastantes provisiones como para sobrevivir durante seis meses.
Después de revisar todo lo que había en la casa.
- Y si nos vamos a acostar porque está oscureciendo y también hace frío- dijo la Fran temblando por el frío.
- Sí, igual hace frío, pero no quiero dormir solo en una pieza- dijo el Rena con un puchero
- Sí, yo tampoco quiero dormir solita, me da miedito- dije con un tono de triste
- Entonces juntemos todos los colchones de las piezas en una sola, como cuando hicimos la junta de la Fran- dijo la Dani dando una solución al problema
- Oye si, buena idea- dijimos todos al unísono
Entonces fuimos a buscar los colchones con las frazadas para poder acostarnos, las mascotas durmieron todas juntas en otra habitación, ya eran las once de la noche, e hicimos algo para comer porque habíamos caminado demasiado y estábamos hambrientos. Hicimos huevos revueltos ya que era más fácil y simple, terminamos de comer y nos fuimos a acostar.
Durante la noche más o menos a las cuatro de la madrugada, el Rena se había levantado al baño y metió tanta bulla para ir que me despertó, pasaron unos veinte minutos y el Rena no volvía, me asuste pensando lo peor, decidí ir a ver qué pasaba y mientras más me iba acercando se escuchaba como el Rena puteaba al baño porque no podía tirar la cadena, me puse a reír y me escuchó me pidió ayuda y lo ayudé, no era tan difícil había que echarle agua y ya, me agradeció y volvimos los dos a la pieza, pero escuchamos gritos mientras íbamos en el pasillo, nos asustamos pensando que eran las niñas así que corrimos a la pieza, pero estaban durmiendo y nos pareció muy extraño, miramos por la ventana y era un grupo de cinco personas pudimos ver que eran cuatro hombres y una niña que venían a la casa corriendo y pidiendo ayuda, estaban siendo perseguidos por otras personas pero un poco demacradas. Rápidamente despertamos a las niñas y fuimos corriendo a abrir la puerta para que pudieran entrar. Entraron y cerramos rápidamente la puerta y nos quedamos en silencio para ver si se iban, funcionó se fueron y pudimos ayudarlos estaban agotados por correr tanto y luego...
-¿De dónde vienen?- pregunto Daniela con curiosidad
-Venimos del bosque que está un poco lejos de aquí- contestó uno de ellos, el más bajo para ser precisos
-¿Y que eran esas cosas?- preguntó la Fran
-Zombis- dijo la niña con una cara de máxima concentración
-¿!.!?-Todos nos quedamos en shock
-Son brigidos jajá- sonrió desganado el alto de pelo rubio
-¿Cómo se llaman?- pregunté cambiando el tema
-Yo Nicolas y tengo catorce años - dijo el uno de los altos, tenía los ojos azules, era flaco, se veía simpático y al tener la polera mojada se notaban sus abdominales marcados, noté como la Dani no le quitaba la vista de encima, reí para mis adentros.
-Yo me llamo Jaime y tengo trece años - dijo uno alto también, pero este tenía el pelo castaño y los ojos azules, se le veía más adinerado que a los demás porque llevaba ropa de marca y un reloj, se veía protector por su forma de hablar tan seguro de sí mismo, también note como la Fran no le quitaba la vista de encima.
-Yo me llamo Romina tengo once años, soy la menor- hiso un puchero. El Rena murió por dentro con ese puchero, ella era adorable, bajita, era atlética por lo que se notaba en su figura, era flaquita y se notaba súper amorosa y chistosa.
-Y...yo me... llamo Ma...Manuel y tengo tre...trece- Era alto de pelo castaño, más o menos largo con algunas ondas, ojos verdes, era muy tímido, pero a la vez se veía súper protector y atento por las personas que lo rodeaban, tiritaba de susto, lo encontré hermoso y su temblar me dio penita así que lo abrasé, se sonrojó y me derretí de ternura.
-Yo me llamo Cristóbal y tengo doce años- Era más bajo en comparación al resto, se le veía chistoso y simpático, tenía el pelo castaño, ojos dorados y piel blanca. La Cony lo miraba mucho.
-¿Tienen hambre?-Pregunté dejando de abrazar a Manuel
-Si- Contestaron al unísono
Nosotros cinco nos levantamos a hacer algo de comida mientras ellos iban en busca de más colchones por la casa. Nos reunimos en el comedor, ellos comían mientras nosotros hablábamos y preguntábamos cosas triviales, terminaron de comer y nos fuimos a acostar, no nos costó quedarnos dormidos ya que era muy tarde.
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Hace caleta que no actualizaba. :(
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No es una simple celebración
AdventureEsto es una historia muy rara basada en mi curso después de unos años