Miraculous Anastasia- Una vez en Diciembre (ONE SHOT)(Adrianette)

Una vez en Diciembre

(Adaptación de la película animada: Anastasia)

Marinette:

Por fin esa noche, al cumplir la mayoría de edad, lograría mi tan ansiada libertad. Podría ir sin escolta, exceptuando lo protectora que podía tornarse mi mejor amiga, a la fiesta que ocurriría en uno de los salones más importantes de la "ciudad del amor". París ya era asilo de mi familia desde hace unas generaciones, pero para mí solo representaba una jaula gigante donde debía ser protegida las veinticuatro horas. Envidiaba la vida cotidiana de un joven cualquiera, pero en especial la vida de un joven en particular: Adrien Agreste. Siempre salía en todas las revistas de moda que a mí me encantaban y aunque era muy guapo, lo que me obsesionó de él fue una frase que dijo después de que su madre entrase en coma: "Quizás puede parecer que estoy acorralado, pero en realidad soy libre cuando estoy junto a ella, los sentimientos por mi madre siempre existirán y no habrá poder que los pueda aprisionar". Sin embargo era hora de volver a mi propia realidad y mientras terminaba de divagar, ya me disponía a bajar a desayunar.

-Feliz cumpleaños princesa -me dijo mi madre sonriente.

-Buenos días madre. ¿La abuela llegará para mi cumpleaños?

-Sí está regresando de Nueva Orleans en estos momentos. Y dice que te envió un regalo algo particular.

-Ya lo creo, pero no olvides...

-Lo sé. No me recuerdes que aún...

-¡Mamá! -le repliqué antes de que se le ocurriese siquiera completar esa frase- Necesito que me dejes vivir, entiendo que estés preocupada pero es mi vida.

-Lo sé cariño es solo que es peli...

-Es peligroso... lo sé. Pero esas épocas ya terminaron. Mírame no me va a suceder nada, vamos a estar siempre juntas -le aseguré ingenua de lo que significaban mis palabras.

Estaba dispuesta a cerrar el capítulo de mi cautiverio y por fin pasar a escribir las páginas en blanco del libro, de por sí ya algo destartalado, que representaba mi existencia. Iba a llegar a lugares inimaginables por mi cuenta y quizás en el camino encontrase un romance tan traslúcido como el de mis padres. Envidiaba su historia, era muy mágica, muy irreal y aunque mi madre quiso adornarla de más con demonios y la venganza de Rasputín, ya estaba muy grande para creerme esos cuentos de niño.

Ese día me la pasé en el jardín soñando y destartalando lo que podría ser ese primer día de libertad... Me excitaba de forma sobrehumana lo que una vida independiente conllevaba, sin cuidados y mimos exagerados, sin nadie que me dijese que es lo que debo pensar...Adoraba a mis padres y a mi abuela pero ellos ya habían hechos sus vidas y yo... Sin embargo la escena se vio interrumpida por mi madre que llevaba ya lágrimas en las mejillas.

-Marinette cariño... -se acercó destrozada y con una mirada perdida, era como si sus azules ojos ahora solo fueran un mar carente de vida- es tu abuela.

-¿Qué pasó? ¿Ya llegó? -interrogué aún confundida.

-Cariño tu abuela fue asesinada...

Adrien:

-Díganme, ¿dónde está mi padre? -cuestioné iracundo a unas criaturas pequeñas muy similares a demonios.

Aún no podía recordar cómo me había metido en este lío. Aquella mañana había retomado la búsqueda de mi desaparecido padre que ya no retornaba a casa desde hace siete lunas. Mi desesperación fue tal que recurrí a una adivina para intentar saber cómo de la noche a la mañana un conde había desaparecido sin dejar rastro.