Capitulo 11

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Lauren POV

Ok.. No sé qué rayos está pasando conmigo.

Era domingo y yo estaba recostada en mi cama mirando al techo y pensando en lo sucedido ayer.
Bese a Camila y estuvo genial. Bueno, más que eso. Pero, ¿por qué demonios sentí ese cosquilleo en mi estomago cuando lo hacía? ¡Dios! No puedo dejar de pensar en eso y ¡solo fue un maldito beso!

Creo que tal vez llevar un par de semanas sin sexo estaba comenzando a afectarme. Si, debe ser eso.

Tal vez mi cuerpo necesite atención después de tanto tiempo. Tal vez cualquier acción con otra chica y ¡boom! Hace que sienta algo extraño en mi.

Quizás fue.. Deseo, ¡Si, eso! Deseo porque no he tenido sexo y a Camila aún no me la he llevado a la cama, lo que provoca que la desee cada vez más.

Bien, lo que necesito ahora es otra chica, Mmm creo que aún tengo el número de Lucy. Ella iba a ser mi conquista de la semana cuando.. cuando Camila apareció en mi vida.

Tengo que sacarme a la morena de la cabeza de alguna forma. Tomé mi teléfono y marque su número.. Sonó una vez... Dos.... Tres...

-¿Lauren?

-Hey

-¿Qué ocurre?

-Nada. Solo estaba aburrida y quería saber si quieres salir un rato

-¡Claro que si!

-Bien, mándame tu dirección y llego en media hora.

-Te espero con ansias

Y Colgué. Al poco rato recibí el mensaje con su dirección.

Wow, se escuchaba demasiado emocionada y eso realmente me gusto. ¿Por qué? Bueno, hoy tendría sexo y espero poder olvidarme de Camila.

Me fui a duchar y al salir me vestí con unos vaqueros negros, una blusa blanca y mi chaqueta de cuero negra.

Lista. Tome mi teléfono y mis llaves, y salí de ahí.

Al llegar al estacionamiento subí a mi moto y me dirigí a la casa de Lucy. No vivía muy lejos de mi, vivía a unos 20 minutos. Su casa era pequeña pero se veía muy acogedora.

Estacione a mi hermosura y camine hasta la puerta, iba a tocar pero la puerta se abrió de repente.

-Lauren, creí que ya no vendrías

-Solo tarde unos minutos más, no suelo ser puntual. ¿Nos vamos?

-¿Por qué no mejor pasas a mi casa?

-Bueno, yo planeaba ir por unos tragos...

-Tengo una especie de bar dentro.-Abrió más la puerta y se hizo a un lado.- ¿Por qué no pasas y te pones cómoda?

Wow sí que está chica estaba desesperada, y supongo que yo también, así que entre sin más.

-Linda casa

-Gracias, es de mis padres. Están trabajando justo ahora y no creo que lleguen hasta mañana por la tarde

-Genial.- Sonreí.- ¿Dónde dices que está ese bar?

-Oh, por aquí, ven.- Comenzó a caminar y la seguí. Se colocó detrás de una especie de barra y me miró sonriente.- ¿Qué es lo que vas a querer tomar? Tengo tequila, vodka, cervezas...

-Creo que un vodka me vendría bien justo ahora.- Me sonrió y prosiguió a servirme la bebida en un vaso, me la tomé de un trago cuando me la entregó.

-Más despacio, Jauregui, te quiero despierta para que haya acción en un rato

-Y la tendrás cielo

Después de eso, comenzamos a beber y a beber cada vez más, estaba empezando a sentirme mareada tanto por la bebida como por las tonterías de las que ella hablaba "El otro día vi un bolso de piel de cocodrilo y papá no quizo comprármelo..." "Y entonces un pedazo de uña se me rompió ¿Puedes creerlo?" "Quería mi cabello de color rojo, pero el chico no tenía tinte rojo, entonces me lo hizo más negro.."

Pasé una hora y media encauchando esas estupideces y decidí que la acción tenía que comenzar ya o terminaría por darme un tiro.

-¿Oye, cielo?

-¿si?

-¿Qué tal si me muestras tu habitación?

-Claro, vamos.

Me pare del sillón donde nos encontrábamos y un poco torpe comencé a subir las escaleras tras ella. Al llegar, se sentó en la cama y la ví... ¡Dios! Era ella, Camila estaba ahí frente a mí.
Inmediatamente me lancé a besarla sin piedad, y la acosté sobre la cama.

Comencé a besar su cuello y ella empezó a gemir cerca de mi oído; cuando recuperó un poco de aire, mordió el lóbulo de mi oreja comenzando, al mismo tiempo, a desabrochar mi chaqueta y quitármela sin esfuerzo.
Abrí su blusa y comencé a besar la parte superior de sus pechos que no cubría su brasier y...

-Lauren.- Gimió mi nombre, pero esa no era su voz. Abrí los ojos y levante mi vista a su rostro. Esa no era Camz.

-¿Qué pasa?.- Preguntó Lucy al ver que pare de repente.

-No puedo, lo siento.

-¿Cómo que no puedes?

-No, no puedo hacer esto. Nos vemos luego.

Dije eso y salí de ahí, ella me gritaba cosas que no podía escuchar. Hace un rato estaba demasiado tomada, pero ya no, así que subí a mi moto y llegue rápidamente a casa.

Cuando llegue al departamento me tire en mi cama, de inmediato tome mi teléfono y marque el número de Ally.

-¿Hola?

-Necesito verte a ti y a Normani mañana, es urgente.

-¿Lauren?

-Las veo en el baño que está cerca de la sala de maestros a la segunda hora.

-¿Qué pasa? ¿Todo bien?

-No, nada está bien.

-Lauren voy para allá..

-No. Las veo mañana, ahora necesito estar sola ¿Ok?

-Esta bien, Lo, te quiero

-Yo también, adiós..-Colgué

No quería que Camila se enterara de la apuesta o todo se podría mal.
No podía dormir, y entonces comencé a recordar el beso de ayer.
Los labios suaves de Camila sobre los míos... Era una sensación indescriptible. Quería volver a besarlos, necesitaba hacerlo. Me comporté como una idiota con ella y tenía que disculparme por eso, quizás con un poco más de dedicación pueda al fin lograr llevarla a la cama y mi tortura de no poder tener sexo con otras chicas terminaría.
O bueno... Eso espero.

Apuesta de amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora