The World Is Ugly {Frank Iero} PAUSADA

Capítulo 1: "El principio del fin"

Ha pasado casi un año.

No sé donde estoy, no sé a donde ir, una vez más lo he perdido todo.

Acaso es este mi destino? Perderlo todo una vez tras otra después de creer que por fin este ingrato y feo mundo me había brindado un lugar en el que ser feliz?

No, no voy a aceptar eso.

Lo fácil sería dejar de creer, dejar de existir, hacerlo ahora.

Pero he decidido luchar.

Me gusta complicar las cosas, está en mi ADN pero suelo esforzarme poco, por no decir nada, esta vez lo que me mueve es el orgullo, odio perder, o puede que más que eso, me mueve la venganza.

Lo que más deseo en este momento es que sufran tanto como yo lo he hecho, es justicia, ellos han impuesto la suya y ahora me toca a mi.

Supongo que debería de empezar esta historia por el principio...

... ... ...

- Alison, estás despierta?- Susurró entrando en la habitación con cautela.

- Puede...- Respondí extendiendo mi brazo hasta alcanzar el interruptor de la luz.

Mis pupilas tardaron unos segundos en adaptarse a repentina la claridad, me froté los ojos con ambas manos incorporándome hasta dejar mi espalda pegada al cabecero de la cama.

- Tengo que decirte algo...- Dijo él acercándose en el momento en el que por fin pude abrir los ojos y ver algo.

Ojalá no lo hubiese hecho. No grité, no intenté huir, no dije ni una palabra, mi mente estaba tardando más de lo normal en analizar aquella situación, y no era para menos...

- Tranquila, no te asustes...- añadió sin despegar su mirada de la mía.

- Estás bien? Qué... Qué te ha pasado?!- interrogué preocupada.

- Sí, yo estoy bien pero...- Hizo una pausa para tragar saliva y respiró profundamente, cuando quiso seguir no pudo, una lágrima recorrió su mejilla y su mirada se apagó.

Yo salí de la cama y le abracé, no soporto verlo llorar, hacía mucho tiempo que no lo veía así, desde aquel día en el hospital...

- Tran... Tranquilo, no pasa nada.- dije tratando de calmarle.

Obviamente pasaba algo. Gracias Sara...
Sólo me faltaba averiguar el qué. Buen punto, sí.

Hice que se sentase en la cama y me puse a su lado. Él apoyó sus codos en las rodillas y se pasó las manos por la cara algo desesperado.

- Vale relájate y cuéntame qué es lo que ha pasado.- proseguí intentando que se explicase.

- Nada pero...-

- Cómo que nada?! Llegas inusualmente tarde, lleno de sangre por todas partes, te pones a llorar y me dices que no pasa nada?! Llámame loca pero a mi no me parece que esto no sea "nada".- le interrumpí algo más alterada de lo que pensaba. Viva la bipolaridad! Cállate, me he pasado, no? Hombre, tú dirás. Joder... Pero no te quedes callada, pide perdón o algo, arréglalo! Será mejor, sí.

- Perdona, yo... Yo...- intenté excusarme.

- No, da igual, tienes razón. Pero no sé cómo decirte esto em... Tú... Tú... Tienes que irte.-

- Qué?- Fue lo único que atiné a responder. Mi cara de confusión fue épica, seguro.

- No es para siempre, tengo que arreglar unos asuntos y... Bueno, no es seguro que te quedes aquí.- explicó él mirándome fijamente a los ojos.