Conshitumare

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Sábado, 9:40 p.m.
Intermedio.

-Oye, ¿y tus papás?- me preguntó el Benja mientras lo encendía.

-En la pieza po, dudo que vengan.

-¿Y si vienen?

-Los invitamos po.

«Que corra, que corra»

Ya llevábamos más o menos la mitad cuándo empecé a toser como si no hubiera un mañana, de tan fuerte que habia inspirado y tanto tiempo que había dejado el humo en la garganta que esté decidió realizar su trabajo más sacoweas, haciendo que sintiera el calor de éste desde los pulmones hasta la lengua.

-¿Tai bien?

Al no poder responderle, debido a que literalmente me estaba ahogando, le levanté el pulgar con cierto aire sarcástico.

-Debe ser la presión del agua... Ponte de pie.

Y puta que estaba helado afuera de la cuba... Creo que hasta se me congeló el traje de baño cuándo salí.

-Con...chatu...mare- la tos a penas me dejaba hablar.

-¿Muy frío?

-Saco...weas.

Sábado, 10:07 p.m.
Volaos.

-¿Te sientes mejor ahora?

-Si, aunque todavía me arde la garganta.

Cada cosa que decía hacia que el cuello me raspara y el pecho me ardía como si tuviese una quemadura interna, de tanto que había tosido me llegaron a salir unas lágrimas.

-Creo que no me volé tanto.

-¿Seguro? A ver, mueve la cabeza.

El Benja se había sentado en frente mío, dándole la espalda a la caldera, según él ahí el agua estaba más caliente, la verdad es que no noté la diferencia.

No piensen nada, no se asusten, no se estaba quemando la espalda con el calor de la caldera, había una pequeña muralla hecha de madera con los tablones separados por dos centímetros para que eso no pasara.

Después de haber analizado lo que le había dicho, giró bruscamente la cabeza hacia un lado, y después al otro. Como estaba tan oscuro no pude ver su reacción.

-Bueno, tal vez estoy un poco volao.

-¿Un poco?- pregunté entre risas. Una de las principales pistas que ocupo para saber si es que me volé es el hecho de comenzar a reírme de la nada, no se porqué, pero de repente hasta como cae una hoja se convierte en algo chistoso.

-Mucho menos que la primera vez, así si me gusta. Esa vez sentía como que estaba en un sueño, y eso me ponía muy paranoico.

-Es que esa vez te lo fumaste todo tu solo, ni me dejaste. Yo también me quería volar po.

-Déjame, era mi primera vez.

-Córrete, quiero hacer algo.

Apoyé los pies en la especie de pared que nos separaba de la caldera, comenzando a "caminar" sobre ella.

-Mira, soy Jesús.

-¿Qué?

-Es como si estuviera caminando sobre el agua.- respondí entre risas.

-Pero si estás saliendo del agua po.

-Mejor aún, así de bacán soy po, puedo salir del agua caminando.

-Pero si eso haces cuándo sales del agua, Ñocky.

-Cállate weon, yo me entiendo.

Hacer caer los pies después de haber subido el pequeño tramo de madera, que desde mi punto de vista (y lo que recuerdo) era como un puente, se sentía muy raro, ya que al haber mantenido esa parte de mi cuerpo fuera, al volver a undirla el agua se sentía más caliente de lo normal, pero solo ahí, en ninguna zona más.

Realicé el mismo movimiento varias veces, entre más tiempo dejaba los pies afuera, más exttaña era la sensación cuando los dejaba caer.

-Mira, trata.

Mi voz cada vez estaba más aguda, imcluso me atrevería a decir que casi estaba gritando.

-¿Por qué?

-Porque es chistoso po.

-Ah, dale.

Después de un rato de estarme observando, el Benja se decidió por imitarme, explotando en carcajadas cuando sintió aquel extraño calor al dejar los pies caer.

-¿Viste? Se siente muy loco.

-Un poco.

Si mal lo recuerdo habíamos puesto Melanie Martinez, el álbum más famoso sonaba desde entre las toallas; crybaby.

-Mira, mira, mira. - dejé los pies en lo más alto de la pared, dejando acto seguido a la gravedad hacer su trabajo.- conshitumare... ¡¡¡OH!!!

-¿Qué wea?

-El tiempo que se demoran mis pies es el mismo tiempo que me demoro yo en decir conchetumadre.

Ya las palabras comenzaban a entrelazarse, según yo estaba hablando como cabra chica, aunque al parecer eso no era verdad.

-¿A ver?

Volví a repetir la misma acción un par de veces, a la primera no se había dado cuenta.

-¿Ves?- los pómulos ya comenzaban a dolerme por culpa de la permanente sonrisa que llevaba puesta, ni si quiera entendía como era que mi voz llegaba a tonos tan agudos.

-Verdá.

-¿No te da risa?

-Nope.

-Soi fome weon.

Historias de VolaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora