6. Abuela...

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Me desperté y después de lo del baño tenia miedo de ir a clase, llegue a la esquina y me empecé a marear, mire a mi ventana y estaban las persianas bajadas, no se porque tire por otra calle, y me fui al bosque, allí nadie me molestaría, me senté en el césped debajo de un árbol, me puse mis cascos y mi música y de repente se acerca alguien y con una voz conocida me dijo:

-¿Me puedo sentar aquí?- levante la cabeza y vi que era el chico con el que me choque al ir tarde a clase. Sonreí y asentí

-Eres la chica torpe- me dijo riendo

-si, la misma- reí leve

-como tu por aquí, ¿no tienes clase?- se sentó a mi lado

-Si pero digamos que hoy me lo he tomado como sábado

-¿Asique ahora te piras las clases?

-¿y como sabes que no lo he hecho antes?

-normalmente a las chicas que les gusta ir a clase y estudiar no se suelen pirarse- sonrió

- ¿como sabes que me gusta ir a clase? ?¿me espías?- el empezó a reir

-Digamos que te conocí hace muchos años, aunque tu no te acuerdes de mi yo de ti si y mucho.

-¿y como te llamas?

-tendrás que adivinarlo tu misma- empezó a reír- Le dije muchos nombres y ninguno lo acerté.

Esa mañana fue maravillosa, me hizo reír como nunca, me resultaba conocido pero no llegaba a saber quien era, compartimos música y gustos, era muy parecido ami y muy distinto a la vez, pero las clases terminaron y me tuve que ir a casa

-Adiós chica torpe- sonrió

-Adiós chico misterioso- sonreí y me fui a casa.

Dios mío, ese chico era guapísimo, ese pelo largo que le tapaba un ojo, ese ojo que se le veía color miel, su forma de vestir, su forma de hacerme reír, me sonaba muchísimo pero nada, no conseguía acordarme de el. Llegue a casa después de sonreír como hacia días que no sonreía.

-Mamá, Papá, ya estoy en casa- no me respondió nadie, miré en las habitaciones, en el baño, en todas las partes de la casa pero no había nadie. Llamé a mi abuela para ver si sabia donde estaban ya que no me cogían el teléfono y no me o cogió. Fui a hacerme algo para comer y en la nevera vi una nota de mi madre

"cariño, no te preocupes pero estamos en el hospital con la abuela que se ha puesto malita, espero que te haya ido bien el día en clase mi amor, te queremos, la abuela te manda un beso"

Me preocupe muchísimo asique empecé a llamar a mi madre y a mi padre un montón de veces, hasta que por fin me lo cogieron

-Mamá, ¿porque no me lo cogíais?¿que tal la abuela?- dije histérica

-lo tenia en silencio, lo siento, te la paso quiere hablar contigo...- me habló super raro como si acabara de llorar

-Cariño mío, eres lo mejor que me ha pasado en la vida, junto con tu madre, nunca dejes de sonreír, y se muy fuerte, no olvides que te quiero mucho- tenia una voz muy debil

-¿pero abuela que te pasa?- dije casi llorando

-Nada cariño solo que estoy un poco mala te tengo que dejar que me tienen que hacer unas pruebas el martes te invito a comer donde tu quieras, te quiero Aine

- y yo abuela... - se cortó la llamada, todo era muy raro estuve un rato viendo la tele para despejarme hasta que mi móvil empezó a vibrar

-Hola cariño...-Era mi madre

-Hola mamá que tal esta la abuela- mi madre empezó a llorar

-¿Mamá que pasa!!?

-Aine, tu abuela, ha muerto... -no pude responder nada, me quede paralizada, solo oía a mi madre decirme que si estaba bien y que no llorará que fuera fuerte, no le podía responder, me quedé un minuto así, sin responder nada, sin poder moverme, solo caía una lagrima tras otra de mis ojos, y yo sin inmutarme. Mi madre se despidió y colgó el teléfono.

En ese momento reaccione, empecé a llorar y ha pegarle puñetazos a la almohada y también abrazándola. Me asomé a la ventana, estaba lloviendo y recordé que cuando llovía mi abuela y yo cantábamos una canción para entretenernos cuando no podíamos salir de casa, y para que la lluvia fuera menos triste. En ese momento salí de casa corriendo, y me fui al hospital.

llegue a recepción y pregunte por mi abuela

- puerta número 210 pero date prisa porque se la llevara en unos minutos la funeraria, empecé a correr otra vez por el hospital hasta que encontré la habitación, estaban todos llorando, estaban todos mis tíos y primos mayores. Me vieron y se callaron todos

-¿Aine cariño que haces aquí? Estas empapada- dijo mi madre limpiándose las lagrimas

-he venido a abrazar a mi abuela

-No es buena idea, vete a la sala de espera

-No quiero, déjame verla- empecé a llorar

-Aine hazme caso, vete

-que no quiero, déjame pasar-

le empuje un poco y pase, la vi, estaba dormidita, le cogí la mano.

-Abuela, no me dejes sola por favor, no por favor, vuelve, vuelve abuela, te quiero mucho no me dejes sola. -le abrace y empecé a llorar muchísimo

-Aine han venido los de la funeraria tienes que dejar que se la lleven, le di un beso en la frente y de dije mis ultimas palabras

-No dejes que te olvide jamás, no te vayas nunca de mi lado, hazme sentir que sigues conmigo- le di el ultimo abrazo y el ultimo beso y me fui, es curioso como cuesta dar el ultimo abrazo o el ultimo beso sabiendo que es el ultimo. Me fui a la sala de espera hasta que se la llevaran al tanatorio, mi padre me pasó una manta por encima, todos me miraban.

Intentaban hablar conmigo pero yo no quería hablar con nadie más que con mi abuela, y eso ya no era posible.




Pero Apareciste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora