LLege a mi habitación y me recoste en la cama y comencé a recordar al Martin lo amaba tanto, no podía dejar de pensar en el, en aquella sonrisa, pero cuando estaba recordando nuestros momentos volvian a mi mente esos engaños, aquel día que lo ví con otro mujer, una mujer que quizás para el era perfecta y yo solo era un juego más, pero me habia ilusionado como una tonta pensando que el cambiaria por mi, pero las personas nunca cambian, nunca...
Entre pensamientos me perdi en los sueños y al despertar vi a mi primo mirandome.
¿y tú?- le pregunte mientras limpiaba mis ojos-
Te venia a buscar po enana, no puedes dormir toda la noche -rió.
-¡¿es de noche?! -grite.
si pos -volvió a reir.
yo queria ir a la playa -respondí
pero aremos algo mejor, un amigo nos invito a una fiesta ¿quieres ir? -rió
ya pos -dije tratando de levantar y bajar las cejas pero parecia una morsa enferma
¿QUÉ ES ESO? -grito mientras reia.
Luego de que mi primo termino de reirse se levanto y me dijo que me pusiera linda, entre a la ducha, y claro, me bañe, me puse un pantalon negro con una camisa color celeste, realmente no soy de esas niñas de vestidos, quizás me los pongo pero cuando es necesario, prefiero vestirme como me siento comoda a demostrar algo que no soy. Me maquille un poco, solo para quitar un poco mis enormes ojeras y me alise el pelo, al rato mi primo golpeo la puerta y abrí.
¿Estas lista? -dijo sorprendido.
Sí, ¿por qué? -reí.
tan rapido - volvió a sonreir.
¿qué te pasa?, ¿te comiste un payaso? - pregunte con una sonrisa.
No, algo mejor - levanto las cejas mejor que yo y salió riendo.
Tome mi bolso y salí detras de el, me llevo a su habitacion en la cual estaba su novia.
Estuvimos media hora esperando que la Antonia se arreglara, mientras el trataba de contarme chistes, pero eran realmente fomes yo trataba de sonreir pero bueno.
Al rato salio la Martina del baño con un vestido negro ajustado con pequeños brillos, su cabello rizado, con su boca muy roja y unos tacos que yo nunca utilizaria, mire disimulada al Fer y vi la baba que salia por su boca.
¿vamos? -grite
El Fer se avispo y salimos a la fiesta, era un lugar pero enorme, al frente de la playa, entramos y mi primo nos sento en una mesa, pero realmente nadie estaba sentado todos bailando como locos.
La Martina lo miro con cara de coqueta, diciendo "hazme tuya" y el Fer la invito a bailar, mientras yo los miraba rosarse la cosa. Miraba a todos lados como una niña perdida, hasta que se acercó a mi.
¿me estas siguiendo? -rió.
no, ¿te conozco?
Soy el del restaurant -volvió a reir
Aaaa -respondí mientras miraba a otro lado.
¿quieres bailar? -me pregunto con una sonrisa en la boca.
No, no bailo -dije tratando de ser ruda
yo te enseño soy un gran bailarin - sonrió.
No gracias -respondi nuevamente.
En aquel momento se acercó mi primo y lo miro mientras le daba golpes en la espaldal.
Feernando -grito el