Capitulo 4

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3:45 Am, 40 minutos recostado en el mueble pensando en lo sucedido, Alai me vuelve loco y yo parece que soy un tonto que se enamora demasiado rápido, no me sorprendía mucho la verdad.

En ese momento recordé que Alai se iba a ir de pesca después con sus padres y Elías, la idea de que saliera con él no me agradaba mucho, para nada de hecho ¿Qué hacía el saliendo con los padres de Alai? Elías debería alejarse y quizá todo salga mucho mejor, no puede dañarme lo que estoy teniendo con Alai... ¡Ay, por favor Daniel! escúchate, ya pareces el puto Joe Goldberg, el protagonista de la serie You.

Aparte de eso pensaba en si los padres de Alai la hubiesen descubierto, la idea tampoco me gustaba, si fuese así la castigarían por mi culpa. Entonces ¿ella pondría problemas para salir conmigo?

En ese momento suena un ruido fuerte proveniente de arriba, al parecer mi cuarto. Me asusto y levanto de un salto del mueble.

Analizo la situación, la puerta yo la cerré con llave, mamá está dormida ¿Qué puede ser?

Subo corriendo las escaleras y viene el gato caminando por el pasillo, la puerta de mi habitación está abierta. Cuando entro al cuarto encuentro rota la pequeña lampara que tenía en la mesa de noche.

¿Alguien anda entrando en nuestra casa? ¿Pero por qué? Si fuese un ladrón ya se hubiesen llevado algo, aunque aquí no hay absolutamente nada que le pueda interesar. ¿Un secuestrador? Pero a quién van a secuestrar, y que haría en mi cuarto. Debo despejar estas ideas locas, es el gato, no sé qué le pasa que últimamente anda tirando todo, quizá es porque está demasiado gordo, hablaré con mamá para que le haga una dieta.

Estoy cansado, debo dormir un poco, mañana también podría ser un día interesante.



Abro los ojos, es de mañana o tal vez medio día, me levanto del sofá donde me había dormido, busco mi madre y no la encuentro, en la cocina había una nota de ella ''Fui con Rosa de compras, también merezco tiempo para mí; en el microondas está tu almuerzo'' ¿Almuerzo? ¿Qué horas serán? Subo hasta mi cuarto y tomo mi teléfono, 1:27 Pm, no acostumbraba a despertar a esa hora, vuelvo a bajar las escaleras y me dirijo a la cocina ¿Por qué no comí de una vez? abro la nevera y tomo un vaso de leche fría, un par de cosas más para comer en el momento, camino hasta la sala y me quedo en el televisor, viendo programas que no veía desde que estaba pequeño.

Luego de eso, me tiro en mi cama, tiempo para mí, la soledad a veces es tan hermosa, por algún motivo seguía cansado así que vuelvo a dormirme.

Despierto una vez más, era de tarde, casi de noche, había dormido demasiado, inmediatamente me voy al baño, me doy una ducha, me cambio y salgo a ir a distraerme un rato, mi madre aún no había regresado, donde estaría metida esa señora. En la calle miro el cielo, ya casi completamente oscuro, meto las manos en mi chaqueta gris, camino un poco y pienso donde rayos podía ir. Es sábado por la tarde, donde puede ir un adolescente como yo.

De repente siento un par de brazos que me toman por la espalda, se metían entre los míos, un abrazo, sus brazos eran delgados para ser de un hombre, uñas pintadas con brillo y muy largas, arregladas, definitivamente era una mujer, me suelta y antes que pueda voltear me cubre los ojos con sus manos y se escucha su sonrisa.

-¿Quién soy?-Susurra, demasiado bajo para saber quién es
-Si me dejas verte sería perfecto

-Apuesto no te acuerdas de mi Daniel- Su voz se me hizo familiar inmediatamente, por supuesto la conocía

-¿Andrea?¿Eres tú?

Andrea, por supuesto era ella, como olvidarla, fue mi amiga desde pequeño, su voz era inolvidable para mí, siempre estaba conmigo y Zack, éramos vecinos todos, los 3, siempre los 3, pero por alguna razón tuvo que mudarse, de hecho, ni siquiera sé por qué perdimos contacto.

-Si, soy yo Daniel, estoy aquí, he vuelto.- Dice y se escucha su sonrisa


Volteo, por supuesto que era ella, aunque ya no era una niña, blanca, cabello corto, un poco más arriba de sus hombros ojos muy oscuros, un rostro muy lindo, sonrisa encantadora, traía un short de jean y una camisilla con flores, y unos tenis, varías pulseras y un collar que siempre traía desde pequeña.

-¿Andrea?¿enserio eres tú?

Sin dejar que me responda, me inclino hacía ella y la abrazo muy fuerte, la miro a los ojos muy cerca reconociéndola.

-Daniel, como has crecido, ya no eres un niño, estás muy alto y guapo, claro, aunque como siempre muy delgaducho
-Jajaja cállate ¿Dónde vives? ¿Qué es de tu vida? Un par de años sin saber de ti -Vivo un poco lejos de aquí, volví a la ciudad y quise visitarte a ti y a Zack. Venía con la duda si aún vivían aquí y te vi saliendo, tu cara no ha cambiado nada, que linda casualidad encontrarte- Dice alegremente

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2021 ⏰

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