Un Giro Inesperado.

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Narra Nathanael.

Salí corriendo, mi familia me miro, gritaron mi nombre pero no paré, sólo quería correr, sentía la desesperación en mi, sentía que aquel demonio me seguía, su sisear su risa macabra que hacía eco en toda la calle.

Por arte de magia apareció un autobús el cual tome inmediatamente. Me senté en el tercer puesto, las personas me miraban raro, mis ojos llorosos mi evidente agitación, mi libro en las manos. Me calme poco a poco, pero no todo podía ser bueno...

-Oyeeeeeee, tuuuuuuuuuuu, ayudameeeeeeeeee.

-¿Que?... no, déjame. No puedo.

-Siiiiiiiiiii puedessssssssssss, sólo, mirameeeeeeeee.

No quería, no quería ver, pero algo me llamaba, poco a poco voltee mi rostro...
Un súbito grito salió de mi garganta, un espectro con la mitad del rostro echo pedazos, sus dientes se veían al igual que su carne, ambos en estado de putrefacción, estaba tan cerca que podía oler su nauseabundo aroma, me levanté agitado, las personas empezaron a hablar si estaría bajo lo efectos del alcohol o las drogas, miré a todos y sus rostros se hacían deformes con aspectos demoníacos, avance para bajarme y el piso estaba lleno de serpientes, desde pequeño las odio, sentía como subían por mis piernas, me las quería quitar pero no podía, el bus se detuvo y salí corriendo.
Faltaban sólo dos cuadras para llegar a casa, cuando la divise, también dos patrullas de Policía, algunos hablaban con mi padre, yo sólo quería llegar a casa y abrazar a mamá, papá o a mi hermano.

-¡Ahí viene!

Grito Daniel, quien se acercó a mi, yo me tire literalmente a sus brazos, en ocasiones normales no lo haría pero necesitaba sentirme protegido, necesitaba el calor de una persona a la cual no temerle.

-No me suelten porfavor... te lo pido Daniel, abrazame.

-Ca-calma Nathy, todo está bien hermano. Nos preocupamos, pensábamos que algo malo te había pasado.

Mamá corrió a verme, me abrazó, me besaba la cara, me decía lo mucho que me quería y que jamás le diera un susto como el que acabó de darles.
Papá me miraba y miro al oficial.

-Señores lamentó todo el alboroto, mi hijo volvió, yo...

-Por esta vez señor no haremos nada aunque el joven en cuestión apareció... Sin más que hacer buenas noches.

Los oficiales se fueron, papá me miró muy enojado, solo agache mi cabeza. Entramos a casa y me abrazó muy fuerte.

-Jamás, pero jamás lo vuelvas a hacer. Por Dios que nos asustamos, si te pasará algo no me lo perdonaría nunca.

-Papá perdón... Se que soy un estorbo pero...

-No eres un estorbo, sólo algo... Excéntrico.

Todos reímos por lo que había dicho.
Lo que quedaba de la noche estuve con ellos, en família, me sentía tan bien, volver a reír con ellos, ver sus rostros felices y no con decepción.

Llegó la hora de dormir, no quería estar sólo, ya que esa desesperación había vuelto a mi, las sombras se agrupaban en mi cuarto. Entre con temor, saque mi cama de su lugar e hice un círculo protector, la sitúe encima y salte a ella, porque no quería tocar el suelo sentía que en cualquier momento alguien o algo jalaria de mi pie.

El Inicio Del Fin. (Yaoi/ accion Y Terror)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora