Stay •Jared Leto//Margot Robbie• [Jargot]

Locos Enamorados.

Margot.- 

Vamos camino a casa, el va conduciendo, Cara y Shannon se quedaron con el equipo porque al parecer fueron a cenar. Estamos en silencio pero puedo sentir que Jared esta enojado y creo saber por que

-¿Mi amor?...-Le pregunto.

-Mande.-Su tono es frio 

-¿Que te pasa? 

-Nada...

-Jared, sabes que no me gusta que me mientas.

-Margot, sabes que no te miento.

-Estas enojado por Alexander, ¿verdad? 

El aprieta el volante y suelta un suspiro. 

-Si

-¿Motivo? 

-El hecho de que este aqui, de que se hablen como si nada y de como te estuvo abrazando hoy. 

-Si, sabia que ese era tu problema pero si me dejaras explicarte que es lo que pasa seguramente cambiarías. 

-¿Y según tu que me tienes que explicar?.-Aparca la camioneta enfrente de la casa y apaga el motor. 

-Baja para que hablemos en la casa.-El no dice nada, baja y cierra la puerta un poco fuerte. Dios, es muy molesto que precipite las cosas y crea las que no son. Entramos a la casa y no se detiene, va a su habitación y comienza a quitarse su chaqueta y su suéter.-¿Si podemos hablar?

-Te escucho.- El no deja de moverse, comienza a quitarse sus zapatos, sabe que me molesta que no me presten atención.

-Mirame Jared, sabes que no me gusta que me ignores.-Le hablo fuerte y claro. El se detiene y hace lo que le digo.-Por un momento deja de comportarte como un niño y escucha lo que tengo que decirte. Alexander y yo hablamos un día después de ver tus fotos con Alicia. Discutí con el ya que el me estaba insistiendo en porque mi comportamiento había cambiado yo le dije que me molestaba como trataba de ganarme como un maldito trofeo cuando yo le deje en claro que solo podíamos ser amigos y me contesto con algo que yo no esperaba, me dijo que sabia que tu y yo estábamos saliendo.-Jared abre mucho los ojos y se confunde.-me dijo que se dio cuenta ya que el como te comportabas era digno de un novio celoso, yo le reclame que si ya sabia porque seguía comportándose así y el me dijo cosas muy cierta y dolorosas, fue entonces cuando yo te llame.

-¿Que te dijo?.-Me pregunta serio

-No creo que necesites saberlo, realmente duelen y no...

-Margot, dime que te dijo.-Sus palabras son fuertes.

-Me dijo que el lo estaba haciendo para ver a donde eras capaz de llegar por mi, de apoyarme, de estar conmigo, que tu sabes lo que consiste un trabajo así y el día de la escena donde te invito en ves de quedarte y asumir mi trabajo tu saliste corriendo, me dejaste y para terminar estuviste con alguien mas, no me respetaste y no respetaste la relación pero ignore su verdad y termine regresando contigo...

-¿Entonces te arrepientes de regresar conmigo?

-Por eso no te quería decir, no, claro que no me arrepiento de regresar contigo. 

-Pero, el tiene razón, yo, fui un cobarde, no supe que hacer, sali huyendo porque no fui capaz de ver a otro hombre teniéndote, tocándote, haciéndote suya, aun que sea solo por actuación 

-Tu lo dijiste, actuación, solo eso, eso no significa que yo sienta algo por el o que lo gozara, ¿sabes lo incomodo que fue y es para mi grabar escenas así?, ¡No!, porque no te pones en mi lugar, solo piensas en ti.

-No es pensar en mi Margot, entiende, así soy yo, soy muy posesivo, solo te quiero para mi, solo quiero que tus risas,abrazos, besos, caricias, lagrimas, sean para mi porque estoy enamorado de ti, como ninguna otra, ni con Camerón.-sus palabras me dejan sin aliento, lo crei enamorado pero no a este grado, superar el amor que sintió por la mujer con la que se iba a casar y ahora entregármelo a mi es hermoso. El se da cuenta de mi expresión.- Si, ya lo dije, te amo y nunca estuve así de enamorado, quiero que entiendas eso, no soy perfecto y tal vez mi forma de amar sea extraña o mala pero solo puedo demostrarla así, quisiera ser bueno para ti porque tu eres demasiado buena para mi.

El se sienta en el suelo y se toma su cabeza ocultando su cara entre sus piernas, yo me arrodillo  enfrente de el y le alzo la cara, tiene los ojos cristalinos, acaricio su pómulo derecho, el gira la cabeza y me da un beso en la mano.

-Oye, ni yo soy demasiado buena y tu no eres demasiado malo, solo somos dos personas enamoradas, sin limites, comprendo tu forma de amar, alocada, impulsiva, posesiva pero también quisiera tu apoyo, tu también eres actor, haras mas películas y algunas escenas tampoco me gustaran pero estaré ahí para apoyarte porque es tu trabajo. Nunca te quiero dejar.

El sonríe de lado.-Lo ves, eres demasiado buena, me entiendes, sigues aqui conmigo, tratando de solucionarlo.

-Por que te amo.-Le contesto y le doy un beso tomándolo de la cara. Las lagrimas que contenían sus ojos rodaron si mas tocando mis dedos, de alguna forma también las mías. Es aqui cuando me doy cuenta que no quiero besar otros labios que no sean los de el. 

El se separa de mi y nos miramos a los ojos, azul y verde, jamas había tenido una conexión tan profunda con alguien, el se levanta y me ayuda, me atrae hacia el y me toma de la cara besándome con dulzura, con delicadeza, me pone a la orilla de la cama y me sienta, yo me hago para atrás lentamente con el aun en mi boca, saboreando nuestros labios, el se acuesta sobre mi sintiendo su peso, comienza a acariciar mis piernas de una forma tan delicada, yo paso mis manos por su cabello descendiendo por su espalda. El me levanta y me quita mi playera, yo la suya. Ahora nuestra piel comparte el mismo calor. 

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Jared.-

Comienzo a quitarle la ropa, lentamente para que nuestro deseo se vuelva cada vez mas grande, la miro a los ojos, esos ojos que me estremecen el alma y me hacen amarla cada día mas. Antes de hacerla mía quiero recorrer su piel, besarla, hacerla sentir querida, beso tras beso, caricia entre caricia y mi hinchazón comienza a crecer deseando mas. 

Desde su cuello hasta su pecho pasando lentamente por su abdomen y acercándome cada vez mas a su pubis percibiendo su humedad y su delicioso olor. Uno del que nunca me cansare de deleitarme. Ella, al sentir mi respiración y mis labios chocar con su piel deja liberar pequeños gemidos. 

Me acerco a mi cajón y saco un Condon, me lo coloco en mi miembro viril, logré enderezar la espalda e introducirlo en su humedad. Con un pequeño grito tomó mis manos y las posó en sus senos. La firmeza de su cuerpo delataba su necesidad de hacerme suyo, de tomar mi vitalidad para ella, no compartirla, no desperdiciarla. Se movía sin descanso sobre mi regazo, gritando, gesticulando, dejando atrás la necesidad de ser decente. Abrazaba las sábanas con una fuerza sobrehumana mientras encogía el entendimiento y alargaba el placer. De nuevo me tomó las manos y las hizo pasar por todo su cuerpo, sentía la necesidad de sentirse única, irrepetible, que cada una de sus piezas sintiera eso que nacía del primer surco de sus piernas.

Como en un lienzo dibujó su figura debajo de mi anonadada anatomía. Utilizaba pincelazos para estremecerme, usaba pinturas para relajarme. El caballete parecía desmoronarse de a pocos, no resistía las arremetidas del artista, no soportaba la belleza del verbo hecho poesía, de la pintura hecha vida. Ella es mi obra, se cómo terminarla, cómo sortear la nefasta sensación del final.

El éxtasis duró hasta el final. Con una contracción de sus músculos supe que ya no estaba conmigo. Había trascendido la carne para encontrarse más de cerca con nuestros creadores. Logró acercarse al cielo sin siquiera moverse, yo sentía esa cercanía, yo sentía cómo el mundo por un segundo se detenía. Escuchaba el sonido de los autos a un par de metros, escuchaba la gente caminando, escuchaba el interminable trasegar de la ciudad, pero todo estaba detenido en una infinita muestra de horror, de miedo, de un incesante grito de placer.

Rasguñó mi espalda, apretó sin cuidado mis brazos, presionó mis piernas, empujó mi vientre con poca sutileza y así a mi lado terminó. El mundo de nuevo se estiraba naturalmente. El tiempo, de nuevo, volvió a ser diferente para los dos. El espacio se ampliaba luego de un incesante estrechamiento. Cerrar los ojos solo produjo el impulso final: el mundo estaba satisfecho a la entrega de nuestro amor. Un amor que duele y al mismo tiempo amo.