Todavía... (Camren)

Capítulo 13:

Un año, casi dos iba a cumplir nuestro matrimonio, nuestro viaje de ensueño en Porto.

Camila se había hecho socia en una nueva firma de publicidad, ganaba más, le iba bien y tenía mucha nueva clientela, admiraba su trabajo, era muy buena en lo que hacía.

Yo terminé Letras Inglesas y daba clases en la Universidad, preparaba una novela en inglés, tenía más tiempo libre y me dedicaba a la casa.

Camila no, tenía mucho trabajo, a veces llegaba muy tarde o se quedaba en su oficina, eso sí, siempre me avisaba... Hasta que, todo cambió.

Aquella madrugada me encontraba sola en casa, estaba leyendo y dispuesta a irme a dormir, sonó el teléfono... era mi hermana Taylor.

Taylor: Mamá murió.- alcancé a escuchar... colgué mecánicamente, me vestí y tomé un taxi rumbo a la central de autobuses... Mi familia vivía a dos horas de la Ciudad.

Ese trayecto lo olvidé, hasta ahora no lo recuerdo... no sé ni cómo llegué a mi casa, mi mente se borró desde la llamada, hasta cuando llegué con mi hermana, ví a mi madre, tendida y algo se rompió... Sonó mi teléfono.

Camila: ¿dónde estás?

Lauren: Mi mamá murió... estoy en su casa, ¿vienes?

Camila: No puedo, el trabajo urge... lo lamento en verdad

No dije más, me decepcioné y de la anda agarré un resentimiento, en el peor momento de mi vida y mi esposa no estaría.

Lauren: Está bien, que te vaya bien...- colgué el teléfono y lo apagué.

Pasaron dos días, el velorio, el entierro, me quedé en casa de mi madre a cuidar a Taylor, estaba muy mal, pasaron 3 días más; avisé en la Universidad y Camila, ni siquiera me llamó.

Ya que todo había quedado bien, regresé a mi casa, Camila no estaba, tomé un baño largo y relajante... me recosté en la cama y dormí por horas, no sentía nada, no soñaba nada, estaba tan cansada, tan triste, tan decepcionada y por primera vez me sentí sola.

Un susurro me despertó, era ella, corrió y me abrazó:

Camila: ¿Cómo estás?

Lauren: No lo sé.- y me solté a llorar, Camila me abrazó más fuerte y me pidió disculpas por no haber estado ahí.

Camila: El trabajo se ha tornado arduo, no queda un proyecto y tenemos el tiempo encima, de hecho sólo vine por unos bocetos, tengo que ir a la oficina, no quiero dejarte así.

Lauren: No importa, ve y cumple con tus obligaciones.- volví a recostarme y a dormir...

Pero algo dentro de mí se había quebrado, lo sentía, no lloraba por mi madre, lloraba por aquella mujer que no había estado conmigo, lloraba porque ella no había podido responderme de la manera correcta, no dijo lo que esperaba escuchar...

Miré el buró de la cama, estaba la foto de aquella noche en Porto, donde nos besábamos... Ahora no me reconocía, tal vez era la tristeza...pero la soledad, me estaba invadiendo.

Pasaron cerca de 3 meses, se llegaba nuestro aniversario número 8, preparé una cena y le llamé por teléfono:

Lauren: ¿Te espero en casa?

Camila: No creo llegar, se nos perdió un boceto y debemos de volver a hacerlo.

Lauren: ¿Y qué cenarás?

Camila: Lo que traigan aquí, mandaré a mi asistente.

Colgué y decidí llevar la cena, me puse el vestido de aquél concierto, tomé un taxi y llegué a su oficina, el pasillo estaba oscuro... y de repente escuché su risa, era una risa que recordaba de los primeros días... Cuando recién comenzabamos a salir.

La puerta estaba entreabierta y me asomé, Camila dibujaba y una chica estaba muy cerca de ella, noté que estaban muy cerca, se reían, bromeaban:

Lauren: Hola

Camila:¿qué haces aquí? ¡Vaya sorpresa!- dijo - Ella es... es... mi asistente-

Lauren: Mucho gusto, soy su esposa.- contesté y estreché la mano de aquella, no me parecía linda, aunque tenía un bello color de piel, morenas... eso la enloquecía.

-No sabía que estabas casada, mucho gusto- dijo

Lauren: Traje la cena.

Camila: ¿Por eso vienes tan elegante?

Lauren: ¿Olvidas que día es hoy?.- contesté de nuevo, no me respondió- Es nuestro aniversario...

Su asistente tomó su abrigo y se disculpó, nos felicitó y salió de la oficina.

Camila: Lo olvidé por completo.

Lauren: ¿Te la estás cogiendo?.- pregunté, mi sangre hirvió, nunca usaba ese vocabulario pero dentro de mí algo me decía que ella me engañaba. Y no respondió.

Lauren: Contesta- grité.

Camila: No sé que es lo que pasa, ya no me siento igual... ya no me siento cómoda, contigo me bloqueo y mi creatividad no fluye, lo lamento, no quería decirte esto, no después de lo de tu madre.- le dí una cachetada, luego otra... le arrojé la cena y salí de su oficina, me fuí rumbo al departamento y saqué toda mi ropa, mis cosas, le llamé a una amiga del trabajo y fue por mí.

Camila no se apareció... ella ya no me llamó, ella...me olvidó.

Tomé el retrato del buró y lo azoté fuerte contra el piso, así cómo se rompió aquel retrato... así se rompió todo en mí.

Hasta ahí había quedado Porto, hasta ahí había quedado Portugal, hasta ahí... quedaron nuestros sueños...