Desperté como cada mañana, por el cantico dulce de mi alarma, una leve melodía, que me recuerda al pasado, a cuando era feliz. Me incorpore en mi cama, estirándome para luego ir al cuarto de baño, que se encuentra en mi habitación. Me despoje de mi pijama, luego de mi ropa interior, y por ultimo me introduje en la ducha. Los pensamientos atroces sobre mi vida comenzaron una vez mas. Pequeñas voces que me hacían odiarme, me hablaban una y otra vez. Mis pensamientos no eran coherentes, eran frases al azar, pensamientos impíos sobre alguien, al cual no conozco. Una y otra vez se repetía en mi mente la frase “Pero el no sabe quien soy”. Pareciera que mi mente y mi cuerpo fueran dos cosas totalmente diferentes, como si no estuvieran conectadas entre si, y cada cual haga lo que se le venga en gana. Odiaba lo momentos en los cuales mi mente ya no era mía, cuando ella era libre, podía pensar lo que quiera sin que yo se lo pidiese. Al terminar con mi ducha, mi cuerpo y mi mente se unieron, volvieron a conectare. Los pensamientos se fueron, pero quedo en mi mente esa frase “Pero el no sabe quien soy”. Quería saber quien era ese “él” el cual atormentaba mis pensamientos.
Volví a mi habitación, fui a mi gran armario. Mi ropa estaba ordenada por color, y por lo que era, es decir, faldas de un color en un lado, remeras de un color en otro, zapatos de un color en otro, etc. Como vivo en Los Ángeles no tengo ropa de abrigo, mis pilchas son siempre veraniegas. Me puse esto: LINK
Siempre me levanto temprano, por lo cual tengo tiempo de arreglarme tranquila, de desayunar, y de ir lentamente caminando al instituto. Una vez que ya estaba bien arreglada, me decidí a bajar a desayunar. Salí de mi habitación, pase por el gran pasillo hasta llegar a las escaleras. Tengo una gran casa, mis padres son millonarios, viven viajando por eso es que nunca están conmigo. Ellos de jóvenes anhelaban desesperadamente tener un niño, el cual siguiera con el negocio familiar, cuando hicieron la famosa ecografía para saber el sexo del bebe los doctores dijeron que era niño, pero nací niña, por eso no me quieren, y ni les importo.
Iba bajando las escaleras cuando alguien me grita.
Xxx: Hola princesa!.
Tu: Noaaaaaaaaah!- dije bajando las escaleras rápidamente.
Baje corriendo a abrazarlo. Noah, él era más que un amigo, era mi mejor amigo, mi hermano, mi alma. Él era esa persona con la cual puedes hablar de lo que sea, puedes ver su alma atreves de sus ojos, una persona pura, con buenos sentimientos, así era Noah.
Noah: ¿Como estas bebe?-pregunto abrazándome.
Tu: ¡Bien! ¿Y tu?- dije sin soltarlo.
Últimamente estoy muy cerca de Noah, siento que esto esta pasando a ser mas que una amistad, cosa que no quiero que suceda. No es que sea feo, ni nada de eso, es hermoso, pero no quiero arruinar mi amistad con Noah. El interrumpió mis pensamientos.
Noah: ¡Genial! Y ahora mas que te veo a ti-dijo dulcemente- Estas hermosa.
Tu: Oh gracias… Que lindo eres-dije algo avergonzada.
Noah: ______ podemos subir a tu alcoba a hablar un poco, es algo importante, y personal, ya sabes.
Solo asentí con mi cabeza levemente. Comencé a subir las gradas, el me siguió. Fue un camino silencioso, algo incómodo para mi gusto. A juzgar por la cara de preocupación que tenia Noah era algo muy importante lo que debía decirme. Una vez ya en la habitación Noah hablo.
Noah: ______ esto no es fácil de decir, sinceramente me cuesta mucho, ya que eres mi mejor amiga, y no quiero que todo esto se arruine por mi culpa, yo…Emmm…
Noah no hablaba, me estaba desesperando demasiado, estaba pensando que iba a decirme que estaba enamorado de mi.
Tu: Hey tranquilo, solo dilo y ya-dije suavemente.
Noah: Ok, pues mira, yo em… Estoy enamorado de Jane, la amo con todo mi corazón, y quiero que sea mi novia- dijo en un tono muy rápido, el cual me fue difícil entender.
Tu: Que?-dije atónita- Me había asustado, pensé que la que te gustaba era yo, uff eso hubiera sido raro-dije aliviada.
Noah: Bien, ¿tu me puedes ayudar?-pregunto ansioso.
Tu: Voy a confesarte algo, Jane esta enamorada de ti, siempre lo estuvo, pero nunca se atrevió a confesarte lo que sentía por ti.
Noah: ¿Qué?-dijo confundido.
Tu: Como lo oyes, intente muchas veces que te confesara lo que sentía, pero nunca se animo, me alegra que tu sientas lo mismo-dije en un tono maternal.
Noah: Entonces… ¿Tu crees que ella quiera tener una cita conmigo?-pregunto feliz.
Tu: Ella quiere todo contigo-le respondí.
Nos dimos un tierno y cálido abrazo, como los que solo sabe dar Noah.
Nos fuimos al colegio, íbamos charlando sobre lo que nos había ocurrido el fin de semana, ya que el se fue de viaje y no nos habíamos visto en 3 dias.
Noah: Mi madre comenzó a discutir por teléfono con alguien, cuando colgó yo le pregunte si había hablado con mi padre, por lo cual se enojo, me grito y luego me pego.
Tu: ¡¿Te pego?!- grite atónita .
Noah: Si, pero baja la voz.
Tu: No lo puedo creer, pensé que solo mi madre me pegaba cuando se enojaba con alguien, pero tranquilo es la historia de mi vida.
Noah: Si, lo se pero ella no es de pegarme, ya hacia mucho que no lo hacia.
Tu: Debe haber ocurrido algo malo.
Noah: Seguro.
Continuamos caminando, ya que después de mi grito frenamos a hablar. Noah por su parte siguió contándome con detalles sobre su “mini” vacaciones en Londres. Me conto que hizo 5 amigos, no recuerdo los nombres.
Llegamos al colegio, buscamos a Jane pero no estaba.
Noah: ¿Tu crees que le haya pasado algo a Jane?
Tu: No, tranquilo, seguro se retrasó.
En eso me llega un mensaje a mi celular, el cual era de Jane y decía “Hola _______ hoy no podré ir al colegio porque me siento mal y mi madre me llevara al medico, beso”
Tu: Noah, Jane no viene al instituto, esta enferma e ira al doctor.
Noah: Pero… ¿Esta bien?
Tu: Si, algo así.
Le pedí a Noah que se siente junto a mí, el accedió.
