Bufanda

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–(t/n) es el tipo de chica que merece tener a Karamatsu, pues nosotros lo ignoramos siempre, y ella equilibra las cosas al tomarlo en cuenta. Como si fuera lo más importante en una clase de matemáticas, si así es – comento Choromatsu sonriendo –.
–¿Crees que Karamatsu sienta lo mismo por ella? – pregunto Todomatsu acomodándose en su futon –.

Hubo un gran silencio en la habitación, todos pensando que sentía él por (t/n), sin duda era importante, pero ninguno podía decir si estaba enamorado de ella. Todos se pusieron de pie rápidamente y caminaron silenciosamente hasta la habitación de abajo, donde una (c/c) estaba bebiendo té tranquilamente, y frente a si se encontraba Karamatsu serio.

–Sabes que vi en tus ojos la primera vez que nos encontramos, my darling? – ella nego mientras continuaba sosteniendo su taza de té y todos observaban atentos y agudizaban sus oídos atentos a lo que diría –, tus ojos reclamaban el regreso de alguien, pude ver tus ojos brillar cuando me viste.
–Digo lo mismo de ti, sobre todo porque lucías bastante feliz... – esbozo una gran sonrisa, algo que hizo sentir a Karamatsu una calidez en su corazón –.
–Pues te estuve esperando, aunque cuando apareciste sin duda yo no tenía muchas esperanzas, paso demasiado tiempo.
–La vida hace jugadas extrañas, creo que debemos entender eso Karamatsu.

Fue en ese momento en que Karamatsu se puso de pie rápidamente, y todos se pusieron tensos por si los había visto o si iba a salir de la habitación, en efecto era la segunda.

–¡Tengo algo que entregarte, déjame ir por eso!

Dicho eso fue lo que hizo que todos salieran disparados escaleras arriba unos tropezando en el camino pero logrando llegar hasta la cama, mientras Karamatsu entraba calmado debía de haber estado demasiado distraído como para no haberse percatado de todo el ruido.

Ninguno vio lo que saco de un cajón de ropa, solo escucharon sus pasos al volver a bajar.

–¿Recuerdas esto?

De manera floja dejo una bufanda alrededor del cuello de ella, aquella que un día llevo a clases y al quitársela por el primer tiempo, olvido ponérsela al salir de clases y luego no la volvió a ver.

–¿La tenías todo este tiempo? ¿Por qué?
–Quizá si te quería... y no me di cuenta hasta luego, además me recordaba mucho a ti cuando no estabas.

¿Realmente la quería? Fue todo lo que pudo pensar mientras miraba a la bufanda entre sus manos, ya no tenía su aroma, lo había perdido por completo, solo una fragancia a lavanda, no dolía tanto, los recuerdos de ese tiempo desaparecieron casi por completo.

–¿Recuerdas cuando la perdiste?
–Un día frío, solo se que me la quite y luego ya no la volví a ver – no levanto la mirada en ningún momento –. Sabes Karamatsu... ese día en que me encerré en mi habitación no lo recuerdo, ni el resto de días, nada. Quizá el tiempo se detuvo... o eso me gusta creer, perdí tiempo preciado por toda esa basura.

–It's not your fault (No es tu culpa) – dejo caer su mano sobre la cabeza de ella –, nada de lo que paso es tu culpa, love.
–¿Fastidie a alguien alguna vez?
–¿Qué?
–Yo... ¿fui odiada? ¿hice algo mal... hice algo que molesto al resto?

Karamatsu se sentó frente a la peli (c/c) y poso su mano derecha en el mentón de ella, obligándole a mirarlo. Como sospechaba, los ojos (c/o) de ella estaban cristalinos.

–No... no hiciste nada malo.
–¿Entonces... por qué me trataron así? Como si fuera basura, como si no importara... como si no existiera. ¿Sabes cuanto tiempo llore? Quizá por meses, por eso no recuerdo bien, tenía miedo de salir de esa habitación. ¡Tenía miedo de todo!
–Perdón por ignorarte, perdón.

Ahora ella estaba confundida, y las lagrimas resbalaron por sus mejillas.

–No... deberías disculparte, tu no hiciste nada malo...
–Estaba allí, no era ciego... y solo deje que fueras a casa, así de triste. Por eso yo realmente quiero pedirte perdón, por tratarte mal... por todo.

(t/n) sin pensarlo se lanzo a abrazar a Karamatsu llorando en su pecho, mientras él solo mostraba una triste sonrisa y acariciaba su cabello con cuidado.

–¿Quieres dormir (t/n)? – pregunto Karamatsu poniéndose de pie, mirándole como si quisiera decir algo más también –.
–Por favor...

Tardo unos momentos en llegar con una manta, y le guio hasta el sofá cubriéndola con la manta lo mejor que podía, y cuando estaba dispuesto a marchar, la mano de (t/n) le detuvo sujetándole fuertemente de la muñeca.

–¿Eh?... ¿Qué ocurre?
–Quédate.
–Pero, ¿por qué? – se sentó frente al sofá y le miro fijamente a los ojos, ella aun tenía leves lagrimas en los ojos –.
–Solo... quédate, te necesito.

Sin pensarlo siquiera Karamatsu se atrevió a acercarse con un poco de nervios al ver que cada vez estaba más cerca de los labios de ella, y rompió la distancia con un beso torpe donde no sabía que hacer hasta que sintió las manos (t/n) sobre su cabello devolviéndole el beso suavemente, él mismo se tiro un poco hacia adelante en busca de profundizarlo, acaricio la mejilla de ella con suavidad y entonces se alejo lentamente con su rostro rojo.

–Can I sleep with you tonight? (¿Puedo dormir contigo está noche?)
–Por supuesto que puedes, te quiero Karamatsu.

El mismo esbozo una gran sonrisa y se acurruco junto a (t/n) robándole otro beso un poco más corto, pero igual de dulce que antes.

–I love you, my Karamatsu girl.

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Estas escenas finales de capítulos son los que me dan calidez en días fríos como el de hoy. Agradezco a la canción que me inspiro para no meter la pata, porque siempre he sido un horror narrando besos, en lo personal no tengo mucha experiencia así que hago lo que puedo.

En fin, con esto diré que queda muuy poco, la nada misma. ¡Así nos leemos el lunes!

All Too Well {Karamatsu x Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora