Que feo es ver como tu mundo se derrumba y tu no puedas hacer nada para sostenerlo.
En eso pienso todas las mañanas al despertar en este maldito "internado", esto solo es una cárcel para niños malcriados y desafortunados como yo, pero de nada sirve llorar aquí o pedir ayuda por que nadie vendrá a ayudarme o a consolarme. Las únicas personas con las que contaba en este mundo se han ido y lo peor es que nunca van a volver a estar junto a mi. Me siento terrible cada año el mismo día y eso no va a cambiar nunca.
Después de analizar mi vida, decidí pararme, darme una ducha y bajar a desayunar igual que todas las mañanas desde que vivo aquí ( osea hace 6 años).
Al llegar al comedor, tome una manzana y me sente en una mesa apartada de todas las demás, voltee a ver si Zarah había llegado al comedor y doy gracias a que no a llegado, lo que significaba que podía comer tranquila o eso pensé.
-Vaya vaya miren quien esta aquí- dijo Jack con una sonrisa maliciosa- si es nuestra querida Rhebecca, ayer te echamos de menos cariño, ¿en donde estabas ayer que no te vimos eh?-dijo este con tono de burla, yo solo mantenía la cabeza baja y miraba fijamente la manzana en mis manos- ¿ que acaso eres sorda o no tienes modales? te estoy hablando contesta- yo solo seguí mirando la manzana.
En un rápido movimiento Jack me tomo de los brazos fuertemente levantándome de la mesa en la que hace poco me encontraba sentada, para ponerme frente a el y hacer que lo mirara fijamente.
- ¡¡CUANDO YO TE HABLE TU RESPONDES!!-me grito el mientras yo desviaba el rostro hacia otro lado para evitar que el viera el miedo en mis ojos pero el fue mas astuto y rápidamente agarro mi mentón e hizo que lo mirara fijamente.-te queda claro pequeña "RATA" - dijo para luego soltarme e irse junto a sus amigos.
Apenas lo vi salir fui corriendo a mi cuarto, yo solo pensaba en mi vida pasada, cuando era una niña y vivía feliz junto a mis padres, y no puede evitar derramar una lagrima que seque rápidamente antes de que alguien la viera ya que no quería mas maltratos por el día de hoy, y eso que solo estaba empezando la mañana. Yo no entendía que les había echo para que me trataran de esta manera.
Al llegar a mi habitación cerré la puerta con pestillo y me lance en mi cama a llorar, abrace la almohada lo mas fuerte que pude y undi mi cabeza en ella para ahogar un grito de dolor, rato después me quede dormida.
Me desperté cuando sentí que alguien llamaba a mi puerta- ¿quien es?- pregunte con la voz algo apagada.
-Señorita Price el director necesita hablar con usted de inmediato- dijo una voz femenina detrás de mi puerta.
Rápidamente me levante de la cama me puse mis vans, abrí la puerta y vi a la secretaria que me esperaba apoyada en la pared con el seño fruncido y se notaba algo enojada.
-Hasta que por fin abres la puerta, tengo media hora tocando y tu nada que respondes- dijo esta en unto de regaño.
-Disculpe es que me había quedado dormida- deje yo algo avergonzada.
La secretaria negó con la cabeza y nos dirijmos hacia la oficina del director.
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Continuara...
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Rhebecca Price
Roman pour Adolescents-Como te llamas- me pegunto el oji-azul con una cálida sonrisa haciendo que mis mejillas se sonrojaran. -Rhebeca Price- respondí yo soltando un sonrisa por lo nerviosa que estaba- pero me dicen Becca. -Bueno Becca es un placer conocerte mi nombre es...