¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
«When you see me, when you touch me The universe has moved for us, there wasn't even a little miss Our happiness was meant to be Cause you love me and I love you».
Taehyung estaba apoyado en su casillero, cabizbajo. Esta era la décimo cuarta vez en el día que trataría de hablarle a Do Jong Mi. Pero no creía que eso fuera tan fácil, no cuando ella aparentemente, lo odia.
Para ser sinceros, Kim Taehyung no tenía ni idea cuándo ni cómo fue que ella comenzó a mirarlo de esa forma tan intimidante y tan «no-te-atrevas-a-tocarme», él no tenía idea de por qué cada vez que él quería acercarse ella simplemente lo empujaba lejos, pero siempre terminaba a su lado una vez más.
El segundo día que vio a Do Jong Mi, fue el día en que empezó a dudar de su convencimiento de que los flechazos a primera vista (o de segunda, según él) no existen. Siempre trató de ganarse un puesto a su lado a la hora de almuerzo, sacándole conversaciones que sólo terminaban en muecas extrañas por parte de Jong Mi o simplemente lo ignoraba sin motivo alguno. Él la catalogaba como su amor no correspondido, nunca podría llegar a estar con Jong Mi y no ser aquél estúpido-aburrido que hay que ignorar, no de la manera que él quiere.
Sin embargo (y mucho antes de que él compartiera siquiera un segundo con Sun-ja), en un día de las tantas expiaciones matutinas de Kim Taehyung, pilló que el padre de su Jongjong era Do Kyungsoo, el profesor de Historia particular más cotizado de Daegu.
Su cerebro inmediatamente clic e ideó lo que para él sería el plan perfecto.
Lo que él no sabía era que después de unas averiguaciones más, se daría cuenta que el señor Do no era el sutil y amable padre que aparentaba ser. Pero eso no importaba, él quería estar sólo cerca de Jong Mi al fin y al cabo.
—Sabes que tus notas en la materia son excelentes, ¿no? —cuestiona acomodándose la corbata. Emitiendo un leve carraspeo, añade—: ¿Qué quieres de mi hija? Te lo pregunto porque nadie en mi vida de tutor y profesor había venido con estas excelentes notas a pedirme tutorías, y has fruncido el ceño cuando he nombrado a mi hija, eso me da una señal—apoyando sus codos en su lustrada mesa, Do Kyungsoo lo observa con cierto recelo. Taehyung le parece un buen chico, pero le intriga la manera en que ha acudido para acercarse a su hija.
—¡Le pagaré, se lo prometo! Además, me ayudaría a subir mi IQ, las clases ya me parecen aburridas y he visto como le enseña a unos compañe—
—Estás aceptando entonces, que es por mi hija ¿verdad? —Taehyung traga saliva, y se encoje de hombros. Está totalmente esperanzado en que su padre le diga que sí, y por lo menos ver a qué se dedica Jong Mi cuando está libre. — Debo decir que estoy bastante intrigado del cómo te puede gustar una chica así, es decir, no es por pormenorizarla, pero vive encerrada en casa y su mal humor no se aguanta—sonríe ladino mientras ve los movimientos del asustadizo chico—. Pero si a ti te gusta, bien por ti. Eso sí, ayudantías de miércoles a jueves después de tus clases, serán de dos horas y repasaremos del principio al final. Y otra cosa, Do Jong Mi vive sola, por lo que al primer manoseo que ella acuse, todo esto se acaba ¿bien?
