El espejo y la manzana

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Blancanieves estaba triste, dolorida, enfadada, le acababa de llegar la noticia de que los enanos se habían quedado atrapados en la mina y que era totalmente imposible sacarlos de allí, la entrada de la mina estaba cubierta con enormes rocas. Y por si fuera poco le habían llegado rumores de que habían visto movimiento en su antiguo castillo, la corona que antes perteneció a la reina malvada había desaparecido, lo que la puso más nerviosa, y a pesar de que Florian quiso impedir que lo acompañara verificar los rumores , ella insistió y el tuvo que llevarla al viaje.
Llegaron al reino de Blancanieves donde les recibieron con gran alegría , se alojaron en un palacete cerca al un lago, allí pasaron la noche ya que venían cansados del viaje.

***

Grimhilde se enterró de la llegada de Blancanieves lo que la alegró bastante, por fin iba a acabar con ella, ya que en el reino solo podía haber una mujer más hermosa.

-¡¡¡Malvia!!!- llamó Grimhilde de mala gana-voy ahora hacia mi castillo allí hay algo que hecho de menos y que anhelo ver.

-y se puede saber ¿qué es?-pregunto Malvia sin mucho interés

-Mira que eres cotilla, te lo diría pero se lo envidiosa que eres, y como intentarías quitármelo.

-Tu me has contado yo no te he preguntado-le dijo a Grimhilde de muy mala gana acompañado de una mirada de desprecio-además no te ibas ahora.

-Mira que eres envidiosa, quieres que me vaya para ocupar mi trono, lo que tienes de fea lo tienes de envidiosa.

-Baya eso no me importa ya que no le voy persiguiendo a una niña por ser mas guapa que yo.

– Eso es por que tu belleza brilla por su ausencia prima y no tienes a nadie a quien perseguir por ser más fea que tú – dejó asomar una risa maliciosa.

– Y perseguir a la mujer más hermosa del reino ¿no te hace fea?– elevó una ceja al terminar de hablar

-Ya te gustaría ser como yo EN-VI-DIO-SA, cuida de mi castillo hasta que vuelva

Dicho esto movió la mano hacia las armaduras de adorno, estas tomaron vida como si las llevara una persona,

-Preparad mi carruaje- ordenó

Las armaduras mágicas salieron y pocos minutos después , fuera del castillo le esperaba un carro de un color negro al igual que sus caballos solo que éstos tenían los ojos de un color verde brillante, le dio dos besos pero sin tocarse a Malvia y emprendió su camino. Llegó al castillo unas pocas horas después. Este estaba totalmente descuidado, el jardín estaba podrido, la hierba estaba seca, no habían flores, y el castillo, bueno tenía mejor aspecto que el jardín, se agachó un momento pasó la mano sobre el césped, y el jardín comenzó a reverdecer las flores volvieron a crecer y todo aquello que estaba descuidado en aquel jardín volvió a su antiguo esplendor. Se metió en el castillo el cual estaba hecho trizas había desorden, cortinas rotas , retratos rajados, y espejos rotos. Se acercó a su antiguo trono, el cual tenia la forma de la cola de un pavo real, pero ahora ya no tenia color. Extendió la mano y tan pronto como lo hizo una niebla cubrió todo el castillo, y cuando desapareció , el castillo volvía a lucir hermoso y elegante, su trono volvió a brillar, pero eso no era a lo que había venido, corrió hacia sus aposentos y allí se acercó a la pared que estaba a la derecha de su tocador, y pronunció. <<solo la voz de la más hermosa abrirá la puerta que escondes>> la pared que antes había allí desapareció , dejando a la vista una puerta, ella entró , bajó unas cuantas escaleras llegando a un pasillo con enormes columnas alumbrado con antorchas, siguió recto hasta dar con lo que quería , su espejo, su querido y anhelado espejo, <<Esclavo del espejo, sal de la oscuridad vuelve de la eternidad a través del viento y del fuego yo te invoco,  muéstrame tu rostro
>> en el espejo apareció una cara, más bien una máscara al estilo griego, pero estaba en llamas de varios colores.

-Espejo espejo mágico dime una cosa ¿quién de este reino es la más hermosa?

-Usted mi reina es hermosa, pero en el palacete del lago dormida dulcemente se haya Blancanieves que es la más hermosa del reino.

Ante esta repuesta Grimhilde no se enfadó puesto que ya se la esperaba.

-Espejo espejo mágico muéstrame una cosa, aquello con lo que al fin pueda acabar con Blancanieves.

-En la cueva más oscura, se halla un árbol, el árbol negro con la fruta más mortal la manzana negra, con un solo mordisco acabara con la persona.

- Llévame allí e de cogerla.

El espejo se volvió liquido, Grimhilde se metió y llegó a una cueva oscura donde había un árbol y en él una manzana muy negra.

- Llegó tu hora Blancanieves.

Blancanieves: El regreso de la reinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora