Capítulo 3. "De visita".

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Mientras voy en el auto, el enfado se va y se queda el remordimiento de haberme ido de esta manera. Lágrimas salen de mis ojos. Es realmente frustrante no poder hacer lo planeado y que todo salga mal. No es mi culpa haber llegado tarde, no era consiente de que tenía que buscar otras cosas antes de que llegara mi cuñada. Niego con la cabeza y limpio las lágrimas de mis mejillas con el dorso de la mano.

—Hemos llegado, señora –avisa el chofer una vez frente a mi antigua casa y se baja –

Me quedo boquiabierta viendo mi casa de antes, está totalmente cambiada. Ahora tiene un garaje de rejas blancas, la casa ahora es color salmón claro y hay dos Audi R8 dento. Me pregunto vagamente de quien será.

Bajo del auto un poco nerviosa y emocionada. Con mi maleta, camino decidida hacia la puerta y la toco.

—¿Algo más que pueda hacer por usted, señora?

—No, gracias. Puedes retirarte. –susurro y dirijo mi mirada hacia la puerta de nuevo –

Escucho como enciende el auto y se retira. Suspiro en un vago intento de calmarme cuando escucho pasos y la manilla de la puerta girando.

Sale mi prima con una enorme barriga de unos siete meses.

—¿Qué? ¿Aless estás...? –me callo porque he quedado sin habla –

Ella me mira a los ojos, frunce el ceño, se lleva ambas manos a la boca y se le empiezan a salir las lágrimas.

—¡No puede ser! Oh, Dios. No lo puedo creer –sonrie y me abraza – ¡Marie! Qué sorpresa.

Sonrío con lágrimas en los ojos, la extrañe tanto.

—Me alegro de verte. He vuelto y quería darles una sorpresa pero aquí la sorprendida soy yo –señalo su barriga–

—Ya viene en camino –suelta una risita – pasa adelante. Mi casa es tú casa. Como siempre.

Está mucho más cambiada, ahora es rubia y usa lentes de contacto.

Escucho voces en el living y me dirijo hacia allí cuando dos voces se me hacen conocidas. Cuando llego, la primera en notar mi presencia es Jessica. La cual, al verme se tapa la boca y comienza a llorar diciendo: «Oh por Dios» mientras se dirige corriendo hacia mi y me abraza.

Yo comienzo a reír mientras lloro y la abrazo fuerte.

—Qué sorpresa. Te he echado de menos. –susurra y me suelta –

Veo a Adam mucho más cambiado, venir hacia mí y abrazarme.

—Te extrañe tanto, que bueno que has vuelto. –susurra y me abraza más fuerte – No puedo creer que gracias a ti, conocí a mi futura esposa.

¿Qué?

Lo suelto, abro los ojos como platos mientras él y Jessica se abrazan.

—Hemos estado hablando y queremos que seas la dama de honor –los dos sonríen y Aless llega a mi lado – Venga, di algo chica.

Empiezo a reír y los abrazo a ambos.

—Yo también los he echado de menos. A ambos. Sabia que seguirían juntos, se complementan muy bien –los suelto y les sonrío– Encantada de ser la dama de honor. Os amo. A los tres.

Nos abrazamos ahora los tres y cuando nos soltamos decido preguntarle a Aless por el padre de mi futuro sobrino. Sí, quiero que sea mí sobrino.

—¿Y Aless, quién es el padre? –me dirijo hacia ella –

Ella en ese momento no sabe que decir y simplemente se calla, como si hablar de ello estuviera mal.

—Pues, no es una buena pregunta. –susurra Jess bajito –

Me quedo mirándola, hasta que ella y Adam miran detrás de mí. Decido girarme y veo una gigante sonrisa de un tipo alto, que sin siquiera darme cuenta me abraza.

Frunzo los labios por la incomodidad del abrazo y entonces, su perfume llega a mis fosas nasales y le empujo.
Lo miré a los ojos y supe que lo conocía desde hace tiempo.

Retrocedí con temor, ¿que hace él aquí?

—Marie, es solo Jason. El novio de Aless, no te preocupes –habla Jess mirándome extraño –

—¿Jason? Él no se llama así.

O por lo menos, no lo recuerdo.

Tocan la puerta, lo que hace que el ambiente tenso en el que estábamos se relaje un poco. Pero no dura cuando entra Javier a la sala.

—Buenas. Es un placer volverlas a a ver. Mi esposa se me adelantó por eso llego tarde. Lo siento.

Lo ignoro y decido caminar hasta la puerta de entrada para salir pero su voz me detiene.

—¿Amor? ¿A donde vas? –pregunta como si no hubiese pasado nada –

—Vamos a desayunar. –habla el tal Jason –

Las chicas insisten en que me anime y no sea una aguafiestas.

Miré con cara de pocos amigos a Javier, él y yo sabíamos muy bien que yo no quería tenerlo cerca y que esto lo está haciendo a propósito.

Decido quedarme y le lanzo una mirada fulminante a Javier mientras me dirijo a mis primas.

—Bueno, ¿que hay para desayunar? –pregunto intentando calmar un poco el ambiente – Muero de hambre.

—Okay, vamos a la cocina. Estábamos a punto de servir –sonrie Aless y se va directo a la cocina junto a los demás –

Sonrío de lado, recordando lo mucho que extrañé esto por una parte. Pero, es imposible que no me traiga malos recuerdos.

Decido ir tras ellos cuando una mano me toma del brazo y hace que gire quedando frente a mi esposo.

—Amor, yo... Lo siento. –habla con una voz tímida que me hace sonreír – No me gusta que peleemos. Quizá fue toda la conmoción del momento, nosotros llegando, luego mi hermana... Estamos agotados.

—Ya no importa, Jav. Todo esta bien, entiendo que fue la simple conmoción, el viaje y eso, yo lo entiendo. Nos estresamos y eso complicó las cosas, pero ya no te preocupes. –le sonrío con cariño borrando todo rastro de molestia de antes –

—Me vas a matar... –susurra mirándome culpable a lo que yo frunzo el ceño – Pero, mi madre y mi hermana están molestas porque vine detrás de ti y le dejamos la comida allá servida...

—Puedes irte si quieres, no tengo ningún problema... –comienzo a susurrar dándome cuenta que termino por callarme y mirarlo a los ojos –

Javier me mira fijamente, como para descifrar lo que quiero en realidad hacer. Pero, termina rindiendose sacudiendo la cabeza para luego decir:

—Como tu quieras. –susurra y camina hacia la puerta– vengo a buscarte en la noche para irnos a un hotel.

Abre la puerta y se va.

Me encojo de hombros, si él quiere estar con su mamá, que lo esté. Mi suegra no es muy buena gente que digamos.

—Eh, que bueno verte de nuevo, Marie. –habló y me causó un escalofrío enorme por todo el cuerpo –

—No te conozco. –hablo girandome para encararlo –

Él sonríe y me susurra un «Shhhh» desde donde está y sin decir nada más, empieza a caminar hacia la cocina.

Me quedo de pie en el sitio, ¿lo conoceré desde antes?

¿Por qué se me hace tan familiar?

¿Por qué no lo recuerdo?

Que extraño.

Un Pequeño Dentro De Mí #LNDMMA2♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora