–Veo que aún ladeas la cabeza como un cachorrito cuando escuchas un ruido hermano.–
–No eres mi hermano. Y sabía que estabas detrás. Hueles a muerto.–
Se dio la vuelta y con un disparo en la frente, limpio y certero lo mando al infierno.
Se arrodilló y llorando le susurró al cadáver:
–Sí eras mi hermano. Pero también dormiste con mi mujer... muchas veces.–
–Así es. Ayer me enteré.–
–Ah. Y no te preocupes por ella. La enviaré contigo en unos momentos.–
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Micro Cuentos
Storie breviHistorias muy cortas para leer en cinco segundos. Animate , no te arrepentirás.