Gotas de Poesía

Semáforo

Soñé con un veo veo.

¿Qué ves?

Un semáforo.

¿De qué color es?

Rojo pero no se ve muy bien

Lleva estático por horas,

y la niebla lo explora.

Genera dudas de si se puede arreglar

porque está roto

y sin voluntad no cambiará

Los peatones,

esos que estás mirando,

lo pueden presionar.

Cambia, y antes de que puedas avanzar

no puedes tomar la oportunidad.

No reconoce tu vehículo

como si no fuera apto

y sabes que te debes bajar

pero es atravesar el puente adelante sola y sin ver muy bien a donde vas

lo que te asusta más.

Son tus sueños los que están allá

y si no los sabes aquí no los encontrarás.

Puedes seguir dando vueltas en la rotonda, esa que nunca terminará

tomar otro camino

uno por la oscuridad.

No es como la niebla

que deja ver la luminosidad

de las luces verdes 

que se encuentran al continuar.

Y sino hay luces verdes, pronto las habrá

porque con esfuerzo

todo lo que va, tiene que llegar.

Por eso no busques

subir alto para tener que bajar

seguí tu sueño

y en el aire vivirás.

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Llevo meses pensando en esta analogía entre las oportunidades y los semáforos. Quiero incluirla en un poema como metáfora desde hace mucho, pero no se puede dejar sin explicar.

Se alarga tanto porque la semejanza con mi vida es impresionante, mis miedos de hacer lo que quiera con mi vida, que me vaya mal, ver una luz roja en mi cabeza y en la de muchas personas a mi alrededor. Saber que por el camino en el que estaba no puedo continuar, que tengo que cambiar y decidirme y ver como otras personas lo hacen y yo no puedo. Ni idea por qué lo vuelvo a escribir, creo que quedo bastante claro. 

1/10/16