La técnica del perfil criminológico

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La técnica del perfil criminológico

El principio del intercambio de Locard dice que cualquier persona o cosa que entre en una escena del crimen deja algo en ella, y también se lleva algo cuando sale. Para los perfiladores lo que deja son sus decisiones, sus actos, un «significado» de lo que ha querido decir con el crimen que tenemos que desentrañar, esto es, huellas de comportamiento o huellas psicológicas. Lo que se lleva son los efectos de lo que ha hecho en su vida, en sus emociones, en su aprendizaje, en sus costumbres, en sus miedos.

Proyectando hacia atrás desde la escena del crimen, la pregunta relevante que tenemos que hacernos es: ¿Qué tipo de persona ha hecho esto? Proyectando hacia el futuro a partir de la escena, la pregunta será: ¿Cómo influirá esto que ha hecho en su psicología y en su estilo de vida? El perfil criminal o criminológico "profiling" es la disciplina de la ciencia forense que se ocupa de analizar las huellas del comportamiento en una escena del crimen con objeto de proveer información útil a la policía para la captura de un delincuente desconocido. En las páginas que siguen veremos cómo la evolución histórica de su desarrollo ha matizado este objetivo, por ejemplo, ampliando el campo tradicional de los perfiladores (los asesinos y agresores sexuales en serie) para abarcar delitos como el secuestro, los robos en hogares o los incendios intencionados, y poniendo reglas y condiciones acerca del proceder del perfilador, evitando en lo posible que se adentre en terrenos especulativos para que se adecue cada vez más a la evidencia científica disponible. Pero en todo caso, y salvo que queramos desnaturalizar la disciplina del profiling, siempre será necesario interpretar los rastros o huellas de comportamiento de una serie de crímenes con la pretensión de caracterizar a un delincuente desconocido.

ESCENA DEL CRIMEN, MODUS OPERANDI Y FIRMA.

La escena del crimen se define como el área en la que ha tenido lugar un acto criminal. Ahora bien, un delito puede ocurrir en diferentes lugares, lo que puede dar lugar a diferentes escenas del crimen relacionadas con un mismo delito. El estudio de la escena del crimen constituye el corazón del profiling. En el esquema 1 se observa la escena del crimen en el proceso de elaboración del perfil.

1. La escena del crimen en el proceso del profiling (Fuente: Garrido y Sobral, 2008):

A. Estudio de la escena del crimen mediante evidencia fisica por los forenses y la policía cientifica;             

B. Estudio de la escena del crimen mediante evidencia conductual por el perfilador;

C. Otros métodos que se emplean en el profiling (perfil geografico, víctimologia, bases de datos) y;

D. Perfil del autor.

En la escena del crimen hemos de
prestar atención al modus operandi y a la firma del delincuente, es decir, a la evidencia conductual. Una definición genérica del modus operandi es señalar que la manera de comportarse de un criminal lo constituyen sus elecciones y conductas por las que pretende consumar un delito. El modus operandi se refiere al «cómo» del delito. Esto es diferente del «por qué» del delito o motivación del delincuente, lo que se conoce como «firma» del delincuente.

En el modus operandi buscamos conductas como método de aproximación a la víctima (por engaño o sorpresa), momento del día elegido para actuar, zonas seleccionadas para abordar y atacar a la víctima, arma utilizada y fuerza necesaria para controlar a la víctima. También cómo accede el sujeto a la escena del crimen y cómo la abandona. Forman parte también del modus operandi las llamadas conductas de precaución, que son los actos que realiza el sujeto para evitar que la víctima se oponga a sus deseos y para que no sea reconocido o capturado por la policía (llevar una máscara, tapar los ojos a la víctima, amenazarla para que no lo denuncie a la policía, etc.).

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