No Soy Tu Cenicienta.

Capítulo 2. FLASHBACK

-¡JODER YIBERLY QUE NO!- Grité harta de esto.

-Sabes como soy, es un si o si. Así que sino quieres que me vuelva tu pesadilla andante-dijo muy calmada mirando sus uñas-¡VAMOS Y PUNTO!-gritó esto último.

Aaahgg...! ¿Como puede cambiar de actitud tan rápido.?

-Ya dije que no.-Me negué, no iré y punto.

- Bueno...- dice alargando la "O"-Ashley, amiga querida no insistiré más...- dijo con cara sería, yo Sonreí - Aún que. - añadió y mi sonrisa se fue al carajo. ¡Maldición! - Creo que a los tíos no les hará gracia saber quien llenó la piscina de tinte y lombrices...- dijo con una sonrisa de lado. Joder sabía que me chantajearía...

- ¡Bien.! - grité molesta. - Tu ganas. - dije entre dientes y me acerqué a la puerta de la habitación

-Ya lo sabia - dijo con Aires de grandeza..- Espera ¿a donde vas.?- pregunto siguiendome, escaleras abajo.

- ¿Que no ves? - pregunto saliendo de la casa y me paro en la puerta de entrada, ella esta adentro y yo a fuera.

- No. No lo veo. - dijo con el ceño fruncido.

- Voy a Narnia. - dije obvia - Y sola. - no le di tiempo a responder y cerré la puerta dejándola con la palabra en la boca.

***

Camino sin rumbo alguno sólo quiero estar sola. Odio ser obligada a hacer algo. Simplemente lo detesto. Pero cuando a Yiberly se le mete algo en la cabeza no hay poder humano que la haga desistir, ella sabe que amo el bosque pero me gusta ir sola. No con un montón de tarados a los que ella considera "interesantes."

Levanto la cabeza y me doy cuenta que he caminado bastante estoy en el nuevo vecindario y a decir verdad es muy bonito.

Doblo la siguiente esquina pero tropiezo con algo.. Oh, mejor dicho "Alguien" quien me hace caer de bruces al suelo. ¡Genial!

-¿Pero que demonios? - dije por el dolor ya que el "alguien" cayó encima mío para completar.

Levanto la mirada y me encuentro con un perfecto par de ojos color turquesa... Con motitas grises, rodeada de unas pestañas largas ligeramente negras, una piel trigeña pero de apariencia muy suave, pelo castaño claro, nariz perfilada. Que en conjunto arman un perfecto rostro, el cual está inclinado hacia mi y con una mirada muy intensa.

Esperen.

El tarado aún está arriba de mi. Y joder pesa. Recordando mi furia por lo de el bosque y las ocurrencias de Yibe. Frunzo el ceño y carraspeo.

-Hmmm.... Si ya terminaste de observarme como un lunático pedófilo. - dije con fastidio y burla. - ¿Podrías quitarte de encima..?

El me miro confuso, y luego se percató de la posición en la que estaba, abrió los ojos exageradamente y se puso de pie. Me tendió la mano para ayudarme, lo deje colgado y me levanté sola.

- Lo siento. - dijo con un acento muy marcado... Griego si no me equivoco.

- Me da igual, sólo fíjate. - dije sin interés. Y le pasó por el lado para seguir mi camino. Pero el muy inteligente me tomó por el brazo para detenerme.

-Espera por favor. - dijo con cara de perrito degollado.. *Awww... Que lindo* me apoya mi subconsciente. *lo se* contestó.

- ¿Qué quieres? - pregunto brusca. Y miro su mano en mi brazo el la mira también y me suelta, mientras yo lo miro enojada.

-Soy Dániel - dijo presentándose.

-¿Quien te pregunto? - contesta el me mira sorprendido. Pero luego frunce el ceño y cruza los brazos. *Awww... Se enojó el niño bonito* dijo mi subconsciente con burla, y yo asentí. Y mire su postura y mierda. No puede ser que no me había fijado bien que puto cuerpo tiene el tío este... Joder y eso que está vestido de...¿Traje?...Vale...

- Nadie, sólo que los que tenemos educación nos presentamos - dijo con tono de burla. Yo abrí la boca ofendida, pero la  cerré al instante y volví a abrirla para responderle pero levanto la mano para que me callara y abrí los ojos sorprendida por su acto. -No me interesa saber tu respuesta a eso sólo, necesito saber ¿Donde ahí un taller cerca? -dijo como si nada.

Pero, ¿quien se cree el idiota este?, será hijo de su... Mamasita...abrí y cerré la boca dos veces por lo enojada, mientras el me miraba con burla.

- ¿Es que acaso me ves cara de GPS? - digo irritada.

- No. - respondió simple y conteniendo la risa. - Si así fuese, no andases chocando a quién se te pasé por delante, hicieras algo de utilidad... Como, ¿Ubicarte?, ah, y darme la dirección del taller sin tanta palabrería.

- ¡Vete a la Mierda tarado! - le grite.

- Cuidado con tus palabras pequeña. - advirtió.

-Cuidado con tus bolas tarado- la respondí.

-¿Porqu...? - No pudo terminar ya que mi rodilla había impactado en su entrepierna.

Ví como se agarró la zona afectada y se fue poniendo rojo. Sonrei malévola. - Que tengas buen día tarado.

Me Di la vuelta y empecé a caminar dejando a ese tal Dàniel lanzado en el piso.

Sip. Definitivamente trataré de fijarme más por donde valla ya que no me quiero encontrar a otro idiota como este.

* Idiota pero guapo, no lo puedes negar...* hablo mi subconsciente. Tu callate tarada.
No volveremos a ver a ese tipo nunca.  *Nunca digas nunca...*

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Bueno hasta aquí llegué, no he tenido tiempo pero aproveche un ratito hoy en la escuela.

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L & Y