19: Nuevo Instituto

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Bonnibel

Bueno aquí me encuentro junto a mi amiga frente al enorme edificio en donde pude encontrar cupo para las dos, miro a mi amiga que esta igual de nerviosa que yo así que le dedique una mirada que ya era el tiempo de entrar, a paso de tortuga entramos ya que todos los alumnos que estaban entrando nos miraban con mucha curiosidad.

Mira a todo lo que estaba a mi alrededor, todo era muy hermoso, los árboles, las flores y el instituto. Cuando terminamos de pasar el largo camino nos fuimos a donde se encuentra la directora, pero nosotras no sabíamos donde coño quedaba la oficina de la directora.

–¿Dónde crees que se encuentre la oficina? –le pregunte a mi amiga.

–Pues estoy igual que tú Bonnie, no se donde queda –me respondió mal –mejor vamos a preguntarles a ese grupo de chicos.

–Mejor vamos a ese grupo de chicas –apunte a un grupo que no paraba de mirarnos mal –vamos con los chicos, esas perras no paran de mandarme dagas de odio, ¡corre! –corrí donde se encontraba el grupo de chicos y como tengo tan mala suerte me caigo al llegar a su lado –mierda y mil veces mierda.

–¿Te encuentras bien? –un chico muy lindo se agacho para ayudarme a levantarme.

–Si gracias, oh dios que ridícula debí haberme visto –dije con una sonrisa en la cara –bueno chico bonito ¿sabes dónde queda la oficina de la directora? –termine giñandole un ojo.

–A esta chica le gusta jugar con fuego –dijo un chico moreno de ojos verdes y castaño –¿tú nombre lindura?.

–Bonnibel guapo –dije con una sonrisa –bueno si me quieren decir me avisan –estaba por irme pero alguien me tomó del brazo.

–Mi nombre es Marco y con gusto te llevo a donde la directora –volteo a ver al chico que claramente era en moreno y le dedico una sonrisa.

–Bueno Marco muy bien sabes que soy nueva aquí junto con mi amiga que está... Maldita desgraciada me abandonó –no dejaba de mirar a todos lados como una loca retrasada –ya que ¿me llevas?.

–Aquí vienen problemas –hablo un chico pálido de ojos miel –Bonnie será mejor que te alejes –decidí hacerle caso al vampiro y me fui donde estaba el.

–¡Bebé! –chilló cual chihuahua la rubia –¿ocurre algo?.

–No ocurre nada, solo nos estaba preguntando donde estaba la oficina de mi madre –hice una mueca rara que los chicos que estaban escuchando rieron bajito.

–Tranquila rubia que no soy de esas chicas que se ligan a otros chicos estando comprometidas –le mostré el anillo de un lindo diamante en mi mano –puedes despreocuparte.

–Mi nombre es Macarena y no rubia ¿te quedo claro? –hizo una mueca de asco.

–Tan claro como tu pelo –todos los chicos rieron incluso Marco –bueno no le quito tiempo a tu bebé y voy a buscar la oficina –me despedí y seguí con mi camino.

–¡Oye espera! –me doy media vuelta y me encuentro con Marco corriendo hacia mi –no me esperarte para que te llevará a la oficina de... –lo corté.

–Tu madre, tranquilo bebé que puedo buscarla por mi padre cuenta –le guiñe un ojo.

–Vamos chica nueva –me guío a la oficina –¿así qué comprometida?  –solté una enorme carcajada la cual el se unió conmigo.

–Claro que no, solo lo hice para evitar problemas y tener enemigas –dije buscando a Gabriela –el anillo me lo regalo mi mejor amiga, es como un anillo de la amistad o algo así.

–Pero es un anillo de compromiso –dijo riendo.

–Claro que lo es, es un anillo de que ambas nos comprometimos estar en las buenas y en las malas –dije mirando el anillo –como una pareja de casados pero nosotros somos una pareja de mejores amigas.

–Valla que lindo detalle –me detuve y le sonreí amablemente –eres una de las pocas chicas con la que se puede entablar una conversación sin intentar nada.

–Gracias tú también, me alegro de haberte conocido –el me dedica una sonrisa y yo de vuelta –oh por dios esto parece una declaración de amor –me río bajito al igual que el.

–Estas loca chica nueva –dice entre risa.

–Gracias y me alegro de estarlo –miro detrás de el y ahí estaba mi querida amiga –¡Gabriela! –ella mira a mi dirección y se dirige enojada –hay Marco escondeme, estoy en problemas.

–¡No escondas que ya te ví! ¡Te estuve buscando por todo el bendito patio! –me gritó furiosa –maldita tuviste suerte de no conocer a la directora es una –le hice una seña de que no siga –señora muy amable pero algo estricta cosa que a tí no te gusta.

–¿Tienes los horarios? –ella me tinde un papel –gracias bebé –le lance un besito.

–Te digo ahora que no tenemos ninguna clase juntas, no quiero que te metas en problemas y no te liges a chicos estando con Harry.

–Tú no te preocupes por eso, ella es solo una amiga –le dijo Marco –bueno a ver dame –me quito el papel de las manos y lo reviso –mira que suerte tienes todas las clases conmigo.

–¡Marco! –uno de sus amigos se acercó –al fin te encuentro, tú chica te está buscando.

–Hay que chica más insegura y pegote –dije de mal humor, Marco me miro al igual que su amigo y mi amiga –¿lo dije o lo pensé?.

–Lo dijiste –saltaron los tres.

–Bueno Damon dile que después de las clases nos vemos.

–Esta bien, adiós.

–Adiós.

Mi Profesor De Sexología Donde viven las historias. Descúbrelo ahora