"Duelo descuidado"
Llevaría dos días abandonar por completo la costa de América, pero eso fue lo que hicieron. Y lo hicieron rápido. La tripulación había almacenado enormes barriles y cajas en el puerto, después de haber negociado cantidades ridículas de chelines a los comerciantes. Gigantescos barriles de agua dulce, distribuyéndose en más de mil barriles. Todos se subieron y fueron transportados a bordo de las cámaras de almacenamiento, junto con cientos de cajas de alimentos. Carnes conservadas apiladas en muchas cajas, mientras que las cosas más frescas como verduras o huevos se guardaron en la cocina, sólo para que duren una semana o algo... pero aun así valían la pena. Cajas de ron, licor, ginebra y whisky de malta fueron transportadas también. Finalmente, fueron abastecidos y estaban listos para el viaje. Con ropa nueva y unas pocas cuchillas nuevas, de las que se intercambiaban o robaban a través de juegos de azar en la calle... Afortunadamente Chipper tenía un ojo agudo. Con eso, estaban listos para zarpar de nuevo.
Bill veía hacia delante al mar abierto, mirándolo con una expresión suave mientras respiraba el aire alarmantemente salado... olía a algas y a salmuera*. Por supuesto. Suspirando y frotándose las sienes un poco, el hombre se alejó para tomar el timón, quitando a Kojo, ganando un confuso tartamudeo por parte de él.
—Señor, puedo hacerlo se lo asegur-
—Sh. Puedo manejarlo. Ve a descansar, y yo puedo llevarlo más lejos de la costa —casi se quebró, notando justo ahora lo cansado que estaba. Fácil de solucionar.
—Aye... aye —el hombre murmuró, juntando sus manos y alejándose solemnemente, bajando las escaleras. Bill se limitó a sobar su mandíbula en silencio, mirando fijamente mientras sus manos cubiertas en cuero agarraban firmemente el gran timón.
El insomnio estaba llegando... y él esperaba que fuera sólo físico. Y no atmosférico. Pero Bill estaba en efecto molesto por la manera en que su cuerpo parecía estar desmayándose.
Dipper estaba al lado de Bill, empezando a sentirse emocionado por moverse y luchar, y aprender a protegerse de verdad. Nunca dejó de estar intimidado por la tripulación, y nunca dejó de estar aterrorizado y, sin embargo, impresionado de Bill. El capitán a menudo invadía sus pensamientos, sólo cuando trataba de analizarlo. Analizar cómo había llegado a un estado tan alto de poder con esa piel color caramelo. Hm. Tragó y suspiró mientras veía a la gente llevar el último de los barriles a la nave. Se levantó la plancha y la puerta de la nave se cerró, y Dipper miró a Bill, con el torso adolorido, pero sin sangrar cada vez que intentaba moverse. Se sintió un poco inútil en los últimos dos días, los pasó comiendo, durmiendo, bebiendo agua y leyendo hasta que su corazón estuviera contento. Al amanecer del segundo día, finalmente pudo pararse sin que las heridas de su torso se abrieran.
El aire estaba mordaz hoy. Y Dipper tenía ligeramente la piel de gallina en los brazos.
Hm.
Mirando a los hombres atentamente mientras se paraba en la cubierta superior, Bill se aclaró la garganta, con ojos entrecerrados y manos golpeando ligeramente contra la viga.
—¡Han hecho un buen trabajo en los últimos días, chicos! Ahora, sé que este viaje será una carga pesada, ¡estoy de acuerdo con eso! —Habló, levantando un poco la mano—. Tenemos asuntos pendientes por arreglar, todo antes de que podamos volver a nuestra rutina regular. ¡Mientras seamos canallas, me gustaría que esto fuera parte del trabajo! —Luego comentó, caminando por la cubierta superior de los cuartos de la tripulación del castillo de proa. El elaborado bauprés brillaba detrás de él en un tamaño gigantesco—. El profesionalismo se basa en nuestra anarquía caleidoscópica, y la voluntad de provocar un temor desagradable a los ojos de los seres humanos, ¡no sólo por diversión, sino por la misma razón por la que Prometeo le dio fuego al hombre! ¡Para verlo arder! —El capitán gritó, asintiendo orgullosamente ante sus aplausos, su ojo de oro brillante y una sonrisa enyesada en su rostro.
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Devil With A Silver Compass |Billdip-Traducción|
Fanfiction"Demonio con una brújula plateada" Algunos le decían rata. Otros, el Dios de Oro. Y los demás... bueno, ellos no eran tan amables ni estaban tan agradecidos. Dios los bendiga a todos, dondequiera que se encuentren. Pero esto era territorio inexplora...