En casa

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Los susurros llegaban de manera brutal a sus oídos, podían escuchar claramente lo que la gente susurraba cuando los veía pasar. Es que 15 jóvenes tan apuestos como ellos no se veían todos los días y menos por ese vecindario tan aburrido

Prefirieron no usar las pocas fuerzas que le quedaban por si recibían un ataque sorpresa. Así que caminando a paso lento pero sin pausas llegaron al amanecer hasta el barrio desolado de Jaehyun, no sabía con lo que se encontraría allí, pero no tenía otra opción.

Y Taeyong seguía inconsciente en sus brazos

-sé que es delgado... pero pesa, créeme que he tenido que cargarlo varias veces ya... sí quieres te ayudo- le dijo Yuta acercándose al novato, quien se aferró al cuerpo del peliplata en un autoreflejo

-tranquilo, no te lo robaré- bromeó el japonés, haciendo reír a los demás... -estás herido, deberías de dejar que Hansol te cargue- sugirió Jaehyun, haciendo reír al rubio-solo deja que lo cargue cuando está inconsciente o cuando lo llevo a la cama- bromeó, recibiendo un golpe para nada suave en la nuca por parte de su novio

-jajajajajaja la señora de la esquina va a llamar a la policía- susurró Taeil sonriendo como demente cuando escuchó claramente como la señora entraba despavorida a su casa

-no lo hará... ella siempre fue chismosa, pero su marido la maltrata, cuando se de cuenta que llamará a la policía, él la detendrá- le dijo Jaehyun, perdiéndose por un momento en la belleza de Taeyong

Nunca había visto un ser tan... ¿perfecto? ¿Esa era la palabra para él?

Definitivamente nadie lo era.. pero para él, Taeyong estaba muy cerca de serlo. Era hermoso, fiel, paciente y ardiente ¿qué más necesitaba?

Y el ser por el cual babeaba casi literalmente, abrió sus ojos cuando sintió la fresca brisa mover sus cabellos

-¿ a dónde me llevas?- susurró con dificultad, volviendo a recostar su cabeza en el torso desnudo del castaño

-te estoy secuestrando y llevando a una pradera en las montañas. Allí te haré mi esposo y cenaremos lechuga todos los días- bromeó el castaño, hablándole de forma tierna y cariñosa. Haciendo reír luego al peliplata

-detesto la lechuga, pero si estoy contigo supongo que estaré bien- le respondió apenas con un susurro audible, aun para sus oídos. Sintiendo luego una gran mano que se posó en su frente de manera brusca, obligándolo a cerrar sus ojos

-estás con fiebre, por eso dices taradeces- lo retó Johnny, haciendo reír a Ten... el tailandés había aprendido a la fuerza a no ser celoso, no le quedaba otra

-llegamos- dijo Jaehyun, parándose en la puerta de su casa. Y los demás se detuvieron junto con él. Con una sola mano giró el pomo de la puerta principal adentrándose en su hogar, seguido de sus compañeros. Sorprendiéndose al encontrar todo desordenado y revuelto

Al final su padre tenía razón, tarde o temprano irían por él –lo lamento Jae- le dijo Doyoung, colocándole amistosamente una mano en el hombro

-están heridos, si puede acomoden el sillón y siéntense. Iré a dejar a Taeyong a mi cuarto, enseguida vuelvo- les dijo, comenzando a subir las escaleras y los demás no perdieron el tiempo, Estaban lastimado sí, pero podían arreglárselas

Mientras Hansol y Johnny, quienes eran los más fuertes, acomodaban los grandes muebles que se encontraban en el piso. Taeil y Doyoung recorrieron la casa tratando de encontrar algún botiquín para curar las heridas de sus compañeros

Suicide Team [NCT] [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora