Los bosques de Invernalia (Bran Stark x reader)

Capítulo 7

Dolor , fue lo primero que sintió Raena al despertar , eso y una cálida presencia. Abrió los ojos lentamente , no se arriesgaba a mover la cabeza, así que simplemente movió un poco la mano. Sentía su cabeza palpitar , especialmente en la nuca , donde suponía que estaba la herida. Se acordó de la caída.
Ledia al verla despertar , se acercó a su cama y se sentó al borde de esta .
-Habéis despertado - dijo en voz baja.
Raena asintió.
- ¿Os duele la cabeza?
Esta asintió de nuevo.
-Es normal , prácticamente os habéis abierto la cabeza. Según el Maese os desmayasteis por no comer suficiente .
Raena sentía su boca pastosa y la garganta seca.
-¿Quereis beber agua?
-Si - respondió con voz agrietada.
Le paso un vaso de agua y ella sació su sed. Al terminar echó un vistazo a su alrededor , buscando a su prometido.
-¡Ah! El joven señor esta fuera, ¿ quiere que le haga pasar?
-Si porfavor.
Ledia se levantó y con la tranquilidad que la caracterizaba se encaminó hacia la salida. De mientras Raena miraba por la ventana , no sabia porque pero el paisaje causaba en ella unos sentimientos de nostalgia , echaba de menos a su hermana mayor. Lo que no sabía era que por desgracia dentro de poco volvería a verla .
A los dos días , tras la fugaz coronación del rey Joffrey y la noticia acerca del encierro de Ned Stark , Robb partió a la guerra con las tropas aliadas. Viéndolos marchar desde la ventana de la habitación a la que estaba confinada , el temor volvió a acecharla con su fría sombra , era como si sintiera la muerte a sus espaldas apunto de apuñalarla . Y así pasaron varias semanas llenas de una existencia marchita , Catelyn se había marchado junto a Robb sin dar ninguna explicación convincente y el tiempo con Bran se veía reducido a causa de sus nuevos deberes como señor de Invernalia .Pasaba mucho tiempo con Rickon , jugando e intentando consolar la falta de una presencia materna. Pero sobretodo mataba el tiempo en El Bosque de los Dioses , leyendo algún libro que el maese le recomendaba. De hecho eso era lo que estaba haciendo antes de que Bran y Hodor hiciesen presencia . Cuando Raena los se fijó en ellos , observó los hinchados ojos del joven señor , intentando aguantar las lágrimas valientemente , pero sin apenas resultado. Y ante esa observación se levantó con preocupación .
-Ha pasado algo - afirmó cogiéndolo de la mano.
-Padre ha muerto - la informó Bran con un pequeño susurro que escapaba de sus labios rodeados de tristeza .
-Hodor , bajalo - le ordenó con voz dolida Raena , la noticia era miy desagradable , su estómago le dolía y su cabeza pesaba , casi dándole la impresión de que se iba a desmayar .
-¿Por qué ? - que pregunta tan estúpida había hecho pero , sin embargo necesitaba saber la razón , una razón real , ¿qué había hecho ese pobre hombre para merecerse el trágico destino?
–Joffrey– respondió su prometido , como si ese nombre sería suficiente para saciar sus deseos de entender el destino de aquel hombre , que consideraba un padre. Raena se volvió a sentar al lado de Bran , y por primera vez desde su caída lo vio llorar , pero no un llanto silencioso , tan típico suyo , sino uno que se semejaba a una tormenta , las gotas surcaban su rostro dejando sus suaves mejillas sonrosadas , y ante esa escena ella también derramó unas lágrimas de tristeza . Ese día no habría más peticiones del pueblo , ni lunas llenas que iluminaban los preciosos bosques de Invernalia , el lugar que ella tanto amaba. El rey del Norte había muerto e incluso el viento que soplaba susurraba su nombre con tristeza.

Al día siguiente Ledia despertó muy temprano , pero no por el placer de hacerlo , sino debido al horroroso ruido que hacía un cuervo en su ventana.
–¡Ya voy maldito pájaro ! –el cuervo siguió graznando de mientras que ella se levantaba – ¡por los dioses nuevos y antiguos quieres cerrar el pico!
Se acercó de puntillas a la ventana por la cual entraba el viento mañanero , y justo antes de coger la carta que iba atada a la pata del dichoso animal , identificó el sello de la familia Durissel . La desató rápidamente y con un cuchillo que tenía sobre su escritorio la abrió . El frío ya no existía en ese momento , porque el contenido de esa carta era hizo que el alma de la pobre institutriz se cayera al suelo.
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