18 meses pasó desde la última que lo vi, ahora soy mamá de una hermosa niña llamada Madison de nueve meses, mi bella princesa es muy parecida a él, rubia y ojos verde- grisáceo de mi sólo sacó la nariz y la boca el resto es un calco de su padre quisiera olvidarlo o mínimo odiarlo pero no puedo porque todas las mañanas cuando despierto y la veo durmiendo se que ella fue un hermosos error que volvería a repetir.
Mi padre, amigos y Fede mi novio, hace 3 meses, son mi contensión aman tanto a Maddie y son fundamentales para ayudarme en su cuidado, sólo falta medio año para terminar mi carrera tengo una gran propuesta de trabajo para ir a Francia a una de las mejores galería del mundo todavía sigo pensando si aceptar ya que ahora no soy sólo yo también está mi hija y tengo que pensar que es lo mejor para ambos a pesar de todo sigo conservando el trabajo en la galería, Sally mi jefa ha sido la mejor en este tiempo es una incondicional sin olvidar lo mucho que adora a mi pequeña.Hoy es domingo, el día en donde paso con mi hija sin que nadie nos moleste, la amó tanto que no logro explicar esos sentimientos, Maddie es la luz de mis ojos todo mi mundo es ella.
Un pequeño quejido hace que salga de todos mis pensamientos, me acerco a su cuna para mirarla y ya está despierta con una hermosa sonrisa en su rostro.- Hola princesa de mamá - digo al cargarla llenando de besos su carita y escuchando sus sonoras carcajadas, comienzo a cambiarla así salimos un rato después de almorzar, un vestidito blanco con flores lilas, medias largas blancas y sus zapatitos lilas son su atuendo, le lavo la cara y acomodo su lacio pelo y ya estamos preparadas para salir, bajo y preparo el desayuno mientras que ella está en su sillita de bebé jugando con unos juguetitos.
Luego del desayuno ya tenía todo preparado para salir con Maddie la llevaba a upa porque solo vamos a un parque cercano a casa, caminaba tan tranquilamente la primavera de a poco se hacía presente mi hija miraba atentamente su alrededor e iba señalando cada perro que nos cruzábamos. Al llegar al parque la lleve a una hamaca y comencé a moverla ella se reía como loca cada vez que empujaba no sé cuánto tiempo estuvimos así pero empecé a notar como se quejaba y era una clara señal de hambre y sueño, la envuelvo con una manta rosa y la acuesto en mis brazos para acunarla mientras emprendía nuevamente el camino a nuestro hogar pero una voz hace detenerme al escucharlo.
- ¿Megan? – dice con duda esa voz que reconozco al girarme Lorenzo me mira con una gran sonrisa ahora estaba un poco más alto.
- Lorenzo - dije tratando no sonar nerviosa, acerque mucho más a Maddie sobre mi cuerpo tenía miedo que él apareciera. - ¿Cómo estás? - estoy súper nervosa.
El niño sigue con una gran sonrisa. -Muy bien Meg y tú?-
- También muy bien pequeño-
- No me digas pequeño- se queja y frunce su ceño- ahora soy más alto -
Su comentario hace reír.
- Claro lo siento, estás muy grande en cualquier momento me pasarás - bromeo haciendo que ría.- ¿Quién es ella? - pregunta con curiosidad mirando la manta rosa donde está envuelta mi hija que se quedó dormida.
Como contestar tremenda pregunta. - ¿Estás solo?- pregunto desviando ya que resulta extraño que este acá y sin ninguna compañía.
Suspira molesto. - No - marca a su izquierda en una esquina lo veo dado vuelta hablando por teléfono sin darse cuenta que lo estamos mirando, tengo que huir de este lugar antes de me vea y arruine todo lo que construí.
- Lo siento Lorenzo se me hace tarde - digo apresuradamente cuando veo que termina su llamada no espero que el niño responda y salgo más o menos corriendo, no estoy preparada para volver a verlo y mucho menos para que sepa de la existencia de Maddie antes de perderme de su vista giro y nuestras miradas se encuentran, mi corazón comienza a latir fuertemente en su mirada veo sorpresa necesito llegar a casa lo antes posible. Cuando llegamos acuesto a mi hija en su cuna y yo me tiro en la cama frustrada eso no puede ser pensé que nuca más lo volvería ver pero volvió, el tiempo pasa pero los sentimientos no cambiaron.
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Mi Decisión (1° PA)
RomancePrimer libro de la Saga Pasión Alemana. Megan Mouskouri es una joven llena de vida pero un día accidentalmente choca con el frío e íntimamente Christopher Meitzner. Ella se debatirá entre el amor o la lealtad a su familia. ¿Cuál será su decisión?